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Carrera estaba frustrado, su respiración lenta y pausada delataban lo mucho que intentaba contener sus impulsos cada vez que sus ojos esmeralda se encontraban con el hombre de tatuajes, que infantilmente lo ignoraba en los pasillos o le hablaba cortante durante clases; controlaba como un campeón no preguntarle frente a todos qué le sucedía o criticarle todo ese exagerado y excesivo cambio con él por algo que en realidad Rodrigo no sabía, sobre todo porque no quería escándalos o chismes acerca de ellos.

Aunque acercarse de forma civilizada y en lo posible lugares poco concurridos, tampoco le funcionaba por la necedad de Arbillaga, pues él realmente se negaba a darle respuestas al largo listado de dudas o siquiera disimular la tangible incomodidad entre ellos.

Soltó el bolígrafo luego de ver que no estaba escribiendo nada desde hace un rato, tan ido en otros asuntos que no podía planificar qué haría en la siguiente clase de refuerzo, y eso solo aumentaba su frustración y su dolor de cabeza. Tiró abruptamente la silla hacia atrás para colocarse de pie, ignorando las miradas sorprendidas de sus alumnos.

—Sigan estudiando —indicó con tono seco y se retiró del aula, caminando hasta el jardín.

Necesitaba un poco de aire fresco y el viento frío le haría bien para aclarar la mente.

Las preciosas vistas del jardín recién podado lo recibieron cuanto se adentro hasta la zona de fumadores, deleitándolo con el despejado cielo azul y el olor a césped fresco. Desde la última vez que había estado ahí las cosas no habían cambiado. Apoyó la espalda contra la pared más cercana y sacó del bolsillo la caja de cigarrillos nueva que tenía, agarrando uno para ponerlo en sus labios y luego prenderlo cuando guardó la caja y sacó el encendedor.

El humo cálido calando por sus pulmones se sintió como un déjà vu, trayéndole a la mente viejos recuerdos cuando recién había llegado a la universidad; ahora entendía lo frustrante que era para sus profesores llevar la paz con los estudiantes más carnosos.

—Esto es el karma. —se rió de sí mismo con el humo saliendo de su boca en medio de las palabras, cerrando los ojos en el proceso.

Acomodó el cigarrillo en su boca de nuevo, y caló lentamente un poco más.

—No creí que alguien de excelencia también necesitará alejarse para fumar —la repentina voz a su costado lo sorprendió, haciendo que se ahogue con el humo y empiece a toser de manera exagerada—. ¿Estás bien?

Rodrigo golpeó su pecho mientras tosía, está vez más calmado, recuperando el aire.

—¿Vos qué crees? —cuestionó ronco, por lo sucedido—. No podes acercarte así —alzó la mirada para ver al culpable, sintiendo todo el rostro calentarse de vergüenza; hasta ahora era consciente de quién era—, A-Arbillaga.

—Hm, supongo —alzó sus hombros, girando en su eje para irse por donde vino.

Era su oportunidad para hablar ahora que se encontraban solos, algo difícil porque Tomás evitaba ese tipo de situaciones huyendo lejos o interactuando con otros compañeros.

—Espera, Tomás —el nombrado se detuvo y se mantuvo de espaldas hacia él. Rodrigo se tragó las ganas de insultarlo por su actitud lo mejor posible, mordiendo la orilla de su boca y apretando las manos en puño.

Definitivamente, Tomás no le dejaría fácil las cosas, pero debía ponerle fin a esto. Y como el adulto que era, debía solucionar de raíz la situación en donde no pudiera salir huyendo, evitando el tema o no dejándole hablar como llevaba haciendo durante dos semanas.

Y si tenía que llegar a extremos, lo haría si él no le dejaba opción.

—Te espero en el estacionamiento luego de que termines tus clases.

ઇઉ⠀© HEARTOM.

espero que les esté gustando el rumbo del fic ^^ aún cuando los «piropos» quedaron en segundo plano bld JANDJAJS ♡.

PIROPOS   𝑓𝑡.  rodrimásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora