Capítulo 7.
Narra Remus:
- No pueden sacarla de las misiones por ser una protegida. - insiste canuto enojado. - Tiene el mismo derecho que todos los que estamos acá de pelear.
- Eso no es tu decisión Sirius, en todo caso le corresponde a Remus como su esposo hablar con ella y ver que eligen. - aclara ojo loco, que ya está al borde del colapso escuchándonos.
- Más te vale que hables con ella. - me dice mi amigo enojado-. Sino, seré yo quien lo haga.
ღ ღ ღ
Después de haber estado en la cama demasiado tiempo, decido que es hora de hablar con ella. Se hizo largo el mes que estuvimos separados por la misión. Recuperamos todo el tiempo perdido, pero no me es suficiente, necesito más de ella, más de su cuerpo.
Mi mente me juega una mala pasada, recordándome que esto que está pasando es solo porque debe convivir conmigo, que no somos un matrimonio de verdad, aunque así me guste pensar.
Pienso que serían de estos meses si no me hubiera casado con ella, me estaría quedando con Canuto, eso seguro.
Estaría solo.
Nunca me planteé formalizar con una persona, porque soy consciente de lo que es la licantropía y que puede ser hereditaria. Pero con Isabella sale todo natural, cuando volví de la última luna llena, se encargó de curarme y escucharme sobre cómo era el proceso de transformación.
Me acompañó.
Nunca había tenido eso de una mujer.
Pero ella es mi esposa temporal, me recordé mentalmente.
Por más de que sé que estoy demasiado enganchado, no puedo cambiar esa realidad.
ღ ღ ღ
No deberíamos haber dejado que Isabella participe de misiones, pero acá estamos.
Volviendo de la cuarta misión que hacemos juntos.
Es una maga extraordinaria, sabe actuar rápido y piensa bien sus ataques. Si no hubiera sido por ella, no tendríamos a Sirius con vida después de hoy.
Pero la estoy arriesgando al llevarla, y eso me jode por dentro.
- ¿Quiéres que te cure las heridas? - dice Isa que salió ya bañada con un pijama que no deja lugar a la imaginación, asiento como puedo, embobado mirando su cuerpo. - No te lastimaste mucho, eso me alegra. - dice sonriendo.
- Tú si, eso me molesta, no deberías tener ni un rasguño. - digo frustrado mientras siento como pasa la medicina por mi pierna.
- Deja de decir esas cosas que me voy a enamorar de tí y cuando te quieras divorciar me vas a romper el corazón Remus.
Busqué su rostro al decir aquello, había dolor allí. Como cada vez que intento hablar, no me salen las palabras, no cuando se tratan de mis sentimientos, así que la tomé y comencé a besarla, intentando, de una manera torpe, transmitirle lo que siento.
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Sempiterno. - Remus Lupin.
Romance"Que durará para siempre; que habiendo tenido un principio, no tendrá fin."