Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)

Sacrificio.(Corregido)

***

Había llegado el día del cobro de la deuda, sin embargo, el matrimonio Bakugou; no pudo reunir todo el dinero a pesar de que tanto ellos como su hijo se habían esforzado por trabajar.

—Nos falta dinero...—Comentó Masaru entristecido.—¡¿Ahora qué será de nosotros?!—Gritó desesperado, apoyando sus manos sobre la vieja mesa de madera de la cocina.

Mitsuki, preocupada por su marido, lo abrazó por los hombros para atraerlo hacia su cuerpo con el fin de consolarlo.

—Querido, sé que es una situación desesperada pero ten fé, tal vez podamos negociar con el Duque Todoroki.

Él la miró y le preguntó:

—¿Tú crees?—Solamente somos unos campesinos, no tenemos nada de valor para él.

—Bueno, ya se nos ocurrirá algo pero no te vengas abajo. Conseguiremos salir adelante.—Dijo ella tratando de animarlo.

El hombre de cabello castaño le sonrió y puso una mano sobre una de las de su esposa para decirle:

—Gracias, querida. Eres la mejor mujer que podría desear.

Se miraron con amor y, a continuación, se dieron un beso.

—A todo esto, ¿dónde está Katsuki?—Preguntó su esposo.

—Él está terminando de recolectar zanahorias, enseguida vendrá.

—De acuerdo. Lo esperaremos aquí, tal vez a él se le ocurra algo para que podamos conseguir dinero para la deuda. Nuestro hijo es muy inteligente después de todo.

—Sí, por supuesto, querido.

Ambos permanecieron juntos en la cocina hasta que su hijo llegó a la casa y lo saludaron.

—Hoy es el día del cobro, ¿no?—¿Hemos obtenido el dinero necesario?—Preguntó dejando el saco con zanahorias en el suelo.

—Desgraciadamente, no.—Respondió su padre.

Los ojos del rubio cenizo se abrieron como platos, no podía creerlo.

—¡¿Qué?!—¡No puede ser! ¡Dejad que cuente el dinero!—Gritó acercándose a la mesa.

Sus padres le permitieron contar el dinero y comprobó que, efectivamente, no era suficiente para saldar la deuda.

"Mierda."—Pensó frustrado.

—¿Cuánto tiempo queda para el cobro de la deuda?—Preguntó mirando a sus padres.

—Es hoy, hijo. Ya no podemos hacer otra cosa que esperar a que el duque llegue para negociar con él.—Le contestó su madre.

—Ya veo...—Susurró el rubio cenizo apretando sus puños.

Sabiendo esto, la familia se resignó a esperar a que llegas el duque.

***

El Duque Shōto Todoroki, estaba ya listo para salir de su mansión y cobrarse la deuda de la familia Bakugou.

"Ojalá esté Katsuki también, así podré intentar convencerlo de que sea mío de una vez por todas."—Pensó sonriendo lujuriosamente al imaginar al campesino sobre su suave y enorme cama gimiendo su nombre.

—Duque Todoroki, el carruaje está listo.—Le anunció el jinete.

—Muy bien. En ese caso, debemos partir ya hacia la casa de los Bakugou.

Dicho esto, caminaron hasta el carruaje y se subieron a éste para emprender su marcha.

El trayecto fue silencio y, en cuanto llegaron al lugar en cuestión; llamaron a la puerta.