XVII.- Palabra de Alerta/Derecho de Nacimiento

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Había hombres en la casa Bennett. Hombres que Ox no había visto nunca.

Estaban de pie frente a la casa junto a autos deportivos color negro. Stiles estaba ahí y se veía mucho más intimidante que hace unas horas.

Los hombres los oyeron llegar y por un momento sus ojos brillaron de color anaranjado en al oscuridad, y Ox se preguntó si Joe y él podrían contra ellos. Los superaban en número, no eran débiles. Aunque la mirada de su hermano menor paró todos esos pensamientos.

Thomas tenía que haberlo previsto.

No fue necesario. El Alfa salió del pórtico y gruñó por lo bajo. Los tipos se pusieron en estado de alerta. Un hombre salió detrás de ellos. Osmond. El que había ido durante el invierno y Stiles de nuevo estaba alerta como Thomas.

— Quietos, todos ustedes. — ordenó.

Los hombres junto a los automóviles apartaron la vista de los recién llegados, sus ojos escanearon el bosque detrás de ellos.

— ¿Dónde está tu brujo? — preguntó Osmond.

— Estará aquí. — respondió Thomas.

Ox se preguntó que opinaría Gordo de eso. De ser llamado el brujo de Thomas.

— ¿Qué sucede? — exigió saber Joe a pesar de la mirada de Stiles.

— Ve adentro. — le ordenó Thomas — La manada te está esperando.

Parecía que Joe estaba juntando fuerza para discutir, pero los ojos de Thomas brillaron de color rojo y Joe guardó silencio. Pasó cera de su padre e ingresó a la casa. Ox se movió para seguirlo. Thomas tocó su hombro para que se detuviera.

— Lo siento.

— ¿Por qué?

— Sabía que estaba en una cita.

— ¿Esto es importante? — Ox se encogió de hombros.

— Sí. — repuso.

— Entonces está bien.

— Joe es muy afortunado. — suspiró y miró por un momento a Stiles que se mantenía a su lado, pero un paso detrás de él.

— ¿Cita? ¿Con Joe? — dijo Osmond — Thomas, él es un humano, al igual que el que tienes ahí.

Antes de que Ox pudiera reaccionar Stiles ya lo tenía apretujado con la pared. Los Betas a sus espaldas comenzaron a gruñirles en respuesta, pero no avanzaron. Podrían tener cierta lealtad hacia Osmond, pero sabían cuál era su lugar. Independientemente de que Ox también supiera cuál era su lugar, avanzó hasta que tuvo su espalda contra la de su hermano, enfrentando a los lobos, fulminándolos con la mirada. No dejaría la espalda de su hermano descubierta.

— Una palabra de advertencia. — dijo Thomas con un tono de voz monocorde y frío. — No vienes a mi territorio, mi hogar y Juzgas las cosas que de las cuales no sabes nada al respecto. Mi hijo ha elegido, no es de tu incumbencia. El especismo no tiene lugar en Green Creek o en mi manada.

— Pero él será el futuro Alfa. ¿Qué crees que... — fue interrumpido por Thomas cuando se transformó a medias, sus colmillos descendieron y sus músculos comenzaron a expandirse.

— No. Te. Concierne.

Osmond asintió.

— Discúlpate con Ox y con Mieczyslaw.

Ojos anaranjados.

— Ahora. — gruñó el Alfa.

— No pretendía ofenderlos. — dijo Osmond con rigidez, mientras les echaba un vistazo aunque su mirada estaba en el menor de los hermanos — Acepten mis disculpas, Ox, Mieczyslaw.

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