El primero en despertar fue Bradley, noto que ya no se escuchaba el ruido de la lluvia o el viento, así que con cuidado levanto la cabeza de max que tenía sobre su brazo. Se acercó a paso lento a la entrada de la cueva para ver si de verdad la tormenta había concluido, y efectivamente lo había hecho.
Podía sentir como el sol iluminaba sobre su rostro y la brisa desordenaba su cabello; por primera vez en años se sentía realmente vivo, no había nadie diciéndole que hacer, no había nadie a quien impresionaron o a quien ocultarle algo.
Max al no sentir el calor de un cuerpo a su lado se dió cuenta de manera inmediata que su compañero se había ido, buscó con su mirada en todas las direcciones posibles de la cueva, al no verlo ahí supuso que había salido de esta, así que sin pensarlo demasiado se levantó para encontrarse con él. Decir que la vista que estaba obteniendo en este preciso momento era hermosa era poco decir, pues el chico frente a él se veía precioso y más de lo normal; se acercó a él lentamente para que no lo viera llegar y sorprenderlo, cuando estuvo a la distancia necesaria beso su mejilla.
—Buenos días, Brad. ¿Cómo dormiste?
—Me gusta dormir contigo, hace que dormir sea algo lindo. - Dice mientras lo mira con cariño.
—Lo mismo digo, si te soy sincero no me gusta dormir con otras personas.
—¿De verdad? No sé porque imaginaba que eras de esos tipos chicos que duermen con una chica distinta cada semana. — lo mira de pies a cabeza.
—¿Qué? ¿De verdad me veo así? — se muestra algo indignado ante esa suposición sobre su persona.
—Algo así, es que tienes la típica apariencia de una persona poco preocupada por la vida y que juguetea con las chicas.
—Que mala imagen tienes de mi, lamento romper tu ilusión, hace mucho no duermo o beso a alguien, como lo hicimos nosotros anoche.
—No pensé que ibas a mencionar lo del beso.
—Nah, quiero mencionarlo porque me gustó. — Menciona mientras mira los labios de Bradley, sin la intención de ocultar que lo hacía.
—¿Te gustó? — lo mira atentamente, ya que de verdad eso le causaba mucha intriga.
—Si, tus labios son muy suaves, aunque estabas algo desesperado mientras me besabas. — Dice con la intención de poner nervioso al otro o al menos molestarlo.
—No más que tú, literalmente te afirmabas de mí y creo haber escuchado uno que otro gemido. — Sonríe de manera algo arrogante.
—Eso es porque habíamos corrido y por el frío. — intento excusarse.
—Lo que digas, yo sé lo que escuche.
En algún punto volvieron a la cueva para comer lo último que les quedaba en la mochila, esto mientras todo el tiempo se miraban de manera discreta a los ojos y en especial a sus labios, queriendo probar nuevamente los labios del otro. Empezaron a ordenar lo que les faltaba, cuando terminar salieron de la cueva para encontrar el lugar de ayer, dónde habían creído ver un sendero que podría llevarlos de vuelta al campanario o a una cabaña para finalmente terminar con esas pequeñas vacaciones, y volver a la realidad de sus vidas complicadas y llenas de responsabilidades que no querían pensar o mencionar realmente para no arruinar esos momentos que habían vivido juntos estos últimos días.
Caminaron en varías direcciones buscando algo que los guiará de vuelta al camino que habían encontrado la noche anterior, parecían no tener suerte a pesar de que no querían rendirse, habían pasado casi dos horas en las que seguían buscando sin parar, cuando finalmente iban a darse por vencidos notaron a los lejos que había un lugar sin pasto o hiervas en el piso, lo que indicaba que de manera regular personas caminaban por ahí, esto los lleno de emoción a ambos, así que siguieron ese camino.
Bradley había estado en muchas relaciones con chicas antes, nunca se había sentido nervioso al tener que besarlas, tocarlas o tomarlas de la mano, pero en este momento era diferente, él quería tomar la mano del chico que había besado en la cueva, pero sentía sus nervios a mil al pensar en la posibilidad de sentir las manos de ambos juntas; él quería pensar que esto era porque no estaban en algún tipo de relación, así que podría ser rechazado fácilmente, pero aún así quería arriesgarse. Acercó su mano de manera lenta a la de su compañero, pero antes de poder tocarlo aunque sea un poco de detuvo por el miedo al rechazo; esto no paso por desapercibido para max, así que tomo la iniciativa y tomo su mano mientras su vista estaba mirando en la dirección contraria, cuando Bradley sintió sus dedos entrelazarse fijo su vista en el chico a su lado, este parecía tan tranquilo.Vieron una cabaña no tan lejos, así que ambos empezaron a caminar con mayor rapidez. Cuando estuvieron en la entrada de la cabaña abrieron la puerta esperando ver a alguno de sus compañeros de la universidad, cosa que no fue así; solo se encontraba un guía.
—¿Puedo ayudarlos en algo? — dijo al notar que dos personas extrañas habían entrado a la habitación donde estaba el.
—Si, es que nos separamos hace unos días de nuestro grupo y no sabemos que hacer, estuvimos buscando una cabaña todos estos días. — Bradley fue el que habló, ya que era el más capacitado entre los dos para hablar con personas, pues este siempre lograba infundir autoridad y respeto donde sea que fuera.
—Lamento que hayan pasado por eso, buscaremos inmediatamente a su grupo para que puedan volver con ellos.
Sin más el tipo los guío hacía el lugar donde deberían estar los demás, y efectivamente fue así, cuando llegaron a una distancia prudente Bradley soltó rápidamente y con algo de brusquedad la mano de max, este estaba por preguntar el porque de esa acción, pero antes de que pudiera su amigo bobby con quién había hecho equipo antes, se acercó a él para preguntarle qué había pasado y como se había perdido.
—Pensé que nunca volverías, viejo. — dijo tocando el hombro de max.
—¿Creías que podrían deshacerse de mi? Aún tendrán que aguantarme. — soltó una carcajada, pero aunque estaba feliz de haber vuelvo con su amigo no podía dejar de pensar en lo que había hecho Bradley hace unos momentos.
—¿Cómo fue?
—¿A qué te refieres, bobby? — el amigo de max al escuchar esto lo agarró del brazo para llevarlo un poco lejos de los demás, para que no pudieran escucharlos hablar.
—Ya sabes, con ese tipo Bradley, debió ser un infierno estar al lado de ese tipo presumido.
—Aunque no lo creas, la pasé muy bien con él y no es tan presumido.
—¿Qué dices viejo? Es Bradley, el tipo que te molesto al principio de la universidad y a toda costa quería humillarte. — decía con su característica forma de hablar.
—Ya paso mucho de eso, todos cambiamos.
🍓🍓🍓
¿Cuál es su comida favorita? A mí me gusta la lasañaLes deseo un buen inicio de semana y ya duérmanse si vieron la notificación, que es bien tarde y mañana van a esta súper cansados; no sean como yo que me quedo hasta tarde despiert
ESTÁS LEYENDO
Perdidos y Encontrados. • maxley •
RomanceDurante un viaje escolar a una reserva natural, Max y Bradley, antiguos rivales del instituto, se pierden en el bosque. Obligados a colaborar para sobrevivir, descubren que tienen más en común de lo que pensaban. La adversidad transforma su relación...