Luego de haber mojado su rostro y aclarado su mente decidió que era momento de volver con Rodrigo, porque a pesar de que escapar era tentador, debía de afrontar las cosas con tal de obtener paz para su corazón, no podía seguir con ese tira y afloja.
Salió del baño luego de unos cinco minutos y caminó hasta la mesa en la que estaba antes con el castaño, observando mientras llegaba que la misma mujer de antes le entregaba un pequeño papel a Rodrigo. No necesitaba ser un genio para deducir que le estaba dando al mayor su número. En silencio tomó asiento y agarró entre sus manos su bebida, dando un sorbo al agridulce y frío cóctel, sin notar que los ojos esmeralda se fijaron en él al instante en que regresó.
—Pensé que tendría que ir por vos.
—No es necesario —levantó la mirada, está vez manteniendo la mirada fija del otro—. Se supone que venimos a hablar, así que, ¿Qué es lo que queres decirme? Tengo que volver a casa temprano, así que habla rápido.
Rodrigo tensó la mandíbula, sintiendo que él estaba actuando distinto a cuando llegaron, y le disgustaba ver la misma actitud que la que optaba en la universidad y la cual le colmaba la paciencia, pero tuvo que darle la razón: lo trajo allí para hablar y ya.
—¿Qué fue eso de “saciar mi curiosidad con mi novio”? ¿a qué te referías? —decidió que lo mejor era hablarle directamente—. ¿Cómo que novio?
Arbillaga se detuvo un momento a beber del vaso frente a él, organizando las palabras en su cabeza para responderle.
—Lo vi con un hombre —se detuvo, mirando a otro lado—, parecían muy unidos mientras comían en el mall hace unos días… su novio —alzó la mirada, mirando fríamente al mayor cuando su corazón se estrujo—. ¿Por qué si tenía pareja permitía que le coqueteara?
—Tomás…
—¿Por qué me dejaba ilusionarme? ¿Acaso le divertía verme detrás suyo, disfrutaba que le gustara uno de sus alumnos? —el tono de su voz se fue elevando y volviendo tosco, se notaba el enojo y dolor combinados, como si por fin pudiera desahogarse—. ¿Le hizo feliz jugar con su novio y conmigo?
—Espera, Tomás, ¿de qué mierda hablás?
El mayor intentó tomar su mano para que se calmara, pero este la alejó de un tirón.
—¡De tu jodido novio, el rubio que está junto a ti fuera de la universidad siempre!
—¿Rubén? —preguntó aturdido, observando atónito como unas lágrimas se escaparon de las bonitas esferas marrones de Arbillaga.
—Cómo se llame… —chasqueo la lengua—. No me importa ya, la conversación acabó.
Tomás intentó colocarse de pie, pero Rodrigo lo detuvo tomando su mano y acercándose a él para que no huyera fácilmente, intentando que lo observará y prestara atención, pero se volvía difícil por lo exaltado que estaba, casi hiperventilando por el llanto inestable que se asomo. Verlo así le oprimió el pecho.
—Escúchame —pidió forcejeando—. Tomás, estás malinterpretando las cosas. Por favor, tan solo por está vez deja de ser tan necio y préstame atención.
—D-déjame ir, no quiero oírte.
No quería oírlo. No quería oír de su boca que amaba a otra persona.
No quería que rompiera su corazón.
—¡No es mi novio, boludo! —gritó.
Los movimientos del menor pararon y miró al mayor en shock, observando la exasperación de Carrera porque lo escuchará.
—Esa persona solo es un amigo… no tengo novio, Tomás. Tampoco es mi intención jugar con vos o tus sentimientos, no penses eso… —aligero el agarre en las muñecas de Tomás para no dejar marcas y se peinó el cabello—. Tan solo creo que no soy la persona correcta para vos, no solo por ser mayor y tu profesor. No soy tan genial como vos crees, ni siquiera sé si puedo cumplir tus expectativas hacía mi y me da miedo que cuando te des cuenta de que no soy eso que pensas, te aburras y tan solo te vayas, porque a decir verdad… —sus ojos miraron a sus propias manos, sintiendo su corazón acelerarse. Moría de vergüenza, y no era capaz de verlo a los ojos—, vos me gustas también.
Después de confesar sus sentimientos, hubo un largo silencio que inquietó al castaño con el pasar de los segundos, suponiendo que el menor estaba odiándolo en ese momento, y tan solo pensarlo era doloroso.
Quizás si hubiera sido sincero desde que se dio cuenta de que quería a su lado aquel tipo coqueto, seguro de sí, que lo avergonzaba y le hacía sentir miles de emociones confusas e intensas cuando lo veía, no habría llegado a esté punto; nunca tuvo la intención de que Arbillaga pensara que jugaba con él o que no le importaba su interés, menos de verlo llorar frente a él mientras le gritaba con dolor todo lo que sentía. Se sentía realmente un idiota y entendería si Tomás decidía alejarse otra vez de él.
—Sos un hijo de re mil puta.
Carrera alzó la mirada, apenas alcanzando a reaccionar cuando las manos del pelicafé se aferraron a sus mejillas y lo sostuvieron firme cuando estrelló su boca con la suya, dándole un beso duró que sabía agridulce –por culpa de las lágrimas y bebida–, y a desespero. Su boca se abrió recibiendo la lengua de Tomás y enredó la suya con la de él, sintiéndose tan cálido su tacto, casi como si quemara dentro suyo en una burbujeante emoción de euforia y nervios que ambos compartían.
Los dientes del menor mordieron la boca del castaño, alejándose lentamente de aquellos dulces y adictivos labios después.
—Me gusta como sos, y no tenes que pensar en sí cumplirás mis expectativas, tan siquiera deberías creer que me alejaría de vos por tal pelotudez —aún había un rastro de lágrimas secas por sus mejillas, pero mientras sonreía parecía brillar como un ángel—. Así que, por favor, dame una oportunidad.
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ઇઉ⠀© HEARTOM.
un poco intenso el capítulo, lo sé JAJAJJAJAJ, pero con un final feliz uwu
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PIROPOS 𝑓𝑡. rodrimás
Fiksi PenggemarDonde Tomás le coquetea a su profesor con piropos. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀(。ﹷ ‸ ﹷ )⠀𝘀𝗼𝗺𝗲 𝗶𝗻𝗳𝗼⠀🗯' ͏͏𝗌⠀͏humor ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀carre ttom & tom top⠀.⠀romance ⠀ ⠀ historia sin ánimos de ofender, ensuciar y/o dañar la imagen de los streamers involucrados, todo es...