Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)

Boda.(Corregido)

***

Al día siguiente, tal y como Shōto le había prometido al joven campesino, apareció con su lujoso carruaje para llevar consigo a Bakugou con el fin de contraer matrimonio.

"Finalmente Katsuki será todo mío, por siempre."—Pensó sonriendo triunfalmente.

El jinete anunció que habían llegado al hogar de los Bakugou y el bicolor se bajó. A continuación, se dirigió a la puerta y dio un par de toques.

>¡¿Quién es?!

Era la voz Katsuki.

—Soy tu futuro esposo, vengo a por ti para casarnos hoy.

>Tks, qué molestia. Ahora salgo.

—Pero déjame entrar, quiero saludar a mis suegros.

>Ellos no están aquí en este momento, se fueron a trabajar muy temprano.

—Es una pena...—Bueno, si no quieres que pase, te espero aquí fuera. Te doy cinco minutos para estar preparado y no se te ocurra hacer alguna estupidez como tratar de huir.

>Como sea.

Entonces escuchó los pasos del rubio cenizo alejarse.

"Espero que no me dé muchos problemas."—Pensó el duque apoyándose en la puerta.

Entre tanto, en el interior de la casa del campesino, el susodicho agarraba lo poco que tenía: Dos camisetas, dos jerseys y dos pantalones que introdujo en un saco de tela. Un calzoncillo. Zapatos sólo tenía los que llevaba puestos y ya se dispuso a salir.

—Has tardado menos de cinco minutos, ¿tantas ganas tienes de casarte conmigo~?

—No, no tengo ganas ninguna pero no tengo otra alternativa.—Vámonos.

—Sí, Mi Katsuki~—Dijo agarrándolo de una de sus manos.

El mayor ayudó al más joven a subir al carruaje, cosa que lo molestó bastante.

—¡No soy una mujer, así que no tienes que ayudarme!

—Lo sé, solamente quería ser cortés contigo~

—Chs, vete a la mierda.—Le contestó apartando su mano de un manotazo y subiendo al carruaje sin mirarlo.

Shōto no dijo nada y se limitó a suspirar.

"Si tan sólo dejaras de ser tan obstinado, podría darte todo lo que quieras y más."—Pensó subiendo entrando tras su prometido.

Una vez que ambos estuvieron dentro del carruaje, Katsuki miró seriamente a Shōto y le dijo:

—Hay algunas cosas que quiero dejar en claro.

—Adelante, dime cuáles.

—Quiero que tengamos vidas lo más separadas posibles, quiero poder seguir trabajando y que los dos podamos coger con quien nos venga en gana.

El duque puso la mayor cara de disgusto que una persona podía poner y le respondió:

—Katsuki, parece que no entiendes que este es un matrimonio serio y que es imposible que tengamos vidas separadas o que nos acostemos con otras personas.—Solamente te permitiría trabajar porque sé que tú no eres del tipo de persona que le guste holgazanear demasiado.

—¡Pero yo no soy un desviado como tú! ¡Me gustan las mujeres!

La mirada de Todoroki se oscureció y dijo:

—Ya te acostumbrarás a mí con el tiempo pero no busques a otras mujeres con las que satisfacerte. De eso ya me encargaré yo.

—¡Hijo de puta!