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Llegada la noche el carruaje seguia en movimiento, dentro la señorita Camille abrazaba a la pequeña mientras la cubría con una manta.
- Pelliot, deberíamos conseguir algo para comer
- Si, lo pediré
Antes de que pudiera hacer algo, el carruaje se detuvo frente a una posada.
- ¿Qué pasa, caballero Ravipas?
- Me disculpo por la parada repentina, su excelencia - dijo la joven - Considerando la hora de la noche y el bienestar de la joven, propongo que nos quedemos en la posada, frente a nosotros.
El duque miró a su prometida asentir.
- ¡Oh, estoy bie-!
- Hagamos eso
- ¡Hey, estaba hablando, señor!
- Estas apática por el hambre, pero tus cuerdas vocales parecen estar bien.
- Debes comer algo, así que no discutas Lionia.
- Si...
Primero bajo el duque, mientras su prometida se encargaba de abrigar bien a Lionia
- Caballero Ravipas. Asegúrate de que estemos listos para partir una vez que Lionia haya recuperado su energía.
- Si, su excelencia
Mientras hablaban Camille empezó a bajar del carruaje con Lionia en brazos. Sin darse cuenta su pie resbaló
- ¡¡Camille!!
Y hubiera tenido un feo accidente sino fuera porque el duque reacciono rápidamente y pudo atrapar a ambas.
- W-Whoa ¡Eso podría haber sido todo para nosotras...! - habló temblorosa - Tienes unos reflejos asombroso, señor...
- G-Gracias Pelliot
El joven duque estaba arrodillado mientras tenía en brazos a su prometida.
- Caballero Ravipas, la niña será puestas bajo tu cuidado
- ¡Oh! Si, su excelencia
- Ella debe ser calentada primero, luego alimentada
- Le avisaré al posadero
Acto seguido se la dio en brazos.
- ¿Quién eres tú?
- Mi nombre es Melles Ravipas, señorita, puede llamarme Melles.
Antes de poder avanzar más, la niña se giro
- Pero... ¿No iras conmigo señora?
- Te alcanzaré en un momento
Una vez que se retiro el Caballero con la niña en brazos. Voreoti dejó en el suelo a Camille y reviso si tenía algún daño.
