El comienzo de una aventura

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Ya llevaban un tiempo caminando, ninguno de los dos chicos se había dirigido la palabra, en algunas ocasiones bobby intentaba sacar tema de conversación con max, pero este estaba demasiado preocupado y concentrado pensando en que le había pasado a Bradley para que cambiará tan drásticamente su actitud, quería ir y preguntarle sin rodeos, pero no sabía si le diría las razones, tampoco creía que tuvieran la confianza de poder acercarse de la nada para entablar una conversación. El tiempo seguía pasando y esa duda le carcomía la mente, quería saber qué había pasado para que el castaño no fuera capaz de ni mirarlo, así que dejó su orgullo de lado y camino hacia el chico para preguntarle directamente que había pasado.

—Oye, ¿Por qué me estás ignorando? — Max tocó el brazo de Bradley esperando una respuesta, pero este lo empujó antes de empezar a hablar.

—No te estoy ignorando, son ideas tuyas.

—Antes parecías estar rogando para que no nos dejarán en el mismo grupo y acabas de empujarme.

—Cómo dije, son ideas tuyas y no es mi problema. — El castaño no era capaz de ni mirarlo y max notaba eso, no le gustaba sentirse ignorado.

—No son ideas mías.

—Si lo son, y ya déjame en paz. — Empezó a caminar más rápido con la esperanza de que el pelinegro no lo siguiera, pero cualquiera que conociera a max sabía que no se rendiría tan rápido.

—No hasta que me des una respuesta, y mírame de una vez. — Se detuvieron un momento ya que max sostenía a Bradley de los hombros obligando a mirarlo.

—¿Por qué tendría que darte una respuesta y tú a mí no una disculpa?

Max no entendía a qué se refería el contrario, tampoco parecía querer decirle porque solo se alejo de él, metiéndose entre los árboles para evitar responder o tal vez solo escapar de la situación, max sabía que el castaño podría perderse si se metiera ahí solo, así que decidió seguirlo para pedirle volver al camino que debían seguir y también porque quería una respuesta a qué se refería con lo que había dicho. Al principio no encontraba a Brad, hasta que noto a alguien sentado en el piso mirando el cielo, así que se sentó a su lado.

—¿Qué querías decir?

—A ti que te importa, déjame solo.

—No quiero y no lo haré hasta que me digas que pasó, te juro que no entiendo porque debería pedirte perdón, tal vez si me dijeras. — Este estaba intentando convencerlo de alguna manera, sentía que hizo algo malo, pero no entendía que.

—¿Recuerdas que me pediste que te despertara al llegar?

—No me digas que te hable mal o algo así, eso hice, ¿Verdad? — El castaño solo asintió con la cabeza, pues eso mismo había pasado. —Perdón, había olvidado mencionarte que cuando me despiertan no lo hago de muy buen humor, fue mi error, lo admito y sé que pude haberte hecho sentir mal, ¿Hay algo que podría hacer para que me perdones? 

—Por ahora no, y la verdad es que no te perdono todavía, eso requiere méritos y yo sigo enojado. Ya volvamos al camino, dime dónde era.

—No me lo vas a creer.

—No me digas que lo olvidaste. — Su rostro mostraba un claro enojo.

—Entonces no te digo.

—Estamos jodidos, ¿Ahora que haremos? — El castaño estaba algo preocupado, no sabía que hacer en estás situaciones o dónde ir.

—Pues, intentar llegar a una cabaña y estar bien por ahora, tranquilo, el guía nos explico que no habían animales salvajes y que sí nos separabamos era casi imposible morir.

—Al menos sé que no moriré, pero si tendré hambre y frío.

—No te preocupes por eso, tengo fuego, si no encontramos una cabaña o un guía este día tendremos algo con que calentarnos, lo de la comida tengo dulces y algunas cosas que mi papá metió en mi mochila, estaremos bien, brad.

—Creo recordar que te dije una vez que no me dijeras así. — Paso su mano por todo su rostro, no es que realmente le molestará que le dijera así, pero la situación lo tenía algo preocupado.

—¿Por qué no? Suena bonito, me gusta decirte así, BRAD. — remarco lo más que pudo el apodo.

—Ten por seguro que ahora menos quiero perdonarte.

Empezaron a caminar por el lugar esperando ver algún camino, pero nada, pasaron horas y horas, pero no había ningún rastro de personas o alguna cabaña, así que decidieron darse por vencidos, ya que estaban bastante cansados de tanto caminar, además eligieron no comer nada de la mochila para que durará más tiempo, ninguno de los dos sabía cuánto les tomaría esto; así que empezaron a buscar un lugar donde acamparian, al final se decidieron por quedarse en un lugar sin mucha maleza, así no tendrían programas a la hora de hacer la fogata.

—Yo voy a buscar ramas y cosas para la fogata, tu busca la manera de hacer el fuego. — El castaño se levantó de su sitio donde estaban descansando para empezar a buscar leña.

—Ya tengo eso solucionado, tengo un encendedor en la mochila, por suerte tengo demasiadas cosas que nos servirían en esta situación. — Max debía admitir que su padre no se había equivocado, por primera vez estaba agradecido de lo sobreprotector que llegaba a ser su padre de vez en cuando.

—Ya está algo solucionado, yo tengo un saco de dormir podemos tomar turnos para usarlos y así uno cuida por cualquier cosa mientras el otro descansa, además es bastante grande.

—¿Crees que nos estén buscando?

—Te seré sincero max, no creo que nos estén buscando por ahora, supongo que tendrán su plan en dónde buscan a los perdidos después de 24 horas, además en su discurso dijeron que cualquiera que se perdiera buscará las cabañas, no hablaron de nada sobre buscarnos de inmediato o algo así. — Bradley no estaba siendo negativo, solo estaba siendo realista sobre la situación en la que estaban, no era una demasiado favorable, pero por suerte venían algo "preparados" por su algo así llegaba a pasar.

—Entonces depende de nosotros lograr salir de aquí, supongo que estamos juntos en esto.

—Si, pero aún no te perdono.

—Eventualmente lo harás, soy irresistible, no soportaras mucho estando enojado conmigo. — El pelinegro levanto una ceja mientras mostraba una sonrisa arrogante, todos los conocidos de max sabían que este lograba siempre lo que quería por su carisma y apariencia, era un tipo bastante guapo y las chicas se dejaban llevar por eso, con los chicos no era distinto, varios tipos se le habían declarado.

—No soy una chica, maxi. Tu apariencia "irresistible" no causa ningún efecto en mi. — Puso sus ojos en blanco en una clara señal de molestia.

—Entonces admites que soy irresistible, eso es un gran paso.

—Ya deja de hablar, sigo molesto contigo.

—O estás molesto porque estoy descubriendo tus gustos? Tranquilo amigo, yo no te juzgo, sé que soy guapo.

—Voy a buscar madera, no te muevas de este lugar, lo digo en serio.

Max no pudo hacer nada más que obedecer, solo se sentó en el piso mirando todo a su alrededor, a pesar de la situación complicada en la que se encontraban no podía negar de que el lugar era bastante lindo y tranquilo, se podía escuchar a los pájaros cantar con bastante claridad, veía a las mariposas que pasaban y no temian por su presencia. se tomó unos segundos para poder respirar y analizar toda la situación, se encontraba con su "enemigo" de la infancia, estaban ambos conviviendo juntos en una clase de juego de supervisor, no sabía cuántos días serían ellos dos y además Bradley estaba algo enojado con el pelinegro después de lo que había pasado en el bus, era cierto que max quería que el contrario lo perdonará, pero no podía evitar querer molestarlo, era demasiado divertido según el.

🍓🍓🍓
La verdad no tengo nada planeado de lo que pasará a futuro con estos dos, al igual que ustedes tengo muchas expectativas y emoción de ver hasta donde llegan

Perdidos y Encontrados. • maxley •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora