dieciocho ⸻ el rescate de silva.

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Habíamos encontrado la manera de tomar prestado el coche del padre de Terra. Bueno, en realidad, lo habíamos robado temporalmente. Si el plan salía como esperábamos, el señor Harvey no se enteraría. Pero el plan ya empezaba a fallar al no tener ninguna señal de Stella; sin ella, todo se venía abajo, ya que formaba parte de lo más importante.

—Terra, mueve tu asiento para adelante, por favor —se quejó Aisha.

—Sí, tus piernas no son tan largas —dijo Musa, apoyándola.

—No comas aquí, a mi papá le molesta —advirtió Terra.

—Tendré cuidado —aseguró Aisha.

—Necesitamos música.

—No, necesitamos a Stella —dije desesperada.

El celular de Aisha vibró, llamando la atención de todas. Pensamos que sería Stella, pero el rostro de Aisha se desfiguró al leer el mensaje.

—¿Grey? ¿Cómo consiguió mi número?

Musa miró por la ventana, tratando de disimular, pero Aisha ya le lanzaba una mirada asesina.

—¿Le diste mi número?

—Ok, no te enojes...

—¿Quién? ¿Grey? ¿Quién es Grey? —preguntamos las demás al mismo tiempo.

Musa y Aisha empezaron a discutir, y yo estaba en medio, confundida. Terra y Bloom parecían igual de perdidas.

—¿No tenemos suficiente? Ahora tengo que lidiar con esto también —reclamó Aisha.

—Sí, lidiar con el chico que te gusta —reveló Musa.

—¿Te gusta? —exclamé emocionada, interrumpiendo su discusión.

—No —negó Aisha.

—Las hadas de la mente no mienten.

—Espera, ¿Grey no es el compañero de Sam? —recordé—. ¿Grey, el especialista con abdominales?

—¿Abdominales? —preguntó Bloom, sorprendida.

Pasaron varios minutos y seguíamos sin tener noticias de Stella. Desgraciadamente, no podíamos quedarnos a descubrir qué le había pasado; si no iniciábamos el plan ahora, sería demasiado tarde.

—¿Y si genero mucho polen y les causo reacciones alérgicas? —Terra llevaba todo el camino sugiriendo ideas, pero ninguna parecía efectiva—. No, olvídenlo, no funcionaría.

Aisha empezaba a frustrarse, pues su primer plan era perfecto. No contábamos con que Stella desaparecería en el último momento.

—Esperen, tengo otra idea. Esta es buena, sí.

Antes de escuchar otra sugerencia, me dirigí al puente, pensando en encontrar otra manera de cruzar. Caminé unos metros antes de que algo me detuviera. Había sangre en una piedra, pero algo parecía anormal. Decidí acercarme, pero antes de avanzar más, un cuervo salió de la nada y solté un grito que captó la atención de las demás.

—¡Heaven! —gritó Bloom acercándose—. ¿Estás bien?

—Perfectamente —suspiré, recuperando el aire—. Solo fue un maldito cuervo. Encontré algo.

Señalé la planta de la que goteaba sangre de un tono púrpura brillante. Bloom la agarró delicadamente.

—Creo que hubo un ataque —explicó a las demás—. Hay sangre púrpura.

Terra tomó la hoja con cuidado.

—Lo investigaré cuando volvamos.

—Lo tengo, con algunos cambios, pero la primera parte del plan sigue igual —interrumpió Aisha—. ¡Vamos!

ENCHANTED, fate: the winx sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora