Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)

Banquete y pequeñas discusiones.

***

Tras separarse del beso, los recién casados se tomaron de la mano para dirigirse al comedor, donde les aguardaba una indecente cantidad de comida.

"Esto es demasiado."—Pensó el rubio cenizo sin moverse de su sitio.

Shōto notó que su marido no se movía y se preocupó pensando en que algo iba mal.

—Katsuki, ¿te pasa algo? ¿La comida no es de tu gusto?

—No, no es eso. Es que es demasiada comida.—Deberíamos compartirla con los sirvientes.

—No te preocupes, ellos se lo comerán cuando  terminemos.—Ahora concéntrate en nosotros, hoy es nuestro día.—Dijo el bicolor acariciando su rostro.

Katsuki sintió asco y apartó la mano del contrario.

—No quiero pensar en nosotros porque no es como si yo estuviera enamorado de ti ni tampoco ilusionado con este matrimonio. Así que déjame comer en paz.—Dijo alejándose de su marido para dirigirse a una silla y empezar a elegir la comida que le apetecía.

A Shōto no le agradó que el rubio cenizo actuase tan fríamente con él mas no dijo nada e hizo lo mismo que su amado.

"Eso no me gustó, sin embargo, lo dejaré pasar por hoy."

Cada uno comió por su cuenta y no se dirigieron la palabra en todo el tiempo que duró el banquete.

***

En cuanto terminaron, el duque más mayor le ofreció su mano al más joven y le dijo:

—Vamos, te mostraré la mansión para que puedas comenzar a familiarizarte adecuadamente.

—Iré contigo pero no voy a tomar tu mano, yo no soy ni un niño ni una mujer.

—No llevamos ni un día casados y no has parado de rechazarme.

—Eso no es verdad, en la ceremonia he dicho que sí.

—Sí pero con pocas ganas, podrías haber disimulado un poco.—Me gustaría que te mostrases más cariñoso y receptivo conmigo.

El ex campesino frunció el ceño disgustado y le respondió:

—¡¿Eres idiota o qué?!—¡Este matrimonio es una farsa! ¡No puedes pedirme eso!

Sus palabras hirieron al de ojos dispares, que le contestó:

—Será para ti porque yo te amo de verdad y haré que lo entiendas muy pronto.—Ahora ven conmigo.

El de ojos rubí asintió e iniciaron el recorrido para que viera mejor la casa, ya que antes no había podido apreciar algunas de las estancias de la mansión.

—Lo primero que quiero enseñarte es nuestro dormitorio.

—¿Nuestro dormitorio? ¿En serio no me dejarás tranquilo?

—Dormiremos juntos porque somos un matrimonio. No creo que sea nada del otro mundo.

—Pero eso es para matrimonios normales, no para este, que es propio de trastornados mentales.

—Katsuki, deja de decir eso.—Venga, continuemos nuestro camino.

Siguieron caminando hasta que llegaron al dormitorio matrimonial. Shōto abrió la puerta y los dos entraron.

—En este armario está la ropa nueva que te he comprado y, en el de al lado, está la mía.—Al fondo está nuestro baño, que tiene una bañera bastante grande para que quepamos los dos.

—Aja, sí.—¿Y qué más?

—Pues también tienes nuestra elegante y enorme cama, ¿es de tu gusto?

Katsuki observó la cama, que era de color azul celeste, y le dijo:

—Parece bastante cómoda y el color no está mal.

El más alto se sintió feliz al escuchar a su esposo decir algo positivo por primera vez en todo el día. Entonces le mostró el amplio balcón del dormitorio, el cual daba al bosque, proporcionando una hermosa vista.

"Algo bueno tenía que tener la mansión de este enfermo."—Pensó asomándose por el balcón.

—Bueno, enséñame el resto de la mansión.

—Por supuesto, Mi querido Katsuki.

Ambos recorrieron el resto de estancias y Shōto le explicaba cada una de ellas. Aclaraba todas y cada una de las dudas del ex campesino.

—Pues ya está, te acabo de mostrar todo.—¿Algo que quieras hacer ahora, Katsuki?

—Sí, quiero irme a dormir.—Estoy jodidamente agotado.

—Vale, te acompaño.

—No es necesario, me sé el camino.

—Pero yo quiero hacerlo y no pienso discutir eso.

"Pesado. No me deja en paz este idiota."

No tuvo otra alternativa que seguirlo hasta el cuarto que ambos compartirían a partir de hoy.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!