5.

146 9 0
                                    


Capítulo 5.


Narra Remus:


No entiendo que le pasa a Isabella o que hice mal.

Está rara, apenas si quiere que crucemos palabras y nos limitamos a dormir cada uno de su lado sin siquiera mirarnos.

¿Qué pasó si arrancamos tan bien?

Decido escribirle a Sirius, tiene más experiencia después de todo, aunque su respuesta me hace dudar más. No le dijo nada fuera de lo común a él.

Frustrado me voy a la biblioteca, hace rato que no leo alguno de mis clásicos, comienzo a buscar los de siempre, cuando noto algo diferente, estoy seguro que el cajón no estaba de esa manera la última vez, y lo sé por lo quisquilloso que soy a veces.

Isa debe haber estado acomodando. ¿Se habrá enojado porque tuvo que acomodar sola?


ღ ღ ღ


Entro en la habitación sin hacer ruido, arrepintiéndome en el proceso al verla cambiándose. Su cuerpo lleno de curvas que volverían loco a cualquiera está totalmente expuesto y me siento un abusador viéndola, aunque es mi esposa.

Vuelvo y toco la puerta para que sepa que estoy aquí. Se voltea con esa mirada decaída que conserva últimamente.

- ¿Sucede algo? - consulta.

Suspiro cansado. - Si Isa, si sucede. - se voltea a verme y se sienta en la cama con resignación. - ¿Qué está pasando? ¿O qué pasó luego de esa primera vez? Hace dos meses que esto está siendo un infierno, es horrible convivir con esta incertidumbre de no poder hablarte o movernos por la casa con naturalidad.

Me mira y noto las lágrimas acumuladas. - ¿Por qué decidiste casarte conmigo Remus?

La pregunta me toma por sorpresa, creí que había quedado claro ya. - Porque lo necesitabas Isa y era el único que podía cumplir con los requisitos, pero si es un problema para ti porque no soy lo que quieres, puedo pedir que te divorcien apenas se pueda. - Me dolió más a mi decirlo, pero es la realidad, no iba a atarla a mi lado tampoco.

- No es eso... - la veo dudar. - Vi algo que no debería quizás.

Eso me resulta raro. - ¿Qué pasó?

- Vi unas cartas... Tuyas y de la sobrina de Sirius. - dice en un tono más bajo y me golpeo mentalmente por no haberlo pensado antes. - Si no hubiera salido esta ley, podrías estar con ella.

- No Isa, eso no es así. - suspiro. - Sé que es horrible lo que diré, pero en esas cartas mentí, para poder salir del apuro de no saber cómo rechazar a una persona. La sobrina de Sirius es como mi familia también, no la vi nunca de esa manera, solo que cuando se declaró, no quería romper su corazón tampoco. Así que di la excusa que siempre usé, la licantropía. Ella lo entendió y no insistió más. - Que horrible decirlo, pero no dejaré que piense que juego con ella.

- ¿Me dices en serio? - sus ojos denotan esperanza.

- Si hermosa, jamás haría algo como ello, casarme amando a alguien más. Perdón por no haberlo aclarado antes.

- Perdón por no decirte Remus.

La abracé sentándola en mi falda, ambos lo necesitamos.

A los minutos buscó mis labios y honestamente, no iba a correrme ni frenar esto, la deseaba, joder que si la deseaba. El problema es que al ser algo con fecha de caducidad, será imposible disfrutarlo como se debe. 

Sempiterno. - Remus Lupin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora