Rotos |Lucifer Morningstar × Fem! Reader|

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✧•°• Mentira de patas cortas °•°✧

Estos días con la llegada de Sir Pentious habían sido una locura pero, por suerte, no pasó nada grave. Charlie lo perdonó por tratar de delatarnos con los Vees -para quienes trabajaba- y le permitió quedarse en el hotel para redimirse. Y la verdad, habría pagado por ver la cara de Vox cuando se enteró de la decisión de Sir Pentious. Pero...

... ahora mismo, mi mayor preocupación era Lucifer.

El fin de semana había llegado y, con él, venía la charla para la que me había preparado toda la semana.

-.... Sé que te dije que iría a Ciudad Imp para trabajar con Blitzø en su empresa, pero... n-no es cierto.- desvié la mirada. -En realidad yo.... ¡Ahgr ¿por qué es tan jodidamente difícil?!-

Husk rodó los ojos, dándole otro sorbo a la botella en sus manos.

-Eres tú quien lo hace difícil.- comentó Husk con tranquilidad.

-¡Si estuvieras en mi situación no dirías lo mismo!-

-Para empezar, yo no metería en una situación como esa.-

Pegué la frente a la barra, lamentando mi mala suerte.

No podía seguir postergando ésta mentira, pero.... no encontraba las palabras correctas para cortarla de una vez por todas. Y Husk no estaba ayudando mucho.

Sentí una mano sobre mi hombro y, por instinto, me encogí en mi sitio, rehusándome a alzar la cabeza.

-Dudo que quiera hablar con alguien ahora mismo.- escuché decir a Husk.

-Oh... No era mi intención molestarla. Ya me v.....-

Me incorporé -de un brinco- sobre mi asiento al escuchar la voz de Charlie y, sin perder tiempo, la sujeté de las muñecas, impidiendo que se fuera.

-¡No, espera!- rogué. -N-Necesito un consejo...-

Charlie sonrió emocionada.

-¡Claro! Estaría más que encantada de ayudarte.- comentó, sentándose junto a mí en la barra.

-Verás, yo... ahmm....-

-Le mintió a su suggar y ahora no sabe cómo decirle la verdad.- me interrumpió Husk, impaciente. Le di una mala mirada por el apodo.

-Bueno, en ese caso... Lo mejor sería que esperes a que ambos estén en un ambiente tranquilo e íntimo para decirle la verdad, procurando ser honesta en todo momento.- explicó Charlie, de forma pausada. -Aunque debes estar preparada para su posible reacción; es decir, hay quienes se enojan o lloran al sentirse engañados. Pero la sinceridad siempre es el camino correcto para una relación sana y funcional.- sonrió.

-¡Tienes razón!- me levanté rápidamente para respirar hondo, armándome de valor. -Iré y le diré la verdad a Luc.... err... ¡A esa persona!-

Husk abrió los ojos con horror al ver que, casi, suelto el nombre de Lucifer delante de Charlie como si nada. Por suerte ella no lo notó.

-¡Buena suerte, Litz!-

-Gracias, Char.- sonreí.

Iba a necesitar toda la suerte del infierno si no quería meter la pata.

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En cuanto llegué al palacio Morningstar y crucé la reja, ¡bum! fui transportada a la habitación del todopoderoso rey. Y Lucifer no perdió tiempo para lanzarse a abrazarme, haciéndonos girar hasta caer sobre la mullida cama, conmigo encima suyo.