Día agotador.

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Se sentía cansado, no había dormido por decisión propia en casi toda la noche, converso por horas con Roxanne sobre cosas que les gustaban, hacían, decían y creían, resulta que eran bastante compatibles en muchas cosas, eso lo hacía sentirse feliz, pues la muchacha no parecía querer algo a cambio, tampoco sabía de qué familia venía para decir que buscaba algún beneficio a costa de su nombre. Bradley se sentía cómodo, al fin tendría una amiga sincera y Roxanne al fin tendría un amigo que la escuchará hablar de sus novelas, películas cliché, que fueran de compra y comer juntos. Max no estaba tan feliz con todo eso, no por celos, más bien se sentía molesto al sentirse excluido de las pláticas y porque no lo dejaron dormir. Bradley sonrió para el mismo al recordar esa hermosa noche.
Se encontraba en camino a la universidad, fue el segundo en salir de la casa, el primero fue max y Roxanne simplemente se quedó durmiendo.
No debía preocuparse por comprar un almuerzo para la u, el padre de su ex enemigo le había preparado un almuerzo junto a una nota que decía "ten un lindo día, te queremos :)". A veces no llegaba a entender al max de hace unos años, siempre parecía querer a su padre varios metros lejos de él, mientras bradley hasta rezaba por tener una mirada de su padre al menos una vez al mes. Aunque no podía juzgar, no conocía todo lo relacionado al pelinegro.

Ese día tendría que hacer bastante cosas, primero ir a la universidad, visitar a su padre para ayudarlo y así pedir el fin de semana libre, al último debía ir a comprar algunas cosas para la mini fiesta que harían en nombre de max por su primera práctica dentro de lo que estaba estudiando.

Se estaba acostumbrando a no usar el auto tan seguido, ahora era muy normal verlo caminar para llegar a cualquier lado, lo disfrutaba bastante y además le servía para mantenerse en buena forma.

Llegó a la universidad, era algo raro para él no saludar al max al llegar. Se había acostumbrado a esa pequeña rutina que habían mantenido durante unos días. Tenía muchos amigos, más bien conocidos, no creía tener bastante amigos. Podía parecerlo al estar saludando a más de 10 personas en cada pasillo, pero si era sincero no recordaba los nombres de algunos, a otros estaba seguro de que nunca les había hablado y otros se notaba a kilómetros que solo le hablaban por lo que significaba ser su amigo. Poder, reconocimiento y ventajas. Ya ni se molestaba en sentirse mal con eso, en algún momento lo hizo y no sirvió de nada, seguía pasando, seguían llegando personas interesadas.
Aún faltaban unos doce minutos para el inicio de su asignatura, así que se quedó esperando en una de las bancas. Sonrió al ver quién se acercaba a él.

—Hola viejo, ¿Cómo estás?

—Nunca en mi vida me hubiese imaginado que tú me hablarías, bobby. — no mentía, sabía que no le caía muy bien al chico, aunque por una buena razón.

—Eres importante para el pequeño maxi. — fingió un tono de voz que se asemejaba a Goofy, en una clara burla al apodo. —Me importa saber el como está y si por alguna razón alguien intentará romperle el corazón.

—¿Lo dices por mí? No tengo planeado hacerle algún tipo de daño, le tengo cariño. — dijo ofendido, ¿Quién no lo estaría con esas insinuaciones?

—He escuchado bastante de ti para no fiarme, tienes muy mala fama por el daño que le haces a las personas que les tienes "cariño", ¿Lo sabías? — podía aparentar una personalidad relajada, calmada y a veces absurda, pero si se trataba del bienestar de uno de sus amigos no dudaría en tomar una postura más sería.

—Lo sé, pero la mala fama siempre está construida a base de chismes y estos nunca serán buenos, no deberías guiarte por ellos. Mucho menos cuando tu fama es la de un marihuano, drogadicto y sin futuro. — no se sentía para nada culpable al decir eso, podía dárselas de "buena persona", pero eso no significa dejarte de cualquier persona. Esa era una idea errónea de lo que era ser "buena persona".

Perdidos y Encontrados. • maxley •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora