Max cerró la puerta tras él, sabiendo muy bien lo que había hecho y lo que provocó, no podía, ni pensaba arrepentirse por eso, le encantaba molestar al más alto para ver cuál sería su reacción. Mucho más con esto, era su pequeña venganza por todas las veces anteriores que fue dejado con ganas gracias a su brad. Quería volver esto un juego. Su juego, lograr tenerlo rogando frente a él que lo tocará. Que lo dejara correrse, y si fuera posible que pidiera permiso hasta para gemir. Eso quería.Tomo el control remoto con una de sus manos, encendió la televisión. El volumen fue aumentado con la intención de que logrará callar los gemidos de cualquiera de los dos.
Camino a paso lento en dirección de la cama, se sentó en el borde de esta. Sonrió mientras miraba lo que había logrado, su obra maestra. Lo acerco con una de sus manos. Su mente estaba llena de tantas ideas para una tortura exquisita, mordió su labio inferior al imaginar cada una de ellas.Sabía que tenía el control sobre el contrario en esa situación, le indico que debía arrodillarse. Así lo hizo. Max soltó una carcajada ante esa imagen que se le estaba otorgando, se sentía afortunado. Bradley, el rey al que no se le podía desobedecer, al que admiraban y algunos agachaban la cabeza al verlo, ese bradley estaba ahora arrodillado ante él como si fuera algo insignificante. Amo eso.
La primera idea llegó a su mente de manera abrupta, acercó su pie a la entrepierna del chico arrodillado, empezó a hacer algunos movimientos circulares sobre él, sabía que eso estaba causando efecto en el contrario, pues este a los pocos segundos sostuvo la pierna de max, empujándola más hacia su propia entrepierna con la intención de lograr más fricción. Sentir más placer. Al verlo tan desesperado por eso le cumplió lo que quería, puso más presión logrando que el castaño gimiera cegado por la lujuria.
—Max, por favor... — su respiración agitada le dificultaba hablar con claridad, pero hizo su mayor esfuerzo.
—¿Uhm? ¿por favor que? — fingió no saber lo que quería.
—Tocame con tus manos, por favor.
Sonrió de manera maliciosa al escuchar eso, le estaba rogando, eso significaba que estaba ganando el juego. Aún cuando bradley hace unos momentos atrás lo estaba retando, ahora le pedía que lo tocará más.
Se sintió victorioso.
—Si hago eso ganaré, ¿Estás bien con eso?
Con eso dicho la expresión de bradley cambio tan solo un poco, aún seguía agitado y extasiado, pero había algo distinto en su mirada. Determinación.
Se levantó del piso, todo bajo la atenta mirada de max. No sabía qué hacer o decir, solo dejó que bradley tomará el control si eso deseaba. Fue empujado contra la cama, el más alto se sentó sobre su entrepierna, un gruñido escapó de sus labios al sentir eso; el castaño no espero mucho para empezar a mover su cadera hasta delante y atrás. Un movimiento constante. Podía sentir como su entrepierna se mojaba con su propio presemen gracias a los movimientos poco cuidadosos de su amigo, quería gemir, pero no le daría ese gusto. Acercó sus manos a los muslos de la persona sobre el, luego paso hasta su cadera presionando hacía bajo para sentirlo más. Por un momento le dejo de importar ganar.
Vio como bradley se quitaba la corbata, para luego amarrarla en sus muñecas dificultando que pudiera tocarlo de alguna manera. —¿Creías que te dejaría tomar el control? Estás equivocado.
Cuando noto que bradley bajo de encima de él, creyó que eso quedaría hasta ahí, pues nunca habían llegado más lejos que eso. La sorpresa fue grande cuándo sintió unas manos meterse por debajo de su ropa interior, un escalofrío recorrió su cuerpo. Con sus manos tapo su boca y así inútilmente callar los gemidos que aún salían; podía sentir como esos dedos largos recorrían toda la longitud de su pene. Luego sintio como solo una mano lo sostenía, lo envolvía y empeza a subir y bajar. Llenandolo de placer.
—Brad, para. — sentía que en cualquier momento iba a eyacular, la verdad estaba avergonzado por lo rápido que estaba de llegar al clímax, pero era imposible para él no hacerlo cuando tenía al chico que le gustaba tocandolo de una manera que lo hacía pensar que lo conocía bastante bien.
