Malhumor.

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***

Al día siguiente, Katsuki amaneció temprano, a eso de las tres de la mañana y, lo primero que vio al abrir los ojos, fue a su marido abrazándose a él. Cosa que lo puso de malhumor.

"Tchs. No puedo perder el tiempo con esto."—Pensó apartando bruscamente al duque, despertándolo.

—Mm... Katsuki...—¿Qué hora es...?

—Las tres de la mañana, sigue durmiendo y no me estés jodiendo tan temprano.—Dijo enfadado, dándole la espalda al contrario con la intención de alejarse del bicolor y dirigirse al baño.

Sin embargo, el susodicho no estaba conforme con el trato recibido por parte del ex campesino y se lo hizo saber agarrándolo del brazo para llamar su atención.

—¡Eh! ¡¿Qué mierda haces?!

Shōto lo miró con seriedad y le respondió:

—Te estoy reteniendo porque quiero saber el motivo por el cual me estás tratando tan fríamente, ¿qué se supone que hice mal?

—¿Eres tonto o te lo haces? ¿No crees que es obvio?

—No, por eso pregunto.

—Vale, veo que eres más tonto de lo que creía.—Mira, es muy sencillo: Anoche me obligaste a ser sodomizado y no quiero verte la cara en estos momentos.

El más alto se sintió dolido y lo soltó.

—E-Está bien, Katsuki.—No te molestaré más...—Dijo volviendo a la cama.

El rubio cenizo no dijo nada y se fue al baño para prepararse para un día de trabajo duro.

"Menos mal que no lo voy a ver en bastantes horas. Eso me hace feliz."—Pensó contento al saber que esto sería así.

***

Shōto se levantó a eso de las ocho de la mañana para trabajar, ya que tenía mucho que hacer.

Los empleados notaron que el duque estaba de malhumor y se preguntaban cuál sería la razón, ya que normalmente el humor de Shōto no era malo.

—¿Será algún negocio que ha salido mal?—Se preguntaba una de las sirvientas tendiendo la ropa junto a otras.

—No creo que sea eso, más bien pienso que tiene que ver con el Duque Katsuki.—Le contestó otra.

—¿De verdad? ¿Y por qué?—¿Quién podría sentir descontento estando casado con el Duque Shōto?

—Porque el Duque Katsuki es un hombre normal y no ama al Duque Shōto.

—Así que es eso...—Vaya, es una pena. El Duque Shōto merece casarse con alguien que lo ame y no es justo que lo  tenga alguien que no lo disfrutará.

—Sí, es una verdadera lástima.—Aunque también es cierto que el Duque Shōto no debió obligar al Duque Katsuki a contraer matrimonio con él.

—Estoy de acuerdo, él debió hacer las cosas de otra manera.—Pero bueno, no es como si nuestra opinión contase.—Dijo otra terminando de tender una sábana.

—Por desgracia, porque yo tengo una hija que es un buen partido.—Ella haría una buena pareja con el Duque Shōto.

—¿Tu hija? ¿Naoko?

—Sí, la más joven que tengo.

—Jajaja.—Tu hija tendría que renacer cincuenta veces para ser merecedora de un hombre así.

—¡Y tú ni aunque reencarnaras cien veces lo serías!

—¡¿Cómo dices?!

—¡Lo que has oído, zorra!

—¡Serás...!

Ellas comenzaron a pelearse, aunque, por suerte; fueron separadas por varias criadas antes de que el conflicto fuera a más.

***

Entre tanto, Katsuki se encontraba trabajando en el campo junto a los otros agricultores.

—Katsuki, trae el saco de semillas de trigo para que empecemos a plantarlas entre los tres.

—¡Sí!

El rubio cenizo agarró rápidamente el saco para cultivar la cantidad que necesitaban.

"Suerte que puedo hacer este trabajo, me volvería loco si tuviera que ser un vago."—Pensó plantando semillas en la tierra.

—Se nota que tienes experiencia y eres muy bueno en esto. Me alegra que estés aquí para ayudarnos.—Dijo Takeshi sonriéndole.

El ex campesino le sonrió orgulloso y le respondió:

—Lo sé, yo también me alegro de estar aquí.—Me gusta sentirme útil, hubiera odiado ser un maldito vago.

—Lo entiendo, a mí también me encanta trabajar y no me veo siendo mantenido por alguien más.—Y menos teniendo esposa e hijos.

—Así que ya tienes familia...—A mí también me gustaría tener una algún día.

Mahao se quedó en silencio por unos segundos y le preguntó:

—Entonces... Tú no eres un desviado, ¿no es así?

—Estás en lo cierto, no lo soy pero tuve que casarme con ese bastardo para que le quitase la deuda a mi familia, ya que el muy hijo de puta no paraba de aumentarla.

—Si ese es el caso, comprendo que hayas tomado esta decisión.

—Sí, realmente no tuve opción.—Espero no ser condenado al infierno por este "matrimonio".—Dijo mientras seguía plantando semillas.

—No lo creo, mientras que no te desvíes de tu camino y no abandones tus ideales, todo irá bien.—Dijo sonriéndole.

El rubio cenizo también le sonrió y le respondió:

—Gracias, yo también espero que así sea.

Ellos continuaron con su labor hasta que llegó el momento de comer.

Katsuki iba a comer junto a los trabajadores, mas Shōto lo interceptó y lo alejó de los campesinos para hablar a solas.

—¿Qué quieres? ¿No te dije que no quería verte?

—Sí, pero yo no quiero eso.—Yo deseo estar junto a ti, comamos juntos.

—¡No quiero!

—Katsuki, escúchame. No quiero que estemos peleados por más tiempo.—Así que, perdóname, por favor. Pero entiende que eres mi esposo y sólo tú tienes el deber de satisfacerme. ¿Lo comprendes?—Dijo abrazándolo.

"No, no lo entiendo."

—No, pero da igual.—Me voy a comer con los chicos.—Afirmó con la intención de alejarse del bicolor.

Shōto sintió celos y dijo:

—No, tú te vienes conmigo.—En mi comedor comerás mucho mejor.

"No me dejará en paz y, si me niego, va a empeorar la situación."

—Tchs, está bien.

El de ojos desiguales sonrió y dijo:

—Gracias, Katsuki.—Te amo mucho.

Una vez más, Shōto lo besó y el rubio cenizo no se resistió a él porque no sentía ganas de pelear.

"Lo que hay que aguantar para que salde una jodida deuda."—Pensó durante el beso.

Después de unos segundos, se separaron y fueron juntos al comedor de Shōto, donde el susodicho aprovecharía para saber cómo había sido la jornada de su amado.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora