Antes de sentarme aproveche de mirar nuevamente al chico que estaría sentado a mi lado, necesitaba asesorarme de que no me equivoqué al creer que era Bradley, lo mire una vez, dos veces y tres veces intentando encontrar algo que me demostrará que no era él con quién tendría que compartir todo mi viaje de ida.
—¿Planeas mirarme ahí parado durante todo el viaje? — Bradley levanto una ceja esperando una respuesta o tal vez solo me estaba juzgando, quien sabe.
—Es que creo que te pareces mucho a alguien, eso es todo. — ¿Que estupidez había dicho? Era obvio que era Bradley, es increíble mi manera de humillarme.
—Claro... Yo si te reconozco, eres max, ¿Cómo has estado? ¿Te ha ido bien? — Al principio pensé que se podría estar burlando de mí de alguna manera, pues ¿Por qué más estaría siendo tan amable? ¿Dónde estaba el patán de siempre? Cuando note que estaba hablando en serio y si quería una conversación conmigo, decidí seguir ese mismo camino.
—He estado bien, subí bastante mis notas y cosas así, ¿Tu cómo estás, Bradley?
—Muy ocupado con los estudios, además de que ayudo a mi padre con el negocio, así que no tengo mucho tiempo de hacer otras cosas. Hace mucho no hablamos.
—Si, la verdad si fue hace demasiado tiempo, la última vez que hablamos fue cuando te gane en esos juegos — ¿Qué pendejada acaba de decir? —Perdón, no quise decir eso.
—No te preocupes por eso, paso hace mucho tiempo y si, me ganaste de manera limpia. — Dijo de una manera tranquila, no pareció molesto, pero si era algo incómodo hablar de esto con él.
—Pues si, me encantaría volver a esos momentos, ganar ese premio era mi única meta en esos momentos, pero ahora mi meta siempre es lograr sobrevivir una semana de exámenes sin desmayarme por dormir pocas horas y tener más cafeína en mi cuerpo que alimento.
—Eso es porque no organizas tu horario, deberías intentarlo o yo podría ayudarte.
—Oye, no quiero ser maleducado ni nada, pero me parece un poco raro que actúes tan amable cuando yo te conocí de una manera totalmente distinta. — Me reí para no volver el momento tan incómodo con mi comentario.
—Aah, max, ya estamos por terminar la universidad, paso mucho tiempo desde esa vez, además me di cuenta que ser competitivo todo el tiempo no es divertido, aunque no te niego que me gusta serlo a veces, con decirte que estoy seguro que si volviéramos a jugar te ganaría está vez, pero claro, de manera limpia. — Fue ahí cuando pude ver su mirada arrogante por primera vez en mucho tiempo, ese era el Bradley que él recordaba.
—Ja, claro, podríamos volver a jugar y sería el mismo resultado, vamos Bradley admite que soy mejor que tú en lo que sea. — Intenté desafiarlo, para ver hasta donde llegaba eso.
—Nunca admitiré eso porque no es verdad, soy mejor y te supero en cualquier sentido.
—Claro, lo que digas maxito, pero hay algo en lo que nunca podrás ganarme.
—y ¿eso es? — Levanté una de mis cejas esperando una respuesta que obviamente negaría.
—La altura, soy mucho más alto que tú y no creo que sea posible que crezcas un poco más. — Sabiendo que tenía razón empieza a reírse de mí, en una situación distinta, más bien con una persona distinta esto me molestaría, pero por alguna razón escucharlo reír me hizo sonreír, tal vez era la nostalgia.
—Auch, golpe bajo. — Fingi estar dolido.
—Bajo cómo tú. — Tenía que admitir que tiene ingenio para responder.
—Ya fue bastante humillación por hoy, déjame dormir un rato, anoche no logré dormir bien, despiértame cuando lleguemos.
—Ojala no se me olvide.
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Perdidos y Encontrados. • maxley •
RomanceDurante un viaje escolar a una reserva natural, Max y Bradley, antiguos rivales del instituto, se pierden en el bosque. Obligados a colaborar para sobrevivir, descubren que tienen más en común de lo que pensaban. La adversidad transforma su relación...