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Nota de autor: A continuación, los diferentes finales que había planeado; pero narrados desde una perspectiva omnisciente, ya que no las pasé a POV de los personajes.

Saquen sus pañuelos 🤧 y... ¿disfruten?
(sigo sin saber porqué lo pidieron)

  

   

  

  

   

   

  

  
 

  

 

✧•°• FINAL ALTERNATIVO #1 °•°✧
  – Rey sin reina –

   

  

 

 

 
Lucifer voló como un rayo rumbo al hotel, contemplando con horror cada cuerpo sobre el campo de batalla, rezando –como pocas veces– para no encontrar a su amada o a su hija en aquella masacre a sus pies.

Su respiración, agitada, por un segundo pareció extinguirse; mientras contemplaba desde el cielo como Adán sostenía a Litz del cabello, obligándola a alzar la cabeza, mientras dirigía su hacha hacia ella.

Haciendo uso de sus habilidades, solo le llevó un segundo estar junto al primer hombre, propinándole un severo puñetazo que lo hizo volar algunos metros, estrellándose contra uno de los tragaluces del hotel.

–¡Oh, no, no, no, no!¡Carajo, no!— rogó, tomando a su amada para inspeccionarla, notando el reguero de sangre rojiza que caía por su frente, bañando sus manos.

Se obligó a actuar con rapidez, invocando a uno de sus clones que, sin perder tiempo, tomó el frágil cuerpo de la imp; abriendo un portal rumbo al anillo de la pereza y volando hacia él. Pero ni siquiera cuando el portal se cerró, Lucifer dejó de mirar en esa dirección, alarmado y, temeroso.

–¡Ahgr, ya enserio!¡¿Con cuántos demonios mugrientos tengo que pelear?!— la voz de Adán, aunque cansada, logró sacarlo de sus pensamientos.

Y sólo consiguió despertar un sentimiento en lo profundo del rey infernal: la rabia. Sus ojos ardían con odio puro, mientras se acercaba hacia la primera creación de Dios, remangando su camisa. Iba a matarlo a golpes, sin dudas.

 
🍎

 
En la sala de espera se sentía la tensión. Lucifer, que permanecía sentado, no dejaba de mover su pierna de arriba a abajo, impaciente y desesperado. Charlie, a su lado, permanecía de pie, con la mirada perdida; esperando noticias de su amiga y madre.

–¡Maldita sea…!— el grito de Lucifer consiguió alarmar a algunos pacientes que aguardaban en el lugar. Y es que los cuernos rojizos del rey se negaban a mantenerse ocultos por la desesperación que sentía en ese momento.

–Papá, entiendo cómo te sientes pero… esto no va a ayudar a Litz.— susurró Charlie, con suavidad, posando su mano sobre los hombros de su padre para calmarlo.

–¿Señor Morningstar?—

Lucifer se giró, deprisa, con el corazón en la garganta; hacia la pequeña enfermera que venía hacia él, cabizbaja, y con un aire de tristeza.

Rotos |Lucifer Morningstar × Fem! Reader|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora