Nuevas incógnitas

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Había mucha ropa sobre la cama luego de que max sacará todo para permitirle a Bradley elegir algo que fuera acordé con sus gustos. Para sorpresa de nadie el castaño eligió una sudadera roja y ancha que max usaba de manera regular, luego saco un pantalón gris. Ambos estaban con sus pijamas puestos, dispuestos a bajar al primer piso para comer junto a los demás, pero antes de hacerlo se besaron de una manera tierna, no con la misma intensidad y brusquedad que las otras veces, pues sabían que podrían besarse cada vez que quisieran, sabían que ese deseo de querer probar al otro no necesitaba ser escondido para ninguno de los dos, para los demás si.

Ambos bajaron la escalera mientras se iban empujando y peleando por quién sabe que.


—Tengo mejores notas que tú, Brad. — saca la lengua.

—Si buenas notas significa lo mínimo para que no repruebes, pues es verdad. En cambio mis calificación siempre son perfectas y duermo, como, descanso bien, ¿Ves la diferencia? — decía con burla, pues sabía gracias a el tiempo en el que estuvieron perdidos juntos, que max no descansaba lo suficiente y a veces ni comía por andar haciendo tareas a último minuto.

—Lo que veo es que me tienes envidia porque soy guapo. — posa una de sus manos sobre su cintura.

—Eso no tiene nada que ver y yo soy más guapo. — finalmente lo empuja.


Goofy y su novia veían esto con mucha ternura, parecían niños pequeños peleando  por cada cosa, sabían que max estaba pasándola bien con todo eso, pues no borraba su sonrisa. Cuando ambos chicos notaron que estaban siendo observados dejaron de jugar y fingieron no haber estado peleando hace unos momentos. Eso hizo reír a los adultos.

—Vayan al sillón, les vamos a llevar las cosas, dejamos una manta encima del mueble, se ponen eso encima. — Sylvia menciono antes de irse con Goofy a la cocina.

—Esta bien — respondió max mientras iba a dónde le dijeron, siendo seguido por el más alto.

Ambos chicos se acomodaron en el sillón que era de un tamaño mediano, y encendieron la televisión, max recordó que debía poner una película así que se levantó, entre todas se decidió por ver la trilogía del "El señor de los anillos", su padre la amaba y esperaba que no le desagradara a bradley.

—¿Quieren leche de chocolate o café?

—Yo quiero leche de chocolate helada, y tú bradley? — Miro al nombrado.

—Me gustaría una leche caliente, por favor. — su tono de voz era muy educado.

—Viste max, así deberías pedir las cosas. — dijo Goofy mirando a su hijo con desaprobación fingida.

—Si dije por favor. — se cruza de brazos.

—Que mentiroso — ataca bradley mientras sonríe con burla al mirar a max.

—¿Tú que te metes? Ni escuchaste. — rueda los ojos.

—Si escuché, no soy sordo como tú.

La pequeña noche de películas se vivió con mucha tranquilidad, habían algunas discusiones por parte de los más jóvenes de la habitación, pero eran regañados como si niños de 10 años se tratará. Cuando el sueño empezó a atacar a cada uno de los presento, Sylvia recomendó que fueran a dormir porque al día siguiente tendrían clases. Antes de subir por completo las escaleras fueron detenidos por la voz adormilada de Goofy.

—Mañana antes de que se vayan pasen a buscar la comida que les dejé a ambos en el congelador para que lleven almuerzo a la escuela, tienen frutas también por si quieren llevar. Buenas noches, niños. — sin más que decir se fue a su habitación junto a su novia.

Perdidos y Encontrados. • maxley •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora