cinco ⸻ ¡un hada de la tierra!

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Los días habían pasado tan rápido que ya estaba apunto de acabar la primera semana

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Los días habían pasado tan rápido que ya estaba apunto de acabar la primera semana. Caminaba por los pasillos mientras Aisha me platicaba sobre lo que Stella le estaba enseñando a Bloom. Apenas le prestaba atención. La preocupación de Aisha por Bloom se había vuelto algo tan recurrente como verla nadar.

— ¿Estás celosa? ¿Por qué la amistad de Bloom es tan importante para ti?

— Se supone que las compañeras de habitación tienen que ser amigas ¿no?

Encogí los hombros. La relación que tengo con Stella es complicada.

— No soy la persona más indicada para responder eso.

— ¿Cómo va la caza del señor chaqueta verde? — preguntó Aisha.

— Terrible, capto su presencia en cada esquina pero cuando intento dar con él, nunca lo encuentro.

— No entiendo ¿Cómo logras sentir su presencia?

— No lo se, nunca me había pasado con nadie más, es como si hubiera generado algún tipo de conexión en el sueño, intento encontrar una explicación pero no lo entiendo.

Como por arte de magia esa oleada de paz regresó. A estas alturas ya estaba cansada de darme la vuelta y no encontrarlo.

— Aquí está otra vez. Detrás de mi — Avise.

— No hay nadie detrás de... — dijo.

Aisha abrió los ojos como platos. Esta vez el chico no se había esfumado, Aisha lo estaba viendo. Ahora que había dado con el no me atrevía a voltear.

— Misterio resuelto. Camina a través de las paredes. ¡Un hada de la tierra!

Ahora tenía sentido. Por eso parecía que siempre se lo había tragado la tierra.

— Por fin, ahora que ya lo encontré ¿Que hago? — pregunté.

Note las intenciones de Aisha pero fui demasiado lenta para evitar que Aisha gritara — ¡Hola, tú el de chaqueta verde! ¿Cómo te llamas?

No. ¡No puede ser! No estaba preparada. Ahora deseaba poder intercambiar poderes con aquel chico y ser yo la que pudiera desaparecer por las paredes.

— ¿Qué haces? — susurre con desesperación.

Socializar y hablar con gente no era mi fuerte. Necesitaba tiempo para planificar una estrategia, pensar en que decir y no quedar en ridículo. Pero ya era demasiado tarde.

— Eh, me llamo Sam — respondió una voz masculina desconcertada — ¿Qué tal?

— Yo soy Aisha — anunció antes de poner su mirada en mi — Y ella es Heaven.

Sentía que toda la sangre de mi cuerpo había subido a mis mejillas. Seguía sin girarme así que Aisha me tomo de los hombros y me dio media vuelta.

Sam, el chico de chaqueta verde, era extremadamente atractivo. Tenía el pelo de color castaño, piel clara y un gran perfil. Cuando cruzamos miradas, Sam se veía sorprendido.

ENCHANTED, fate: the winx sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora