"Pareces pensativa"
Rhaena levanta los ojos hacia el espejo y se encuentra con la mirada entre curiosa y preocupada de su dama de compañía, cuyas manos trenzan hábilmente su cabello.
"Solo estoy exhausta," dice con una sonrisa a medias. Su respuesta no deja de ser cierta, aunque son otras las razones que ocupan su mente esa mañana.
"Pensé que tal vez se debía al color del vestido"
La mirada de Rhaena se desvía hacia el vestido verde oscuro sobre su cama. La verdad es que no ha pensado demasiado en ello.
"Es un color como cualquier otro," se encoge de hombros, "Ya no tiene más importancia"
La guerra había acabado hace años. No había más bandos, nadie más se refería a las facciones de su familia como verdes y negros. No importaba si Rhaena decidía usar un atuendo verde oscuro para escuchar los sermones. Probablemente ni se fijarían en ese detalle.
Al menos eso es lo que quiere pensar.
"Aun así, debe ser chocante ¿no?" insiste Marianne
"Ni siquiera había pensado en eso," admite Rhaena
"¿Qué te preocupa entonces?"
"Extrañamente... el matasangre"
"Pero eso no tiene nada de extraño," Marianne termina la última trenza y aplica aceite de rosas en el cabello de su señora, "Es de esperarse que el príncipe cruce tu mente con más frecuencia estos días y, considerando su peculiar personalidad, es normal que te preocupes por tenerlo a tu lado gran parte del día"
"Supongo," responde con un suspiro
Marianne levanta las cejas y se coloca frente a ella, "¿Sucedió alguna cosa? ¿El príncipe ha sido cruel contigo? ¿Te hizo algo?"
Rhaena duda, sin saber bien cómo explicar el recelo que siente. Su mente todavía volvía al extraño comportamiento de su primo durante su visita al orfanato. La expresión de su rostro al observar el lugar, sus ojos atormentados casi... tristes al ordenar terminar la visita. Eso seguramente no se debía solo al pensar en las pobres criaturas que allí vivían.
Debía seguramente haber otra razón, pero por supuesto Rhaena no había presionado por respuestas.
"Se comportó de manera muy extraña ayer," termina diciendo, "Estaba terriblemente callado cuando volvimos al castillo"
"Pensé que eso era usual en él"
"Bueno, sí," Rhaena vuelve a suspirar. El príncipe había pasado los tres primeros días del festival en silencio a su lado, pero había sido un silencio diferente. Rhaena sabía que, aunque no abiertamente, la estaba vigilando y juzgando cada una de sus acciones. Podía sentir su mirada dura por momentos y su exasperación cada vez que confundía las plegarias u olvidaba la letra de alguno de los himnos (lo cual, por cierto, no pasaba con frecuencia.), "Tal vez solo estoy siendo terriblemente exagerada. Tal vez estoy viendo cosas donde no las hay porque no puedo detener el tiempo y tendré que casarme con él en dos semanas"
Marianne toma su mano entre la suya y le dedica una sonrisa triste, "No es justo"
"Rara vez el mundo lo es," Rhaena vuelve a encogerse de hombros, dispuesta a no dejarse deprimir -al menos de momento- por el tema de la boda.
"Pero ¿sabes? Algo sí es extraño," Marianne frunce el ceño, "No sabemos casi nada de la boda, excepto que habrá un torneo previo a la ceremonia, ¿el príncipe te ha comentado algo más?"
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Resentimiento - [Aemond x Rhaena]
FanficÉl es la causa de su sufrimiento. Él tomó su dragón, su prometido y a su padre. Ahora tomará también su futuro cuando sea forzada a casarse con él. Con tanta historia y mala sangre entre Rhaena y Aemond, su unión tiene todo para fracasar, excepto qu...