Narra: Anggela.
Me mantengo en silencio mientras Benjamin conduce y yo voy de copiloto, con el resto de los Miller en los asientos traceros.
Algunas veces mi mirada se desvia hacia la presencia a mi lado, algo de mi que me he percatado y que me encanta cuando tensa la mandíbula cuando se concentra, cómo sus manos marcaban sus venas cada que hace un movimiento y como sus rosados labios de vez en cuando forman una mueca cuando algo le disgusta, benjamin es simplemente perfecto al igual que el resto de sus hermanos.
Alejo mi acosadora mirada de su perfecta figura y me concentro en mirar por la ventanilla del Jeep por lo que queda de viaje hasta llegar a la zona residencial, donde segun tengo entendido solo los de alto rango con buen estatus economico pueden pertenecer a este lugar.
- Llegamos. - Avisa Lucas ayudándome a bajar lentamente para comenzar a caminar junto a sus hermanos a lo que creo es la entrada a un condominio, pasamos por la recepcion y vamos en direccion al elevador para ir directo hacia el piso 49, una vez alli comenzamos a caminar a lo que creo es la entrada de su hogar.
- Espero te sientas cómoda. - Me dice el peli blanco con una linda sonrisa mostrando su perfecta dentadura. - Sientete cómo en casa. - y con esas palabras una fuerte operación se adueñó de mi pecho.
¿Como le hacía saber que no conocía el significado de esa palabra?
Observó a mi alrededor entre asombrada y encantada por el diseño tan inusual y lo grande que es su hogar.
- Ven muñeca te mostraré tu habitación. - Me dice Oliver para luego tomar mi mano y así comenzar a dirigirnos escaleras arriba, al sentir pisadas a mis espaldas supuse que el resto nos estaba siguiendo.
Ese pequeño e inofensivo tacto envío miles de corrientes electricas a todo mi cuerpo y estoy segura de que el también sintió lo mismo por como afianzó el agarre en mi mano.
Cuando llegamos al piso superior visualizo un pasillo lleno de habitaciones.
- Todas estas son nuestras habitaciones, puedes recurrir a cualquiera si necesitas algo, no importa la hora. - Menciona James con una calidez no propia de el.
- Y está es la tuya. - Dice Oliver al llegar al final del pasillo, frente a una puerta azul celeste, mi color favorito, esto es sumamente extraño pero puede que solo sea una simple coincidencia. - Espero te guste, si no es así puedes cambiar lo que tú quieras. - Abre la puerta de la habitación y no puedo estar más asombrada.
- Es hermosa. - Digo al mirar una gran cama, un librero que ocupa una pared completa llena de ejemplares, un hermoso tocador dorado, un baño, un Vestidor y un guarda ropa con todas mis pertenencias dentro. -Muchas gracias... Por todo. - Les sonrió sumamente agradecida.
- Dios mío esa sonrisa me va dejar en cama. - Susurra Williams hacia sus hermanos Pero logro oírle.
- Y a mi bajo una larga ducha. - Comenta Benjamin intentando acomodar... ¿Su entrepierna?
Oki... Hare como que no ví esto último.
- Con mucho gusto hermosa. - Dice un muy sonriente Henry.
A estos les sucede algo, ni es normal que cambien tan drásticamente, hace unos días atrás eran palabras hirientes, miradas desafiantes, no me creo eso de su acción samaritana.
<< Aquí hay gato encerrado. >>
- Nosotros nos retiramos, tenemos asuntos pendientes que resolver. - Benjamín asiente hacia sus hermanos y es como si se comunicaran telepáticamente o se entendieran entre miradas, para luego salir junto a Henry y James, dejandome con el resto.
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Renacer. [+21] LIBRO¹
RomanceUn mito dice que cada cien años se enamora un ángel y un demonio, uno sacrifica su paz y el otro renuncia a su odio, ¿que pasará? cuando dicho demonio viene multiplicado por siete, ¿que pasará? cuando dichos demonios con pulcros uniformes militares...