En respuesta sintió algo húmedo y caliente en la punta de su pene. La lengua de bradley dibujaba pequeños círculos provocando espasmos involuntarios en el cuerpo de max.
—¿De verdad quieres eso? — hablo con algo de difícil al estar usando su boca.
—No quiero ser el único que disfrute. — se excuso.
Bradley sonrió con ternura al escuchar eso, dejó de saborear a max para acercarse a él mientras bajaba su propia ropa interior exponiendo su notable erección algo roja en la punta y palpitante por la poca atención que estaba recibiendo. Junto sus cuerpos. Con sus manos tomo ambos penes. sus manos subían y bajaban a la vez que ambos soltaban gemidos que callaban con largos besos llenos de pasión, recordando el sabor del otro.
—Te amo, brad.
Los ojos de bradley se llenaron de pequeñas lágrimas que para su suerte no fueron notadas por max al escuchar esas palabras, nunca las había escuchado en una situación cómo esa, sintió felicidad a la par de una inmensa lujuria. Pero no respondió.
...
La cabeza de max se encontraba recostada sobre el pecho del más alto, su cabello era acariciado. Besaban su frente con suavidad. Todo era demasiado tranquilo y hermoso, ambos deseaban quedarse en esa habitación. Revivir mil veces ese día. Querían ser solo ellos dos, olvidar los problemas que habían, los que llegarían y las mentiras que cada vez se volvían más, volviéndose imposibles de ocultar.
—Tengo que decirte algo, pero no lo tomes a mal. — se alejo solo un poco del cuerpo de bradley para mirarlo a los ojos.
—Eso me hace creer que no es algo bueno. — su voz sonó afligida sin darse cuenta.
—No es que sea malo, pero tampoco bueno, ¿Sabes? — suspiró algo preocupado por la reacción que podría llegar a tener el más alto, sabía que no estaba haciendo nada malo, pero tampoco sabía el como afectaría su "relación" el estar lejos. — Habrán dos días en los cuales no podremos vernos tan seguidos, al menos no durante el día, solo en la noche.
—¿Por qué? ¿No quieres verme? ¿Necesitas espacio? — su cabeza rápidamente lo hizo pensar lo peor. Se estaba por levantar para no "ahogar" a max. Pero fue detenido antes de que lo hiciera, siendo besado en el acto. Un beso lleno de ternura.
—Tranquilo, no es eso. Es algo relacionado con la Universidad, tendremos un tipo práctica dónde nos enseñaran más sobre el campo de psicología forense.
Bradley se permitió relajarse al escuchar eso, abrazado nuevamente el cuerpo de max, la presión en su pecho desapareció por completo y respiro con tranquilidad. Ofreció al pelinegro recostarse sobre su pecho como lo estuvo haciendo antes, este acepto gustoso.
—¿Podremos dormir juntos esas noches? — tomo la mano del más bajo y dió un corto beso, le gustaba hacer eso.
—Claro, dormiremos abrazados. — pensó unos momentos en lo emocionado que se ponía siempre bradley cuando venían a su casa. —Puedes venir a la casa mientras no estoy. Si te llega a preocupar que a mí padre o a Sylvia les moleste, te prometo que no será así.
El castaño río de manera espontánea al escuchar eso, su "amigo" lo conocía bastante bien. —Voy a confiar en lo que me dices, ojalá no me pongan mala cara.
🍓🍓🍓
Oigan, yo amo narrar a detalle las cosas, es mi estilo y me siento más cómodx con eso, pero pienso que los podría aburrir 😭
Yo sé que debo escribir para mi también, pero me encanta darles una lectura de calidad y que disfruten. entonces tengo un debate interno sobre que debería hacer, si seguir narrando como me gusta o hacerlo de manera más resumida.Hay que hacer una competencia, a ver quién de todos nosotros saca el mejor promedio de notas este semestre, el que gane tendrá un premio.
¿Quieren?
Aunque no se me ocurre ningún premio, ¿Ideas?
Se despide el limón mayor.
Los quiero mucho
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Perdidos y Encontrados. • maxley •
RomanceDurante un viaje escolar a una reserva natural, Max y Bradley, antiguos rivales del instituto, se pierden en el bosque. Obligados a colaborar para sobrevivir, descubren que tienen más en común de lo que pensaban. La adversidad transforma su relación...