MOUNSTRO

16 3 0
                                    

Vanessa se hace la idiota cuando me ve en su casa.

—Nora, que sorpresa. No te esperaba.—deja sus cosas y se me acerca—, ¿te gusto mi invitado especial para ti?

—Me gusta mucho que lo intimide con su mayor secreto pero dime algo Vanessa. ¿Cómo hiciste para que un agente especial viniera aquí a querer acusarme de la muerta natural de Arthur?, ¿En que posición le abriste las piernas?

—No todas somos tu, Nora. Hay otras formas de conseguir algo.—nos miramos—no te compares conmigo.

—Por favor, Vanessa, me humillo sola al compararme contigo. Solo quiero decirte que, si esos labios operados me empiezan a causar problemas, algo muy malo les va a pasar.—me levanto del sofá de mal gusto—, y si, Vanessa, es una amenaza, antes de que tu repugnante cerebro pregunte lo obvio.

Paso por su lado pero decide preguntar:

—¿Lo mataste?—no me doy vuelta—, ¿de verdad lo mataste?

—Lo has dicho Vanessa, hay muchas formas de conseguir las cosas y yo, siempre consigo lo que quiero.

—Maldita perra, nunca lo amaste , no me dejaste tenerlo y lo mataste.

—Si supieras Vanessa, si supieras—salgo de la casa de esa zorra. Si esa perra supiera, me lamería la suela de mi tacón. Me acerco a mi guardaespaldas—, la quiero vigilada, si ven salir al agente la secuestran sin llamar la atención. Pueden divertirse con ella pero sin matarla.

Mi guardaespaldas asiente obediente.

Me adentro a la camioneta donde mi pequeño tesoro espera, no me gusta dejarlo en la casa a manos de sombra, es capaz de lavarle el cerebro de que todo lo relacionado conmigo es malo. Y lo es, pero mi pequeño tesoro no tiene por que entender eso ahora.

Miro a mi pequeño tesoro, observa todo con interés, es un pequeño retraído. Su madre lo tenia oculto por el daño que ella misma le causaba, haciéndolo odiar el siquiera asomarse a la ventana, pero eso también voy a cambiarlo. Lo hare ver cada maravilla del mundo, voy a emocionar esos bellos ojos.

Va a ser alguien culto, importante, respetable.

Al llegar a la casa veo el coche del agente, juro que me esta dando dolores de cabeza. Estacionan y bajamos, no oculto a Emiliano, no estoy haciendo nada malo, al final su madre lo abandono por un poco de dinero.

Entramos a la casa y el agente esta siendo atendido sospechosamente por sombra. Emiliano se acerca a saludar para después excusarse y retirarse, el detective lo observa con detalle.

—¿Es su hijo?

—Es mas que eso agente, es mucho mas importante que un hijo.

—Entiendo—bebe de su jugo—, solo vengo como visita cordial.

—¿Cordial?—me burlo—, parece que nuestra conversación anterior no fue entendible para usted.

—Al contrario, entendí muy bien. No es alguien que deba ser subestimada, es poderosa—saca de su espalda un sobre con un gran sello rojo con la palabra "Confidencial"—, muy poderosa para ocultar su vida de cualquiera con poco alcance, pero no para alguien con los contactos correctos.

Arroja el sobre a mi alcance. Sombra lo observa pero no lo toma, ni yo tampoco. Se lo que hay dentro.

Todo lo que hice para ser quien soy, para llegar hasta aquí.

¿No va abrirlo?, ¿no quiere recordar todo el camino que pavimento para llegar hasta aquí?

—No, no voy abrirlo ¿y sabe por que?—me inclino hacia el—, porque del mismo rojo de ese sello esta pavimentado mi camino para llegar hasta aquí, a diferencia de usted detective, yo no olvido lo que hice.

MounstroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora