Capítulo 8

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Las cosas entre Jokebed y Erick iban de maravilla; aunque por más que la alfa tratara de ser cautelosa para aún no ser descubiertos, el omega parecía estar deseoso de que todo saliera pronto a la luz.

Hacían ya unos cuantos días de que el príncipe Dante había zarpado hacia su última expedición. El nuevo anuncio fue dado, sobre la nueva fecha de coronación del príncipe heredero.


—Tus manos son tan suaves— dijo Jokebed mirando con atención y tocando con delicadeza las tersas manos del omega.

Ambos se encontraban acostados sobre la suave grama en la orilla de la cascada, uno al lado del otro, con la mirada fija en el contrario, en un silencio para nada incómodo. Jokebed sonrió y fue correspondida por Erick de la misma manera. Ella no se cansaría nunca de ver el rostro del omega bajo la luz del día que los golpeaba con suavidad.

Su piel blanca brillaba deliciosamente bajo la luz, sus ojos miel destellaban como pequeñas estrellas, su cabello rubio se movía con suavidad por la brisa fresca que emitía el agua de la cascada y sus carnosos labios jamás perdían el tono rosa natural.

—Eres tan hermoso— la voz de la alfa fue tan suave, casi como un susurro emitido para ella misma. El pequeño sonrojo del omega se hizo notar de inmediato.

Un suave beso cortó la pequeña distancia entre ambos, solo era un toque de labios, nada comparado con los besos anteriores, esta vez, era una declaración transmitida a través de ese contacto.

—Te amo— las palabras emitidas por primera vez, por parte de la alfa, hicieron que el corazón de Erick bombeara con fuerza como si fuese a salirse de su cuerpo.

—Yo también te amo— respondió con un pequeño puchero producto de la emoción contenida en su ser.

Jokebed acercó más hacia ella el cuerpo del omega fundiéndolo en un abrazo. Estaba enamorada, se había enamorado total y perdidamente del príncipe de Volkov y eso era todo lo que importaba en ese momento. 

Erick caminaba de vuelta al palacio, la sonrisa de su rostro no se borraba

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Erick caminaba de vuelta al palacio, la sonrisa de su rostro no se borraba. En su mente repasaba una y otra vez las palabras de Jokebed, su alfa.

Te amo

La emoción estaba que no cabía en su ser, había encontrado a su alfa y estaban enamorados. Pronto se casarían y tendrían una linda familia. Ese era el sueño de Erick desde que conoció a Jokebed. Estar con ella para siempre.

Su camino a la habitación fue interrumpido.

—Alteza, el Rey y la Reina lo esperan en el salón real.— la expresión del beta era de pena.

¡¿Habrán descubierto su relación con Jokebed?! Fue lo primero que se le vino a la cabeza.

Caminó hacia el salón real un tanto nervioso, si bien era su deseo dar a conocer su relación con Jokebed, eso no quitaba su temor hacia la reacción de sus padres o mejor dicho del rey.

Al abrirse las puertas y entrar, lo primero que vio fue a su madre llorando desconsolada en el hombro del rey, su padre tenía el rostro con expresión dolorosa, que aunque no derramaba lágrimas parecía estar conteniéndolas por dentro.

—¡Madre!— corrió hacia ellos —¿Por qué lloras?

La omega despegó su rostro del hombro del rey al escuchar a su hijo menor y volteó hacia él para abrazarlo con fuerza.

—Hijo, mi bebé, ¿Por qué mi Dante? ¿Por qué?— sus palabras apenas eran claras debido al llanto, Erick no comprendía a qué se refería su madre, pero un miedo desconocido fue ingresando a su cuerpo haciendo que se le erizara la piel.

—Hijo— habló su padre —Tu hermano, tuvo un accidente en alta mar... hubo una fuerte tormenta...

La mente de Erick se detuvo, en espera de lo que su padre iba a decirle.

—Él... Dante ha muerto...

Inerte... así estaba Erick, sin expresión en su rostro, simplemente en blanco, tratando de entender las palabras que habían salido de los labios de su padre...

˵Dante ha muerto˶

˵Dante ha muerto˶

˵Dante ha muerto˶

Cuando esas palabras fueron cobrando sentido en su mente, sus ojos empezaron a cristalizarse. Su hermano, su amado hermano...

Los poros de su piel se erizaron, la presión en su pecho empezó a cortarle la respiración, comenzó a sentir su rostro húmedo... Y luego, todo se volvió oscuro y distante a su alrededor.


Abrió los ojos lentamente, en cuanto estuvo consiente se vio en su habitación recostado en la cama. Sus padres sentados en el sofá de al lado, en espera de que su hijo menor despertara. El recuerdo sobre la noticia de la muerte de su hermano lo golpeó de inmediato.

Empezó a llorar, hipando y con la respiración agitada.

—Erick— su madre, la Reina, no era buen consuelo por el momento, ya que se encontraba devastada, con el rostro completamente demacrado por el llanto. —Hijo, has despertado.

—¿Dónde está Dante?— preguntó entre sollozos.

La Reina soltó a llorar de nuevo, en su lugar el Rey respondió a la pregunta.

—El cuerpo de tu hermano está siendo preparado para el funeral— los brazos del Rey rodeaban el pequeño cuerpo de la omega que sollozaba a su lado.

Ambos omegas en la habitación eran consolados por el Rey, quien en su dolor como padre, trataba de ser fuerte para su esposa e hijo. Había perdido a su primogénito, su amado sucesor, su hijo alfa, ¡¿Cómo podría superar tal desgracia?!, si tan solo se hubiera opuesto a ese viaje y hubiera impedido que su hijo viajara hacia la muerte.

El aviso fue dado a todo el Reino, el príncipe heredero había muerto. Mucha tristeza se vivió en los pobladores, además de la preocupación sobre el futuro de Volkov.

La ceremonia del último adiós se llevó a cabo en el palacio, asistió toda la nación. El salón real estaba decorado con cientos de rosas blancas, el ataúd finamente detallado con diseños en oro se encontraba al frente del lugar, la fotografía del alfa Dante mostraba el hermoso rostro del joven que ahora yacía dentro de la estructura tallada.

El cuerpo del príncipe había sido rescatado por otra embarcación, gracias a ello, ahora tenían una oportunidad para despedirlo y darle debida sepultura.

Los bonitos ojos de Erick estaban hinchados y rojos de tanto llorar, su aroma denotaba tristeza y un profundo dolor. Jokebed sentía la necesidad de consolar a su omega, quería abrazarlo y darle fortaleza en ese momento tan difícil de su vida, pero... no tenía ese derecho ante los demás, tal acción causaría una molestia ante los ojos del Rey y de su padre, no era momento para conflictos dentro de la situación actual.


:(

Ya iremos entrando en la trama central de la historia, el príncipe heredero a muerto. 


Porfis no olviden dejar su estrellita si les ha gustado el capítulo. 


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