25

325 58 1
                                    

La triste luz de la luna nocturna saludó a Lionia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La triste luz de la luna nocturna saludó a Lionia. Sin saber bien qué le había pasado, Lionia se tambaleó y levantó la parte superior de su cuerpo. Poco después, comenzó a marearse frente a los ojos de Pelliot y cayó hacia atrás. Sin embargo, su cabeza no cayó sobre una almohada suave

- Shh

Una mano grande y firme sostuvo la espalda de Lionia.

- Sigue acostada, todavía tienes fiebre

Una voz indiferente y amistosa se escuchó en sus oídos. La cabeza medio despierta pronto se posó lentamente sobre la almohada. Lionia giró la cabeza muy levemente hacia la izquierda, soportando un dolor de cabeza. Allí vio a Pelliot, que acercó una silla armada a un lado de la cama.

- Señor...

Inconscientemente estiró su mano para que Pelliot la sostuviera. La voz de la niña era completamente diferente de su habitual valentía. Lionia no sabía cuándo Pelliot había llegado. Pero al ver sus mangas sueltas y su cabello ligeramente despeinado, supuso que llevaba bastante tiempo a su lado.

- ¿Cuándo llegaste?

- Hace dos días - se acerco más - Has estado dormida todo el tiempo.

- ...¿Por mis colmillos?

Intentando hurgar en sus recuerdos distorsionados, Lionia, que recordaba lo que había hecho, comenzó a llorar. Entonces se subió la manta justo debajo de los ojos, disculpándose en voz baja.

- ...Lo siento...

- ¿Por qué de repente eres tan tímida?

- Porque... no debí haber hecho eso...

- ¿Qué no deberías haber hecho? - preguntó Paul y tiró de la manta hasta su barbilla.

Sus ojos negros que miraban hacia abajo no parecían entender realmente de qué estaba hablando Lionia.

- Provocar problemas...

Lionia dijo de nuevo, tirando de la manta. Pero Pelliot lo atrapó y no lo soltó, además poso su mano en la frente de la niña.

- ¿Qué problema? - continuo tras el silencio de la niña - ¿Usar tus colmillos?

- Sí...

Una sombra oscura era visible en el rostro del niño. Su expresión parecía ser más seria que cuando cruzó la puerta por primera vez y sufrió un severo mareo por movimiento. En ese momento, al menos miró a los ojos de Pelliot no como ahora.

- ¡¡Ah!! ¡¡La señora!! ¡¿Esta bien la señora?! - pregunto tras recordar aquellas amatistas que siempre la miraban tan cariñosamente

- Tranquila.. Camille se encuentra bien - acaricio su cabeza - Solo esta un poco cansada

- Yo... le hice daño a la señora... - su rostro reflejo vergüenza y tristeza - Aunque fue tan buena conmigo...

- ¿Usaste tus colmillos a propósito? - preguntó Pelliot, barriendo la frente de Lionia sintiendo que le quedaba un poco de fiebre. -《Ella no era tan cuidadosa y temerosa a mi alrededor como lo es ahora》

¡¡Papá, demuestra que amas a mamá!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora