Capítulo 4

235 43 1
                                    

Jokebed se encontraba en la biblioteca, revisando libros y demás. Escuchó un suave golpe en la puerta y después vio una pequeña nota pasar por debajo de esta. Con el ceño fruncido caminó hasta llegar a tomar el trozo de papel.


Iré a la cascada, te espero allá.

No tardes mucho...

Erick 


Sonrió y continuó con su labor esperando que pasaran unos minutos para seguir al travieso chico de la nota.


Erick se encontraba bajo el agua de la cascada disfrutando de la refrescante sensación. Jokebed observó desde la orilla al chico; esta vez vestido, con una camisa blanca que llegaba hasta la mitad de sus muslos.

La ropa se tornaba transparente debido a la humedad, por lo que casi nada quedaba a la imaginación. El cuerpo de la alfa empezó a reaccionar debido a la excitante imagen que tenía al frente, un bulto se hacía presente en su parte baja y justo en ese momento el omega volteó hacia ella.

—Jokebed— la llamó con una sonrisa en el rostro.

—Hola precioso— respondió devolviendo el gesto.

El omega caminó hasta la orilla y la chica pudo apreciar más de cerca el cuerpo de Erick.

—Me estás viendo como si quisieras comerme— le dijo en tono de broma.

—Entonces mi expresión no miente en absoluto— respondió aún con la mirada lasciva sobre el omega.

Debido a la confesión Erick se ruborizó, la mirada de Jokebed era tan penetrante que empezó a ponerlo tímido.

—M..Me voy a cambiar, voltéate, por favor—dijo nervioso.

—¿Por qué vas a hacerlo? Apenas te metiste a la cascada unos minutos antes de que yo llegara.

—La ropa está muy transparente, y y..yo — una chaqueta fue puesta sobre los hombros del omega.

—¿Así está mejor? Úsala por ahora, luego te vistes...— le dijo mientras se sentaba sobre el suelo. 

Palmeó el lugar junto a ella invitando al omega a sentarse. 

—Es bueno venir a despejar la mente un momento, la biblioteca me tenía realmente cansada. 

—¿Te gusta la idea de ser la futura consejera real?— preguntó el chico en tono suave.

—Supongo...

Ante la corta respuesta, Erick quedó insatisfecho. El cargo de consejero real era uno muy importante, algo que muchos anhelaban ser, pero Jokebed no mostraba entusiasmo alguno.

—¿No es lo que has deseado desde siempre?— se atrevió a preguntar.

—No recuerdo haber deseado algo alguna vez— respondió con la mirada perdida hacia el frente —Desde que tengo memoria ha sido la voluntad de mi padre que yo siga su camino, supongo que desde que supo que soy alfa.— terminó de hablar con un pesado suspiro.

Erick la observó con curiosidad tratando de comprenderla y deseando saber más sobre ella, sus deseos, su carácter, sus pensamientos. Anhelaba conocer todo de esa alfa. 

—¿No quieres entrar de nuevo al agua?— la expresión de la alfa cambió de un momento a otro —Entraré contigo.— le ofreció con una sonrisa y rostro resplandeciente. 

La alta chica se levantó y empezó a abrir los botones de su camisa. El omega abrió los ojos en asombro, avergonzado por lo que la alfa estaba haciendo.

Futuro ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora