Capítulo 15

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Erick se había quedado solo en una esquina del salón, la tonta alfa que decía no estar interesada en su primo ahora se encontraba conversando muy a gusto con él.

El omega puso los ojos en blanco y se dispuso a tratar de salir de ese lugar lleno de gente sin ser visto. Jokebed al parecer no había asistido a su fiesta de compromiso y eso en parte era lo mejor, aunque el no verla le causaba un amargo sentimiento.

Pudo salir del lugar sin problemas y se disponía a subir las escaleras cuando escuchó una conversación que llamó su atención.

—No he visto en toda la noche a la alfa Jokebed— dijo la omega desconocida.

—¡Oh! Ella no pudo asistir, se encuentra indispuesta— respondió la omega mayor.

—¿Está enferma?— preguntó la omega menor un tanto preocupada.

—No, mi hija... se encuentra en su celo— respondió tímida.

La omega joven mostró un rostro triste.

—¿Ella... está pasando su celo con alguien?— Erick desde su escondite no pudo evitar ponerse alerta y ansioso ante esa pregunta, desesperado por saber la respuesta.

—No, no...mi pobre hija está sufriendo mucho. Hemos intentado buscarle ayuda, pero ha rechazado a todos los omegas, los supresores apenas y le ayudan a calmarse un poco.— una sonrisa se mostró en la contraria y se atrevió a ofrecer su ayuda, dado que desde hace mucho gustaba de la alfa con aroma a menta y esa era una buena oportunidad para acercarse a ella.

—Me permitiría usted ir a verla, yo... he estado enamorada de ella por un tiempo, este es el momento en que más me necesita, yo la ayudaré a calmar su dolor.

La omega observó los ojos brillantes de la joven, que parecía estar entusiasmada por ir con la alfa; en respuesta asintió y tomó su mano.

—Por favor, cuida de mi hija. Mi alfa y yo estaremos ausentes por un par de días.

La omega asintió y se marchó con una gran sonrisa en el rostro. 

Erick reaccionó en cuanto ambas mujeres se despidieron y se fueron en dirección contraria. Sentía que la sangre le hervía, quería matar a esa omega que se había atrevido a poner los ojos en Jokebed

¡¿Había dicho que estaba enamorada de ella?!

Con cólera bufó y apretó los puños tratando de controlarse para no arrastrarla de vuelta al palacio. ¡De ninguna manera iba a permitir que esa estúpida omega acompañara en el celo a SU alfa!

Caminó tras ella y justo antes de que saliera de la puerta principal la llamó.

—¡¿HACIA DÓNDE VAS?!— el omega no supo controlar su tono de voz y se escuchó más como un grito. La joven volteó asustada hacia atrás y al ver al príncipe no dudó en saludarle con una reverencia.

—¡Alteza!— Erick la veía de manera despectiva, sus ojos parecían rayos láser escaneando el cuerpo de la contraria.

—¿En qué área del palacio trabajas?— preguntó al notar su atuendo perteneciente al de los empleados del palacio.

—Estoy en la cocina Alteza.

—Ummm... por lo visto las personas en la cocina no tienen mucho que hacer, este día se celebra mi fiesta de compromiso, hay muchos invitados adentro y tú todavía tienes tiempo para salir a tomar aire fresco.

—Yo... Alteza, yo iba a...

—¡Será mejor que vuelvas ahora mismo a tus labores! ¡No quiero volver a verte desperdiciando el tiempo de nuevo!— el tono del omega era brusco y demandante, la joven tembló en su puesto y asustada hizo una pequeña reverencia para correr de nuevo hacia dentro del palacio.

Futuro ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora