Capítulo 10 - Viaje a Japón

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Luego que JK y Yoongi dejaran asuntos de la empresa organizados, se alistaron para irse a Japón con los chicos. Viajarían en el avión privado así que ya no necesitaban preocuparse de las horas de vuelo, además el padre de Hobi tenía hoteles en Tokio y Osaka así que estarían en la mejor suite del cada hotel.

Jimin ven conmigo – dice JK llevándolo al asiento de su lado en el avión – el vuelo es un poco menos de tres horas, vamos juntos para conversar.

Ok – responde Jimin feliz de la vida y JK le pasa un vaso con champan.

Los amigos nunca habían experimentado algo así, la emoción se palpaba en el ambiente mientras estaban en el avión y pronto se encontraron surcando los cielos a una velocidad vertiginosa.

Jin, Nam, Hobi y Tae estaban contando anécdotas y las risas no paraban. Hobi siempre contando historias descabelladas y sus planes para conquistar el mundo, era un chico muy divertido y eso parecía encantar a Tae a pesar de ser más serio que él. Así los chicos que vivían en un mundo más normal iban conociendo cosas completamente ajenas a ellos, cosas que provocaban el dinero y el poder

Llegaron al hotel y luego de acomodarse armaron planes para salir, quedaron en salir en grupos, según lo que quisieran conocer, pero luego todos se irían a cenar al restaurante del hotel y luego de fiesta.

Tokio era espectacular se sumergieron entre la mezcla de lo ultramoderno y lo tradicional de la ciudad. Fueron primero todos juntos al distrito de Akihabara, entre tiendas de electrónicos y anime, Jimin y Eun estaban muy felices, no podían evitar reír ante la emoción de cada descubrimiento que hacía Jin.

Se fueron a una pequeña cafetería temática y JK tomó las manos de Jimin por primera vez desde que habían salido de Seúl, fue un gesto sutil pero significativo para Jimin. Luego salieron a caminar a solas y las calles estaban cubiertas de un manto rosado de las flores de sakura que caían como nieve alrededor de ellos, JK miró de reojo a Jimin, quién estaba fascinado tomando fotos con su cámara

Creo que si todo sigue así podremos conocernos muy bien en tres meses – dice JK a Jimin.

Esperemos que todo salga bien - dice Jim dándole un pequeño beso que ya no aguantaba en dárselo.

En ese momento JK tomó a Jimin del brazo para que se no alejara de él y mientras el tiempo parecía detenerse y la brisa suave del viento acariciaba sus rostros mezclando la frescura del aire con la calidez de la expectación ambos se miraron fijamente, sus ojos reflejaban la ansiedad y deseo.

JK se acercó lentamente a su rostro, su respiración era entrecortada y sus latidos resonaban con fuerza en los oídos. Jimin con una mirada llena de sorpresa y ansiedad permanecía inmóvil, como si estuviera hipnotizado por la intensidad del momento.

En un momento que pareció tanto eterno como fugaz JK cerró la distancia entre ellos y posó sus labios sobre los de Jimin. La conexión fue eléctrica, una chispa encendió un fuego que parecía haber estado ardiendo en secreto durante un tiempo. Jimin respondió al beso con igual fervor, sus manos encontraron el camino hacia el cabello de JK tirándolo suavemente para acercarlo más a él.

El beso fue una danza de emociones, entre dulzura y urgencia, entre descubrimiento y confirmación. Sus bocas se movían con un ritmo que parecía tan natural como si hubieran estado destinadas a encajar de esa manera. Los sabores se confundían y la textura de sus labios se sentía más suave y embriagadora de lo que habían pensado.

Cada segundo que pasaba, el beso se profundizaba, los dos jóvenes exploraban el nuevo territorio con una pasión que los consumía. El mundo exterior se desvaneció, dejándolos solos en su pequeño universo, donde solo existían ellos y el latir de sus corazones sincronizados.

**

A pesar de todo lo que esperaban y en desacuerdo con Eun cada uno tenía su habitación separada. Yoongi duerme conmigo – le decía Eun – tengo que aprovechar de tenerte a mi lado.

Nop, no soy un chico fácil, así que cada uno en su cama – le responde Yoongi – aguantando la risa. Le gustaba mucho contradecir a Eun porque este cuando se enojaba se veía muy guapo.

Jimin ¿te quedas en mi habitación? – dice JK, esperando ansioso la respuesta de Jimin.

Creo que no JK, le haré compañía a Eun – dice Jimin riendo – está triste porque Yoongi lo abandonó.

Si quieres – responde JK – mi habitación estará sin llave para que entres.

**

El siguiente destino fue Osaka conocida por su vibrante vida nocturna y deliciosa comida. En la bulliciosa Dotonbori, comieron tokoyaki y okonomiyaki, siempre entre risas y bromas. Fue en esos momentos más sencillos en donde Jimin sentía que se estaba acostumbrando a la compañía del otro.

La segunda noche de estar en Osaka se fueron temprano al hotel, estaban un poco cansados, y Eun estaba planificando que hacer para que Yoongi fuera a su habitación o él quedarse dormido de casualidad con Yoongi.

Que hacemos, podríamos juntar un strip poker – dice Eun a los chicos.

Me apunto – dice Hobi – me encanta jugar a eso.

A JK también le gusta – dice Nam, riéndose de la cara que este pone.

Así se pusieron a jugar y cada vez que uno perdía debía ir quitándose una prenda de vestir y tomándose un shot de alcohol, y claro Eun parecía que perdía a cada rato.

Deja de perder – dice Tae a Eun en voz baja – estás siendo muy obvio.

No importa, si el gatito sabe lo que pasará esta noche – responde Eun un poco ebrio.

Si sigues tomando así no serás capaz de hacer nada – le dice Jimin al oído.

En la enésima vez consecutiva que Eun perdía y que debía beber nuevamente, antes que se quitarse la prenda de vestir, Yoongi lo toma del brazo y se lo lleva.

Ok, basta de beber por esta noche – le dice Yoongi acostándolo es su cama.

Está bien, no bebo más y me duermo enseguida – le responde Eun completamente risueño – pero quédate aquí conmigo, no seas malito, ¿sí?

Bien, pero por favor descansa, mañana tenemos panorama desde temprano – le replica este – sé que lo quieres pasar muy bien en tus vacaciones, pero no tienes que emborracharte para decirme lo que quieres.

¿Tú sabes lo que quiero? – pregunta Eun feliz.

Sí, y es algo que yo también quiero, pero no así, no ebrio como estás – le responde Yoongi acomodándole el pelo tras la oreja a Eun, haciéndolo sentir muy a gusto.

**

Ya iban quedando menos días de viaje y antes de regresarse a Seúl decidieron ir a Kioto. En la tranquilidad de los jardines del Palacio Imperial de Kioto que les ofreció un respiro del ajetreo de la bulliciosa ciudad, fue donde Jimin le contestó a JK sobre la pregunta que le había hecho antes del viaje, y este aceptó ser su novio por tres meses para conocerlo más. JK se puso muy contento, pero no sabía distinguir si era porque Jimin realmente le agradaba o porque así arruinaría los planes de su padre.

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