1.

232 18 1
                                    


Capítulo 1.


Narra Remus.


Decir que es complicado, creo que es hacer una apreciación muy vaga de la situación. Estoy en casa de Sirius, a punto de conocer a mi casi esposa, y digo casi, ya que la boda se realizará mañana.

¿Qué conozco acerca de mi prometida? Isabella Scamander, 21 años, estuvo en la casa de Ravenclaw, curso de especialización en criaturas mágicas como su padre, ha rescatado a 4 especies diferentes hasta ahora. Dulce, simpática y pasional, según Molly.

Ojos verdes, pelo castaño oscuro y muy linda, según Sirius.

Frustrado con la situación, salgo para buscar algún libro que me entretenga, no me molesta el tener que casarme, aunque dije que nunca lo haría, me molesta el hecho de que una mujer joven, que podría buscar un excelente prospecto de marido, se tenga que conformar conmigo. Puedo plantearle el divorcio después de la guerra, así es libre de elegir lo que realmente desea.

Encuentro un tomo de < La magia no verbal y las familias puras. >, comienzo a leerlo, por la simple curiosidad de cómo visualizan el mundo los magos que pertenecen a los sagrados 28. Me sumerjo en el material frente a mí, olvidando la llegada de Isabella.

Escucho ruidos en la biblioteca, miro a través de los estantes, para ver a una hermosa chica repasando con curiosidad los libros. Su sonrisa haciéndose más grande al visualizar un tomo de magia medicinal.

- Que joyas hay en la biblioteca Black. - murmuró mientras abría el libro. Presté atención a sus manos pasándose delicadamente por las hojas, su labio inferior siendo atrapado por sus dientes, la concentración surcando en sus ojos. - A veces me sorprende la manera de ver la realidad que tienen los magos nacidos de muggles. - la escucho divagar desde donde estoy. - Es como si conectaran ambos mundos de una manera fácil.

- Estoy de acuerdo. - digo saliendo de donde estaba, ella se sorprende por mi voz y se queda estudiándome. - Mi mamá era muggle y mi papá un mago, creo que es difícil conectar algunas maneras de vivir, pero se puede con paciencia. - le dediqué una sonrisa, que respondió de la misma manera. Vi curiosidad en sus preciosos ojos.

- Es precioso tener las dos visiones, te ayuda a estar desde una perspectiva más completa en cada área o situación. - asintió. Ladeó su cabeza con una sonrisa. - Tú debes ser mi casi esposo.

No pude evitar reírme. - Lo soy, si estás de acuerdo Isabella. Nunca te obligaría a dar el sí, pero si lo quieres, seré el mejor esposo que puedas tener. - Comencé a acercarme a ella. - Te protegeré de todo, - estudié su hermoso rostro. - hasta de mi mismo.

- Si lo dices por la licantropía, no es algo de lo que debas cuidarme, no te tengo miedo. - dice mirándome fijamente, me encuentro confuso por el hecho de que ella lo sepa. - Me lo dijeron cuando me hablaron de ti y por ello traje muchas pociones matalobos. - una sonrisa apareció en su rostro, me costó corresponderle por la sorpresa, pero no pareció importarle, ya que se acercó más a mi. - Tienes unos hermosos ojos Remus. - Apenas fue un susurro por la cercanía en la que estábamos, mi vista cayó a sus labios por una fracción de segundos y tuve que dar un paso atrás si quería seguir siendo un caballero.

- Lo siento. - Le dije al ver su confusión. - Recordé que debo ayudar a Sirius con un asunto. - me excusé para luego salir lo más rápido que mis pies me lo permitieron.

Cerré la puerta de mi habitación intentando regular mi respiración, esto no es una buena idea si ella me atrae, no debería. No puedo dejar que me atraiga.

Sempiterno. - Remus Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora