Sempiterno. - Remus Lupin.

8.

Capítulo 8.

Narra Isabella:

Hacía rato que no veníamos a una reunión de la Orden, no cuando en las últimas estábamos muy ocupados con otras cosas como para recordar los compromisos que teníamos.

- Al fin vienen a una reunión. - dice Severus con evidente enfado.

Remus pasó su brazo por mis hombros, atrayéndome más hacia él.

- Tienen cosas más importantes que hacer quejicus, que no lo entenderías ya que no tienes novia. - dice Sirius burlón.

- Esta vez le daré la razón a Sirius. - habló Remus sorprendiéndome, él no es de hablar de este tipo de asuntos en ningún lugar. - Estábamos bastante ocupados como para recordar las reuniones. - su mano bajó hasta posicionarse en mi pierna, dándome sensaciones que no debería tener en una reunión como esta.

Comencé a sentirme incómoda, por lo que busqué que lo causaba, para encontrarme con la mirada dolida de Tonks, me removí incómoda en mi lugar, notando como Remus es ausente de todo ello.

Y pienso que si estuviera en su lugar, también me dolería ver cómo el hombre que amo se casó con alguien más y habla de lo bien que la pasa.

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Tiro la cadena por vez número 4 en lo que vamos del día, agradezco que Remus no esté para que no se entere que estoy así de mal vomitando.

Seguro fue lo que comí, porque aprovechando que él no estaba, me preparé muchos pururús para ver películas. Ahora me arrepiento de ello.

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Me despierto porque siento caricias en mi cara, me doy vuelta para mirarlo, está con esa sonrisa tan preciosa que carga siempre.

- Hola hermosa. - dice y noto el cansancio en su voz.

- Hola Remus. - sonrío, viendo como sus caricias van más abajo. No me molesta hacer el amor de nuevo con él, como cada vez que llega.

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Me despierto con ganas de vomitar de nuevo, salgo rápido de los brazos de Remus y corro al baño. Cuando salgo del baño me topo con el pecho desnudo de mi esposo, que está con duda en sus ojos.

- ¿Qué sucede Isa? - pregunta con clara confusión.

- Hace dos días que estoy así, creo que me hicieron mal unos pururús que comí. - le digo buscando el calor de sus brazos, odio sentirme mal físicamente.

- Isa, - me separa de su cuerpo mirándome con emociones que no sé reconocer. - ¿Y si estás embarazada?

Su pregunta cae en mi como un balde de agua fría, nos estamos cuidando, eso es imposible. Lee las dudas en mis ojos y lo aclara.

- Los métodos fallan hermosa, estamos más tiempo en la cama que en cualquier otro lado, no sería raro que lo estuvieras. - la calma en su voz me hace dudar.

- ¿No te molesta Remus?

- Creo que no sé como explicarte todo lo que siento con esta posibilidad, nunca quise hijos y te lo he dicho creo. Pero inexplicablemente, estoy muy emocionado por saber si es positivo ahora. - Me abraza por la cintura y me carga hasta depositarme en la cama con él cubriéndome -. Creo que tiene que ver con que estoy loco por ti Isabella, ya no sé cómo ocultar todo lo que siento al verte.

Sus palabras traen muchas dudas, ¿Él se siente igual? Pero antes de poder hablarlo, me besa con una intensidad que me desestabiliza. La charla quedará para otro momento.