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El sol, con su luz dorada y cálida, se filtraba a través de las ventanas, llenando de resplandor el pasillo silencioso y acogedor. Lionia avanzaba por el corredor con una energía contagiosa, dando saltos felices mientras tarareaba una melodía alegre. La melodía era una que había escuchado el día anterior, cuando su madre la había cantado suavemente mientras cuidaban juntas de las flores que su papá había plantado en honor a su mamá .
La imagen de su madre, con sus manos delicadas y su voz melodiosa, estaba grabada en su mente y se reflejaba en su rostro iluminado. Detrás de Lionia, Kara la seguía con paso pausado, observando con una mezcla de ternura y admiración la expresión radiante y alegre de la joven señorita del ducado. El contraste entre el esplendor del sol y la calma del pasillo creaba un ambiente sereno y encantador, encapsulando un momento de felicidad pura en medio de la rutina diaria.
- ¿Su señoría va a ir al orfanato hoy? - pregunto con una sonrisa
- ¡Si! ¡Papá me lo prometió - exclama alegre con los brazos elevados
《Han pasado unos días desde ese incidente.》
《La Condesa Karena Tedros fue Karena Mereoka una vez más.》
《Se dice que la casa Mereoka la envió a convalecer》
《A un área apartada que es cálida y hermosa, rodeada de nada más que arboles》
《Se han dado por vencidos con su hija una vez que ella regreso con ellos después de cometer un grave crimen》
《Eso no fue todo》
《Muchas casas nobles, incluida la casa Mereoka enviaron compensaciones de una cantidad astronómica》
Cuando la niña llego al vestíbulo completamente restaurado y brillante, Pelliot y Lupert se encontraban conversando en voz baja, uno al lado del otro. Ambos parecían haber salido recientemente de una reunión o de alguna tarea importante, y su conversación, marcada por un tono bajo y serio, reflejaba la gravedad de los asuntos que estaban discutiendo. La atmósfera en el vestíbulo estaba en contraste con la seriedad de su diálogo, mostrando un entorno restaurado con un aire de calma y orden.
Por otro lado, Camille no estaba cerca de Pelliot, lo que llevó a Lionia a preguntarse si su madre podría haberse retrasado un poco debido a algún imprevisto relacionado con sus obligaciones laborales. Conociendo bien a su madre, Lionia estaba acostumbrada a su puntualidad; su madre siempre había sido muy puntual, en parte debido a que se organizaba de manera meticulosa y se acostaba temprano para estar al día con sus responsabilidades. Esta rutina era parte integral de su carácter, y el hecho de que Camille no estuviera allí en ese momento era inusual.
Lionia, aunque ligeramente preocupada, confiaba en que la llegada de su madre era solo cuestión de tiempo y que todo estaba bajo control.
