diecisiete ⸻ gran plan.

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La situación en Alfea había ido en decaída desde la llegada de Rosalind, pues no era sorpresa para nadie que el lugar había adquirido un ambiente sombrío. Alfea parecía una escuela militar, nos estaban preparando para ser soldados, no para ser hadas ni especialistas.

Parecía que alguien había adsorbido toda la magia que caracterizaba a Alfea y la había dejado en unos horribles tonos grises. Y aunque todos pensábamos que nada podía ir peor parecía que el universo se enfocaba en decirnos lo equivocados que estábamos, la noche anterior desaparecieron dos hadas más, en el transcurso de estos meses habían estado desapareciendo hadas, lo que ya empezaba a generar pánico entre los estudiantes de Alfea.

Nuestra única esperanza era encontrar a Dowling. Aunque cada día se veía más improbable encontrarla, pues ya habían retirado las tropas que la buscaban, Bloom no perdía la esperanza.

— Lo enviaron a Polaris — anunció Stella.

— ¿El Norte helado? Es una sentencia de muerte — murmuró Musa.

Terra asintió.

— Primero Dowling, ahora Silva. En cualquier momento puede ser mi papá.

Entendía su frustración, Sam no había parado de hablar acerca de su preocupación de que su padre pudiera ser el siguiente en la lista de Rosalind.

— Lo que hizo fue defenderse ¿no? — preguntó Bloom — Andreas lo hubiera matado. ¿Quién es su abogado?

Stella rodó los ojos.

— ¿Crees que hubo un juicio dramático? Esto no es el primer mundo. Hubo una audiencia y un decreto de la reina.

— Si tu mamá lo decreto, ¿no puede cambiarlo? — preguntó Terra, esperanzada.

— Aunque habláramos, ella no suele cambiar de opinión. Sucederá mañana, Andreas y Nicholas dirigirán el traslado.

Sentí la mirada de todas sobre mi pero ni siquiera me atreví a levantar la vista, tan solo la mención del último había conseguido tensarme por completo, al igual que Stella no me encontraba en ninguna posición de pedirle nada a mi padre.

Musa pareció notar mi drástico cambio de humor porque desvió la dirección que estaba por tomar la conversación.

— Entonces tendremos que hacer algo.

— Históricamente, escribir cartas ha resultado muy efectivo — señaló Terra — Aunque toma tiempo.

— No estaba pensando en algo como "escribir cartas" — exclamó Bloom — Más bien, algo activo.

— Entiendes que enfrentarnos a Solaria es mucho más de lo que hicimos el semestre pasado, las consecuencias podrían ser incluso más graves de las que podríamos imaginar — intervine por primera vez en la conversación.

— Exacto, oponerse a Solaria no es algo que simplemente haces — afirmó Stella, dándome la razón — Aunque quisiéramos, sus tropas son despiadadas. Son enfocadas y...

— Se trata de Silva — interrumpió Bloom — Es nuestra última conexión con Dowling.

Terra pareció estar de acuerdo.

— Si lo destierran ¿Cuanto les llevará en encontrar un motivo para hacérselo a mi papá?

— Solo para aclararlo, hablamos de ayudarlo a fugarse — aclaró Musa.

— Está claro que no podemos decírselo a Aisha porque intentara detenernos.

Por arte de magia cuando Stella termino de hablar salió Aisha de la nada.

— Bloom ya me lo dijo.

— Algo que aprendí el semestre pasado es escuchar a Aisha, porque usualmente tiene la razón — salto Bloom en su defensa.

— Me opuse a liberar a Rosalind porque era una idea estúpida, está idea también lo es pero al menos si la planeo yo, podría funcionar — Sentenció Aisha mirando a Stella — ¿Por qué no mejor haces magia en vez de opinar?

Estábamos en el centro de la habitación discutiendo el plan, el mapa de la ruta que seguirán para trasladar a Silva se encontraba en medio. Stella había tenido que colarse a la reunión de los especialistas donde discutirían el plan que seguirían.

— Lo más cerca que estarán de la escuela será a 10 km. Según la ruta de Andreas, cruzarán el río pero Terra dice que este puente se quemó — explicó Aisha, señalando el mapa.

— Un hada de fuego borracha de tercer año, nadie quiere decírselo a un adulto — complemento Terra.

— Es decir que deberán desviarse por este camino que está más cubierto — continuó Aisha — Ahí los pararemos.

— Puedo explotar el carro — sugirió Bloom.

— Si, o puedo inundar el motor.

Bloom se sonrojo al escuchar que la idea de Aisha parecía menos impulsiva — Si, mejor y menos ruidoso.

— Musa nos dirá si alguien sospecha — Explicó Aisha, mientras Musa se revolvía incómoda por su trabajo — Después es el show de Stella, se hace invisible, toma las llaves y lo libera ¿Podrás?

— Por supuesto — afirmó Stella — Solo espero no lastimarme la espalda por cargar con el plan en mis hombros.

Todas sonreímos, después de meses volvíamos a ponernos en peligro todas juntas.

— ¿Si, Terra?

— Solo quiero que tomemos un momento para apreciar esto. Todas trabajando juntas, más allá de lo que haga Rosalind, el equipo Winx, incluso Stella que aunque lo niegue está disfrutando ser parte del equipo. Quiero que todas recordemos por si las cosas se ponen feas ahí afuera, aquí todo está bien.

ENCHANTED, fate: the winx sagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora