Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)

Confrontación.(Corregido)

***

Dentro de la mansión de la Condesa Momo, el Duque Shōto se sentía intranquilo al ver que Katsuki no volvía.

"¿Le habrá pasado algo o estará con una mujer?"

La ansiedad no lo dejaba comportarse tan estoicamente como lo hacía normalmente.

Yaoyorozu notó su inquietud y le dijo:

-Si estás preocupado por tu esposo, puedes ir a buscarlo.

-¿Me lo permites?

-Por supuesto.

-Gracias, Condesa Momo.-Volveré cuanto antes.

Ella asintió y el se marchó sin mirar atrás.

"¿Estará aquí dentro?"-Pensó andando a toda prisa por los pasillos y abriendo puertas.

-No está aquí tampoco.-Dijo con tono molesto.

Entonces, cuando iba a subir a otra planta, una mujer se acercó a él.

-Disculpe, ¿está buscando algo, Duque Shōto?

Él se giró y le contestó:

-No, más bien a alguien. Concretamente a mi esposo, ¿lo ha visto, Marquesa Kendou?

-Pues... ¿Su esposo es rubio?

-Sí.

-En ese caso, busque por el jardín. Lo he visto por allí.

El bicolor permaneció parado, analizando a aquella mujer.

"No parece estar mintiendo. Saldré al jardín."

-De acuerdo, gracias.

-No es nada, Duque Shōto.

Él se alejó corriendo del lugar para salir al jardín.

"Es enorme. Seguro que voy a tardar en encontrar a Katsuki."

Recorrió el inmenso jardín durante quien sabe cuánto tiempo hasta que divisó a su marido, quien se encontraba sentado en un banco.

-¡Katsuki!

El mencionado dio un respingo, mas no lo miró ni le dijo nada.

"Algo le pasa a Katsuki."-Pensó preocupado.

-Katsuki, ¿qué haces aquí? ¿Te ha pasado algo?-Le preguntó arrodillándose a la altura del rubio cenizo.

El excampesino se hartó y miró a Shōto directamente a los ojos.

-¡¿Qué me pasa, preguntas?!-¡No te das cuenta de que me has enfermado! ¡Me has arruinado como hombre!

El duque no entendía lo que su amado le estaba diciendo, así que no dudó en preguntarle.

-Katsuki, no te entiendo. ¿Me puedes explicar cuál es el problema exactamente?

-Te lo diré: ¡He intentado hacerle el amor a una mujer y no he podido porque ya no puedo tener erecciones como un hombre de verdad!-¡Me has convertido en un impotente!

-Así que has intentado serme infiel con una mujer y me culpas de no haber podido tener una erección con ella. Como si fuera yo el que debe pedir perdón... ¿Te das cuenta del disparate, Katsuki?

-No es ningún disparate. Me has vuelto impotente.

-¿Impotente?-Tú no eres impotente, siempre tienes erecciones cuando te hago el amor y te corres mucho. El problema reside en tu mente, no en tus genitales.

-¿En mi mente?-¡Ni que estuviera loco!

-No, no lo estás.-El problema con tu mente es que no aceptas la realidad: Te has vuelto mío y tu cuerpo no reaccionará con nadie más que conmigo.

-¡Qué estupidez!

-No es ninguna estupidez y te lo voy a demostrar.-Vamos a un lugar más oscuro.

El rubio cenizo no protestó debido a que creyó que le demostraría a Shōto que se estaba equivocando.

Sin embargo, al hallar un lugar más íntimo, el más alto empezó a tocar el cuerpo del contrario, iniciando por el torso. Provocando sensaciones placenteras en el excampesino.

"Mierda. Estoy teniendo una erección."

-Ngh...-Gimió Katsuki.

Shōto sonrió satisfecho y conectó su mirada con la del pasivo para decirle:

-Parece ser que no eres impotente, Katsuki. Así que, ¿vas a reconocer que te has vuelto mío?

-¡No! ¡No lo soy!

El activo suspiró y dijo:

-Ah... Eres muy terco, Katsuki.-Pero voy a hacer que entres en razón.

-¿Q-Qué vas a...?

Shōto se puso de rodillas y comenzó a masturbar al excampesino.

-A-Aah... S-Shōto...

-¿Ves?-Tu cuerpo es muy honesto. Eres mío ahora, ríndete.

-Aaah... Mmm~

"Y sigue sin decir nada."-Pensó insatisfecho.

Entonces, cuando por fin Katsuki se corrió, él se incorporó para seguir hablándole a su marido mas, sin esperarlo; éste lo tomó de la nuca para besarlo.

Aquella acción sorprendió al bicolor que, tras los segundos iniciales de estupefacción, correspondió al beso de su amante.

"No puedo creer que lo esté besando pero es algo que necesitaba hacer."-Pensó el rubio cenizo.

Su apasionado beso con lengua duró unos minutos hasta que separaron sus labios.

-¿Ahora qué dices, Katsuki? ¿Ya lo has entendido?

El mencionado no respondió inmediatamente pues estaba procesando lo que acababa de suceder.

-Yo... Creo que estoy confundido.

Su respuesta alivió a Shōto, pues al menos ya no estaba negando nada ni insultándolo.

"Es un avance."

-Está bien. No te preocupes, Mi Katsuki.-Tómate tu tiempo, yo no te voy a presionar. Seré paciente.

-Sí... Tengo mucho en lo que pensar.

-Lo sé. Ahora tenemos que volver a la fiesta pero ya no te vayas de mi lado, ¿de acuerdo?

-Sí, ya no me alejaré de ti.

Sus palabras hicieron que el pulso de Shōto se acelerase de la emoción pero no dijo nada y se limitó a agarrar la mano izquierda de su amado para volver con el resto de invitados a la fiesta de Momo.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!