Tres días.
Han pasado tres días desde la segunda noche que pasaron juntos.
Desde que volvió a despertar sola en la cama del príncipe.
Y en esos tres días, a pesar de que podía haber empezado ya sus labores o visitar a los demás cortesanos, prefirió quedarse en la Torre de la Mano, esperando.
Esperándolo.
Deseando que volviera a llamarla a sus aposentos, deseando poder verlo y compartir más momentos con su esposo.
Pero, en estos tres días, ni siquiera lo ha visto.
Si el príncipe ha estado entrando y saliendo de la Torre, lo ha hecho de tal forma que Rhaena no se ha percatado de su presencia. Y, aunque se decía mentalmente que probablemente Aemond estaba ocupado con sus muchas labores como Mano del Rey, no podía evitar sentirse ignorada.
"El príncipe no está en sus habitaciones," le informa el guardia cuando Rhaena se detiene cerca de la puerta que, ahora sabe, se abre directamente a los aposentos de su esposo.
La chica lo ignora y da media vuelta, conteniendo la punzada de decepción y caminando tan rápido como puede en dirección a las escaleras.
Necesita un cambio de escenario. Necesita salir de la Torre o morirá de inanición. Necesita despejarse y volver a ocupar su mente. Así que se dirige hacia los jardines, hacia el cenador con vista al mar en el que ha citado a Marianne.
"¡Rhaena!" Su dama corre los últimos metros que las separan, fundiéndola en su abrazo que la deja casi sin aliento, pero que corresponde con el mismo ánimo. "Sé que han pasado apenas unos días, pero sentí mucho tu ausencia."
"El sentimiento es mutuo," le asegura una vez que cortan el abrazo, siguiendo a la chica hasta las sillas y la mesita llena de dulces y bebidas que seguramente ha dispuesto previamente.
"Hubiera ido hace días a visitarte, pero mi tía me prohibió hacerlo. Dijo que no era apropiado molestar a una recién casada," Marianne hace una mueca y toma la tetera que está frente a ellas, sirviendo dos tazas de una infusión de olor dulzón.
"Lo imaginé," asiente Rhaena, recibiendo la taza y tomando un par de sorbos, agradecida de que el líquido caliente su cuerpo pues los días en la Fortaleza son cada vez más fríos, "No importa, ya estamos aquí, quiero saber todo lo que me he perdido en estos días de ausencia"
"No demasiado, en realidad," Marianne deja su taza a un lado, "Varios de los nobles abandonaron ya el castillo, mi tía entre ellos"
"Oh, hubiera querido despedirme de lady Johanna," dice con pesar
"Me pidió que te hiciera llegar sus buenos deseos en tu matrimonio. No podía quedarse porque con el invierno tan cerca, quiere estar lo antes posible en la Roca"
"Por supuesto," asiente Rhaena
"Los nobles que sí se quedaron, están justo ahora en el Bosque Real participando de la caza por tu boda"
Rhaena había olvidado completamente que se había organizado una partida de caza.
"¿Cuándo partió la partida?"
"Hace un par de días"
Un par de días. No puede evitar preguntarse si, tal vez, el príncipe había decidido participar de la partida. Quizá se debía a eso su ausencia de la Torre.
"¿Rhaena? ¿Estás bien?"
La voz de Marianne la saca de sus cavilaciones.
"¿Qué?"
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Resentimiento - [Aemond x Rhaena]
FanfictionÉl es la causa de su sufrimiento. Él tomó su dragón, su prometido y a su padre. Ahora tomará también su futuro cuando sea forzada a casarse con él. Con tanta historia y mala sangre entre Rhaena y Aemond, su unión tiene todo para fracasar, excepto qu...