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- Oh, por favor cierra los ojos
El baño está humeando. El agua tibia se derramó sobre la cabeza mojada de Lionia mientras se sumergía en un baño que era lo suficientemente espacioso para que se acostaran tres adultos.
Lionia se cubrió los ojos con ambas manos.
- Ahora te lavaré el pelo. Pueden entrar burbujas, así que por favor cierra los ojos
Connie, que se subió las mangas hasta los codos, comenzó a lavarle la cabeza a Lionia. Lionia, que sintió la sensación de burbujas blancas subiendo y bajando, se rió.
- ¡Connie! Te traje una toalla limpia para el cuerpo de la dama
Cuando Connie me lavó el cabello, se escuchó la voz de otra criada afuera.
- ¿Es esa la voz de Mia?
- Sí, señorita. Soy Mia
- ¡Eh, señorita! ¡No puede moverse todavía!
Connie, que trajo una toalla que estaba colgada en la pared, envolvió el cuerpo mojado de Lionia. Lionia se asombraba cada vez que Connie la movía suavemente.
Una vez secada y cambiada con su pijama, Connie cargo a Lionia en brazos para llevarla con sus padres
- ¿No soy pesada?
- Usted debe ganar más peso, señorita
- Ya he ganado mucho. Papá dijo que podría convertirme en un cerdo pronto. ¡Pero mamá lo regaño!
Lionia se quejó. Connie y Mia solo se estaban riendo de su divertida niñita.
- Si excelencia solo quiere decir que es tan linda como un cerdito
- Dijo que tendré el tamaño adecuado para comer en dos meses...
- ... ¿Le gustaría ponerse su vestido, señorita?
Connie, que aún no ha expresado su corazón, ha renunciado a defender al maestro. Mia, que escuchaba desde un lado, se rió con fuerza mientras se sujetaba el ombligo.
- Si
- ¿Su excelencia realmente dijo eso?
Pregunto risueña
- Si, también me llamo cerdo durante la cena de hoy - recordó irritada - Él dijo: "Oh, mira es la amiga de mi hija", e incluso lo cortó en trozos pequeños para que fuera más fácil de comer y le dio de comer a Lionia con la mano y dijo: "tu amiga va a entrar" Si le gusto, debería decir eso
Pese al semblante malhumorado la niña, las criadas la veían divertidas. Ver a su señorita con aquella expresión les hizo recordar a la Duquesa.
- Señorita, usted realmente se parece mucho a la señora - Connie sostuvo la pequeña mano
