Nuevas sensaciones (I).(Corregido)

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***

La mano de Shōto acarició el abdomen del contrario hasta llegar a las partes íntimas de éste.

"Está bien dotado Mi Katsuki."—Pensó comenzando a tocar la virilidad del rubio cenizo, que no estaba muy erecta.

—¡Mm!—Gimió ahogadamente.

El bicolor sonrió y pensó:

"Lo está disfrutando."

Viendo que el ex campesino no se resistía, él siguió masturbándolo.

—Katsuki, gime un poco.

—N-no... Ngh.

El duque frunció el ceño y le contestó:

—Vamos, no seas terco.

—Nunca... Cederé.

Su respuesta molestó al más alto, que decidió incrementar la velocidad con la que lo complacerlo.

—A-Aah... Nn~

—Parece que lo estás disfrutando mucho, Mi Katsuki.

Como su marido no lo quería reconocer ni soltar ningún sonido, se aferraba a las sábanas a la vez que movían su cabeza de un lado a otro.

"Eres malo, Katsuki."

—Katsuki, no seas así. Gime para mí, muéstrame lo mucho que disfrutas.—Dijo masturbándolo con una mayor intensidad.

"Mierda. Me está gustando, no voy a poder aguantar mucho más."

—¡Ah...!—Exclamó al borde del orgasmo.

Shōto sonrió y continuó hasta que su esposo se vino en su mano.

—Eso es, sigue así.—Gimiendo para mí.—Dijo sin dejar de mover su mano de arriba abajo, observándolo fijamente.

—A-aah... ¡Ah...!—Gimió en voz alta mientras alcanzaba el clímax.

Finalmente, acabó en la mano del otro sin poder hacer nada.

"Joder. ¡Ahora soy un puto maricón!"—Pensó ocultando parte de su cara con su antebrazo izquierdo.

El bicolor, una vez que se hubo limpiado su mano con un pañuelo, agarró el antebrazo de su amado y, con delicadeza; se lo apartó para decirle:

—No llores, Katsuki.—Es bueno que te hayas podido sentir bien porque me eso significa que podrías llegar a amarme y eso me hace feliz.—Dijo sonriendo con ternura mientras le acariciaba el rostro.

Sin embargo aquella acción, lejos de reconfortarlo, provocó que se enfadase.

—¡Vete a la mierda!—Le gritó el rubio cenizo apartando su brazo de un manotazo.—¡Yo no quiero ser un enfer-!

El duque no quiso que su cónyuge terminase la frase, así que le besó.

"Odio que diga eso, pero prefiero callarlo de esta manera que discutir."

Comenzó a morder ligeramente los labios de su amante para introducir su lengua en la cavidad bucal del más joven.

—¡Déjame...!—Le gritó Katsuki apartándolo de su boca.

A Shōto le dolió el rechazo del más joven pero respetó la decisión del otro y se apartó.

—Está bien.—Por hoy no haremos nada más y dormiremos. Pero mañana no te vas a librar y te haré el amor como nadie nunca te lo ha hecho.

El ex campesino ni se molestó en responderle y se puso el pijama para luego ir al baño para asearse y hacer sus necesidades antes de dormir, al igual que su marido.

—Buenas noches, Katsuki.—Dijo el de ojos desiguales arropándose para dormir.—Que descanses.

El susodicho ni se molestó en contestarle y cerró los ojos para dormirse poco a poco.

***

A la mañana siguiente, eso de las tres y media de la mañana, el rubio cenizo se levantó con cuidado de no despertar a su esposo y se dirigió al baño con su ropa de trabajo y la de duque, pues quería ser visto por los empleados de la mansión.

"Menos mal que tiene el sueño profundo."—Pensó alejándose de la cama con sigilo.

Consiguió con éxito ducharse y vestirse sin ser notado. Luego se dirigió a la cocina para hacerse el desayuno, pues los cocineros aún no habían llegado.

"Son unos vagos aquí. Yo de niño me despertaba a las cinco como muy tarde."—Pensó cocinándose los alimentos.

En cuanto terminó, desayunó tranquilamente y luego salió de la cocina para salirse a cambiarse de ropa, pues no se podía trabajar con aquella ropa de rico.

"Ya está. A trabajar."—Pensó yendo hacia el lugar que había acordado con los trabajadores.

***

Más tarde, eso de las ocho de la mañana, Shōto se despertó de golpe y, al girarse y no ver al rubio cenizo a su lado; se alteró y se levantó corriendo para buscarlo.

—¿Sucede algo, Duque Shōto?—Le preguntó Tenya, su leal amigo y empleado.

—¡Mi esposo ha desaparecido! ¡Tenemos que encontrarlo!

El joven de cabello azul marino se sorprendió al verlo así y le dijo:

—Tranquilícese, puede que esté cerca. Así que no se preocupe.

—Sí, claro. ¡Pero vamos a buscarlo inmediatamente!

—Sí, señor.

Entonces Iida se apresuró a movilizar a algunos de los empleados de la mansión.

"Te encontraré, Katsuki."

Se decidió por los sitios por los que cada grupo de trabajadores iría. Shōto insistió en buscarlo por el exterior de la mansión, ya que tenía una corazonada sobre su paradero.

Así que salió de la mansión y revisó todo el jardín, que le tomó bastante tiempo, después fue por la zona del huerto y, al llegar allí, lo vio.

—¡Katsuki!—Gritó yendo hacia él.

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Obligado a casarse con el duque.(Todobaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora