Sinfonía (Jeon Jung Kook)

II.

Marzo 05, 2023. Incheon, Corea del Sur.  

Jung Kook;

Habíamos partido desde el Aeropuerto de Incheon. Sería un viaje muy largo; no voy a negar que estaba nervioso, pero era aún más la emoción que me generaba esta gran aventura. Una nueva experiencia estaba en este camino. Mi camino.

Entre horas de películas, dormir y comer, por fin aterrizamos en Los Ángeles.

        —Al fin —dije, tirando mi mochila sobre el sofá de la habitación.

        —Descansa Jungkook —dijo Shin —, mañana te espera un gran día.

        —¿Puedo pedir algo de comer? —pregunté cual niño pequeño.

Él asintió, y yo me apresuré a tomar el teléfono y hacer mi orden de comida, una hamburguesas y papas fritas. No necesitaba más por hoy.

Mientras esperaba a que la comida llegara, saqué de mi maleta ropa para luego alistarme y dormir lo necesario como para adaptarme al cambio de clima y horario. No estaríamos mucho tiempo, a lo mucho un par de días. Sé que pude haber hecho la reunión de manera virtual, pero quería conocer a esa mujer.

Sí, la misma de la que Charlie me habló, que escribía de maravilla y que había ayudado en la producción y composición de un par de sus canciones.

Ya sabía quién era Beth Clark, compositora y productora. Y moría de ganas por conocerla, Charlie había despertado en mi la curiosidad y yo necesitaba saber de ella.

Le escribí a mi mamá, contándole que ya había llegado, hice mis cálculos en el tiempo y definitivamente allá era de mañana, porque no tardó en contestar. Me aconsejó que me cuidara y que comiera bien; que estaba atenta a cualquier cosa y, como siempre, me deseaba lo mejor con mi nuevo álbum.

¿Qué si ha tenía escogido el nombre? Claramente si, ella lo inspiró.

La comida llegó, cené mientras veía un programa de televisión del cual desconocía totalmente su nombre y que entendí un tanto. Terminé de comer, tomé una ducha con agua caliente, relajando cada uno de mis músculos para poder dormir lo más tranquilo posible.

Efectivamente, dormí de lo más cómodo esa noche, por alrededor de diez horas consecutivas, despertando de golpe debido a la llamada de Shin.

Llamada.

        —Buenos días, Jungkook —su voz se extendió por el altavoz del celular.

        —Buenos días.... —hablé aún somnoliento entre las cómodas almohadas de plumas de no sé qué animal.

        —Prepárate, vamos a salir a desayunar y dar un recorrido.

        —Está bien —bostecé aun hablando.

        —En media hora paso a verte a tu habitación.

        —Okey —respondí escabullendo mi cara en las sábanas.

Colgó. Dejé el celular aún en mi mano y me acomodé tan bien que, si me teléfono no hubiese vuelto a vibrar, no creo que me hubiera levantado. Era un mensaje de Jimin, deseándome lo mejor. Sonreí, contesté y me levanté de la cama.

En media hora ya estaba listo, acomodando mis cosas y guardando en mi mochila de mano lo más necesario para salir. Así fue, a las once de la mañana estábamos desayunando en Water Grill

La mañana estaba preciosa, el cielo azul despejado totalmente, un par de nubes blancas muy escasas y el sol radiante.

Hicimos un corto viaje hasta la playa de Santa Mónica, tomé una bebida helada para calmar el calor, aunque fue imposible calmarlo. Un par de fotos de lo hermoso que todo se veía, un par de fans a la que les firmé un pedazo de servilleta porque no había otro lugar.