Capítulo 10

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El carruaje avanza con lentitud entre las calles, que lucen más abarrotadas que en los días previos del festival.

"Todo mundo parece muy animado hoy." La voz de Rhaena corta el tenso silencio que se ha instalado entre ambos. El príncipe no responde a su comentario, solo continúa fulminándola con la mirada, "Probablemente se deba a la feria, ¿no lo cree, mi príncipe?"

Una vez más, el silencio es su respuesta.

Rhaena empieza a impacientarse y tamborilea con sus dedos el borde de cuero del asiento. Cuando abre la boca para hacer otro comentario, Aemond habla más rápido que ella.

"Si dices una sola cosa más sobre este día..."

"Simplemente intento aligerar un poco el ambiente," se encoge de hombros, interrumpiéndolo

"Voy a descubrir lo que te traes entre manos"

Rhaena no puede evitar soltar una risita que consigue sacarlo aún más de quicio, "¿Por qué asumes que tengo alguna agenda secreta? Simplemente, como te aseguré hace un rato en la Fortaleza, estoy intentando llevarme mejor contigo"

"No soportas mi presencia"

"Eso no es cierto, hemos estado prácticamente juntos los últimos días ¿no?"

"No por elección"

Rhaena muerde su lengua, se obliga a respirar y calmarse antes de dedicarle lo que, espera sea, una sonrisa dulce, "Pronto seré tu esposa, mi único interés es que ambos podamos encontrar cierto... contento con este matrimonio"

Aemond le dedica una sonrisa cínica, "Bueno, prima, no comparto tu interés"

Rhaena suspira, frustrada otra vez. Sabía que no iba a ser fácil no contrariar al matasangre, pero contener sus ganas de simplemente mostrarse tan insolente como él, cuesta aún más trabajo.

"Como prefiera, mi príncipe," termina diciendo finalmente

Aemond levanta su ceja en su dirección, pero Rhaena lo ignora hasta que se detienen en el gran septo.

Como cada mañana, la chica espera que él la ayude a bajar del carruaje. Como cada mañana, suben juntos las escaleras de piedra. Solo que esta vez, le parece a Rhaena, los murmullos de las personas y cortesanos la señalan con interés.

No es hasta que escucha susurrar la palabra "verde" que recuerda que está usando un vestido de ese color. Aemond parece haberlo oído también porque siente la mirada de su primo en su dirección por unos breves instantes.

"Empezaba a creer que no vendría hoy, lady Rhaena"

Es lady Redwyne quien se dirige a ella mientras caminan hasta sus usuales asientos. Rhaena se detiene a saludarla y escucha el chasquido de impaciencia que, a su lado, hace Aemond, seguramente fastidiado con ella por haberse tomado el tiempo de detenerse junto a las ancianas.

"Las calles estaban inusualmente abarrotadas esta mañana," responde la chica con una sonrisa, "Nos tomó más tiempo el sortearlas"

"Interesante elección de atuendo el día de hoy," lady Blackwood dice a su lado

"Así lo creo también, mi señora," Rhaena sabe que la mujer no lo ha dicho en tono de burla, sobre todo porque sus ojos oscuros recorren con preocupación su mirada, "El príncipe Aemond fue quien me regaló este hermoso vestido"

Ella voltea su rostro hacia su primo, quien parece más exasperado que nunca. Él inclina levemente la cabeza ante las ancianas cuando siente sus miradas sobre él.

"Por supuesto que sí," lady Blackwood replica con dureza

Rhaena les sonríe una vez más, "Probablemente debamos ir a nuestros asientos, creo que veo al Septón Supremo allá atrás"

Resentimiento - [Aemond x Rhaena]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora