Sempiterno. - Remus Lupin.

16.

Capítulo 16.

Narra Isabella:

Ya había pasado un largo tiempo desde el incidente, todo estaba más tranquilo. Pero nos enfrentábamos a los nuevos problemas con los mortífagos.

No podíamos salir de la casa de Sirius, no era seguro.

Me dedicaba a ayudarlos en lo máximo posible, pero me dejaron fuera de lo más complicado.

Aunque eso no quitaba que Remus llegara para hacerme el amor toda la noche y después poder dormir abrazados.

Al principio, creí que no había más oportunidad para nosotros, con esta historia tan caótica, pero pudimos superarlo y estamos mejor que nunca.

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- ¿Tú que dices de que busque una esposa?

Gire para ver a Sirius parado en mi puerta muy nervioso, o sea que va en serio. Respiré mientras seguía doblando ropa, para que no se notaran mis nervios por su pregunta. - ¿La prisa cual es?

- Ninguna prisa, se me va la edad, tú eres jóven para entender la crisis de los casi cuarenta. - estaba a la defensiva mientras hablaba, lo cual es raro en él.

- ¿Quién te gusta? - lo encaré. Se puso más nervioso y yo me tenté por eso. - ¡Te gusta alguien!

- Baja la voz, lo sabrá todo el mundo así. - dijo enojado cerrando la puerta. Lo vi lanzar un hechizo, seguro para que no escuchen. Giró hacia mí y se sentó en la cama. - Es Mérida.

Empecé a hacer memoria. - ¿La rubia que es medimaga de la Orden?

- Esa misma.

- Buena elección, es muy dulce. - reconocí de ella.

- No sé cómo invitarla a salir, hace demasiados años que no hago esto.

- Te ayudaría, pero mi primera relación es Remus y no tuvimos la parte de citas.

- Quizás deba decirle que se tiene que casar si o si, como ustedes. Después la enamoro en la convivencia. - asintió convencido.

- O puedes decirle que quieres aprender lo básico de medicina para ayudar en las misiones. - sugerí.

- ¡Eres una genia! - vino y me abrazó fuerte asfixiándome. La puerta se abrió en ese momento, pero no le dimos importancia.

- ¿Sirius por qué estás abrazando a mi esposa? - Mi amigo me soltó enseguida.

- Solo era un abrazo Remus, fue mi amiga antes que tu esposa. - le reclamó como siempre.

- Dejen de pelear. - rodé los ojos.

- Hola mi princesa. - dice Remus mientras deposita un beso en mi frente.

- Por eso quiero una esposa. - exclamó Sirius con drama.

- Ya te dije como debes hacer. - le recordé.

- Esto será divertido. - dijo mi esposo riendo. - Ver al gran rompecorazones de nuevo intentándolo.

- No te burles. - lo señaló Sirius.

Y yo solamente podía pensar que ojalá le saliera bien a Sirius, porque iba a estar insoportable sino.