Libro cerrado.

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La noche empezó a caer sobre los chicos, está a diferencia de la anterior traía consigo una vibra melancólico y desolada, puesto que cada noche se sentían acompañados gracias a las estrellas, pero está vez el cielo estaba cubiertos de espesas nubes grises que parecían anunciar una pequeña lluvia o al menos eso querían creer, permanecer en la humedad, sin mucho más que un saco de dormir y sus ropas no tan abrigadas, sabían que una lluvia haría el camino de regreso mucho más pesado e incómodo, pues ¿Dónde podrían esconderse del ataque de esta? No es que no les gustará la lluvia, Bradley en especial la adoraba, lo hacía sentir pequeño esos momentos; le recordaba a las pocas veces en su niñez dónde podía compartir un poco de tiempo junto a su padre en los días lluviosos, ya que este trabajaba desde casa si esa era la situación del clima. Si él fuera sincero diría que ya no disfrutaría de la misma manera un día entero junto a su padre.

El cielo al estar tan cerrado y no tener la luz de las estrellas, ni la luna, deciden encender la fogata antes de lo normal y así no quedar en plena oscuridad en un lugar descompuso, ya que no permanecían por mucho en un solo sitio.

Esa pequeña fuerte de luz emanaba suficiente calor para que se fuera un poco el frío de ambos chicos, pero no él suficiente, aún temblaban en su lugar al sentir el aire helado que parecía traspasar sus ropas. Pusieron el saco de dormir frente a la fogata, obvio no tan cerca; estos se sentaron juntos sobre cómo si fuera una clase de sillón. Max fue el primero en romper el silencio, ya que era un tipo que no se sentía cómodo en el total silencio.

—Antes, cuando recién nos conocíamos, había una chica que siempre estaba cerca de ti, ¿Quién era ella?

—Alguien con quién intenté tener algo, pero no funciono.

—¿Puedo saber por qué?

—No fue por ella, más bien fue por mi. Yo sentía que mi lugar no era con ella.

—¿Cómo así? — este no lograba entender que quería decir con eso el contrario.

—No lo sé, supongo que no era ni tipo. Nunca llegue a sentir con ella las cosas que supuestamente debes sentir con quién te gusta — al ver que max aún no entendía, intento buscar una manera más simple de explicarlos. —Ya sabes, eso que dicen que sientes cuando gustas de alguien: emoción, mariposas en el estómago, nervios, querer tenerlo más cerca, la necesidad de verlo seguido y así.

—Entiendo, entonces no era tu tipo ideal.

—¿Tú tienes un tipo ideal?  — Está vez fue Bradley quien tenía curiosidad.

—Quiero creer que todos tenemos, el mío son las personas que cuidan su piel, no se dejan pisotear por otros, que sean atractivos y que tengan lindos labios, ojos que me hagan querer verlos por horas y una personalidad que me haga querer molestarlo para ver sus lindas reacciones.

—Tienes muy claro lo que quieres, pero dijiste "personas", ¿No te importa el género?

—No, me da igual lo que tenga entre las piernas, mientras me guste y me entretenga.

Bradley quedó algo impresionado, venía de una familia muy conservadora y cerrada a estos temas, donde veían la homosexualidad como algo fuera de lugar, él no tenía la misma idea sobre esas personas, pero nunca quiso llevarle la contraria a su padre sobre sus ideologías; así que escuchar a alguien hablar sobre su sexualidad de manera tan tranquila y sin miedo a lo que piense otro, esto por alguna extraña razón; no tan rara realmente lo hizo sentir algo tranquilo, ya que este siempre había sentido cierta atracción hacia otros chicos, cosa que nunca admitió en voz alta y tampoco le gustaba pensarlo mucho, siempre se había obligado a salir con chicas, tener relaciones con ellas o lo que fuera necesario para sentir aunque sea algo que le indicara que sus sospechas sobre su sexualidad fueran solo ideas suyas, su simple imaginación. No pensaba decirle a max sobre esos pensamientos que lo atormentaron tan seguido durante su niñez, adolescencia y ahora adultez, al menos no por ahora. Era muy pronto.

Max no le tomo importancia a Bradley cuando se quedó en silencio por unos minutos, pero si en el momento que noto que su rostro empezaba a verse algo preocupada, así que prefirió intervenir.

—¿Tu tienes un tipo ideal?

—Supongo que sean graciosos, que no se rindan rápido y que tengan el cabello oscuro, no quiero a alguien más alto que yo,  alguien que a diferencia de mí no se preocupe demasiado por el que pasará; si no que solo vive el momento.

—Mejor di mi nombre, prometo no decirle a nadie si te confiesas ahora, será uno más de nuestros secretos. — dice a modo de burla mientras levanta una de sus cejas.

—Y después preguntas porque no te perdono.

—Eso es porque te gusta verme rogar, ya me sé tus mañas, ¿También hacías rogar a tus parejas? — Su tono de voz daba a entender que seguía con la idea de molestar al contrario.

—¿Por qué tanta curiosidad? ¿Quieres que te haga rogar? Porque si eso te hará feliz, no estoy en contra — Bradley dice mientras lo mira directamente y pasa su dedo índice desde el pecho de max hasta su abdomen bajo, haciendo que el cuerpo de este temblará ligeramente bajo la atenta mirada de Bradley, al notar ese pequeño movimiento se rió de max.

—¿De qué te ríes? No me molestes — se cruza de brazos y aparta la mirada.

—Si mal no recuerdo me has estado molestando sin parar estos días, era mi turno de ponerte nervioso.

La conversación después de eso predominó en Bradley molestando a max, este afirmaba haber sentido como temblaba y el otro decía que solo era su imaginación. Con el pasar de los minutos el ambiente se volvía más helado y las nubes no parecían querer irse, así que Bradley propuso que durmieran ambos esa noche en el saco, después de todo era bastante grande y en ninguna de esas noches en el bosque habían tenido un problema durante las noches, no creían que está fuera la excepción. Cuando ambos estaban ya metidos en el saco a duras penas podían moverse, pues este saco a pesar de su tamaño seguía siendo solo para una persona.

—Esta demasiado apretado, pero al menos ya no hace tanto frío.

—Eso es porque estás acostado como si estuvieramos en una cama, hay que juntarnos más ¿o eso también te pondrá nervioso como antes?

—No estaba nervioso, ya lo dije. No me molesta juntarnos, si quisiera podría hasta abrazarte y no me pasaría nada. — expresó de manera muy confiada.

—Entonces hazlo, te reto. — sugirió mientras reía de manera burlona, no esperaba que el otro lo hiciera.

El castaño no podía estar más equivocado, en menos de unos segundos sintió el brazo del contrario rodeando su cintura mientras esté se volteaba en su dirección para estar más cómodo. Bradley se sorprendió mucho al sentir el cuerpo del otro tan cerca del suyo, sentía su corazón latir con rapidez y pedía internamente que su amigo no se percatara de ese pequeño detalle. Se dejó llevar por las emociones del momento y puso su brazo debajo de la cabeza de max, según el "para que esté más cómodo", pero realmente solo quería tener más contacto con él; cuando el pelinegro noto esto levanto un poco la mirada y se encontró con el rostro de Bradley, este tenía su mirada atenta en él, sentía que sus ojos lo atraían con cada segundo que pasaba. quería sentirlo.

—Es hora de dormir, ya es tarde. — dijo max antes de cerrar sus ojos y así cortar la tensión del momento, pues le daba miedo arruinar la amistad con Bradley por unos sentimiento que tal vez solo fueran del momento.

El silencio de la noche dejaba escuchar a los grillos y el viento, así que fue fácil notar que había un ruido fuera de lo común en ese lugar, se podía escuchar el crujir de las ramas de cuando estás eran pisadas al caminar, Bradley siempre fue alguien se sueño ligero, esto lo hizo despertar alarmado inmediatamente. Movió a max mientras le hablaba en silencio, este al notar lo que pasaba le ayudo a recoger todo rápido y apagaron el fueron, se encaminaron en el bosque nuevamente, sin luz y sin una dirección, solo esperando alejarse de lo que sea que haya causado esos ruidos.

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Ya es vienes, ¿Qué tal estuvo todo? ¿Pudieron disfrutar? Descanses mucho amikitos 💪

Perdidos y Encontrados. • maxley •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora