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La fuerza del estallido del poder de Lionia causo que todos a su alrededor cayeran al suelo con la respiración cortada.
- Ya te lo dije - se acerco a Karena, que lloraba aterrada - Tus palabras están grabadas en mi corazón para que nunca las olvide.
Las palabras de la niña causaron terror en la rubia arrodillada
-《Fue negligencia》
Givere que estaba cerca de la pequeña Voreoti, empezó a recordar
Connie y Givere le dieron la bienvenida a Lionia con sonrisas amistosas.
- ¡Señorita!
- ¿Ha terminado su leccion?
Pero pronto vieron los ojos de Lionia y se detuvieron allí. Los ojos negros de la niña ardían dorados.
Givere miró a Lionia, escondiendo a Connie detrás de él porque no estaba familiarizada con los colmillos de la bestia. La niña estaba bastante emocionada por tener el corazón acelerado durante mucho tiempo, aguantando la respiración. Solo después de un tiempo, Lionia abrió la boca.
- La condesa Tedros... Se irá sola.
Él se dio cuenta de que Lionia estaba enfadada con algo y sin darse cuenta activó los colmillos de la bestia. La causa debe haber sido la condesa Tedros, quien seguramente estaría sola en esa habitación.
- 《¿Que paso ahí...? Un estallido puede ocurrir si la dejamos así... Tenemos que calmarla》- intento mantener la calma - Si, señorita ¿Puedo llevarla?
Givere dobló una rodilla y le hizo una reverencia cortésmente
- Quiero ir de paseo y ver a la señora
- ¡E-Entonces iré a buscar su abrigo y avisare a Keira!
Lionia estiró los brazos y lo sostuvo entre sus brazos. La temperatura ambiente del niño, que todavía vibraba, era tan fría como el hielo. Aún así, no expresó mucho y sonrió como siempre. Afortunadamente, se había encontrado con los colmillos de Pelliot varias veces, por lo que los colmillos no entrenados de Lionia eran soportables
- ¿Se siente sofocada? - Lionia asintió en silencio
-《Se esta calmando》- se sintió aliviado al mirar los ojos del niño. Los ardientes ojos dorados volvían a ser negros.
Sus colmillos de la bestia habían sido repentinamente provocados, pero a medida que sus caóticas emociones se calmaron, también lo hicieron los colmillos de la bestia. Connie, que estaba abrumada por el impulso de los colmillos, ahora está a punto de poner su abrigo junto a Lionia
-《Si hubiéramos ido de paseo, todo habría terminado bien.》
Givere volvió a la realidad cuando escucho los pasos de la niña dirigirse hacia la mujer arrodillada al pie de las escaleras.
