X.- Una cosa de Lobos/Estamos Solos

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Entrenaban. Los lobos, la manada. Se adentraban y zigzagueaban entre los árboles veloz y sigilosamente.

Rastreaban a los hermanos humanos a través del bosque mientras intentaban desviarlos de su camino.

Thomas decía "ataquen" y sus garras salían y ellos comenzaban a amagar de izquierda a derecha, arriba y abajo. Stiles era mejor en eso para sorpresa de todos, el chico se veía un poco menos atlético que su hermano mayor pero él era mucho más veloz y tenía bastantes estrategias para hacer que los lobos se distrajeran.

Una vez le preguntaron a Thomas por qué entrenaban de esa forma.

— Tenemos que estar listos.

— ¿Para qué? — preguntaron al unísono y Thomas puso sus manos sobre los hombros de cada uno.

— Para proteger lo que nos importa.

— ¿De qué? — preguntó Ox.

— De lo que sea que pueda quitarnos nuestra manada o territorio. — sus ojos centellaron de un color rojo.

Un escalofrío escaló por sus columnas.

*

Entrenaron más duro.

*

— ¿Crees que tengamos que luchar contra otros lobos? — preguntó Ox de manera distraída mientras levantaba unas pesas, Stiles estaba a su lado, una toalla sobre sus hombros, había terminado el ejercicio de hoy.

— No lo sé, puede ser. Thomas no lo explicó, la manada es mucho más importante de lo que pensamos además lo más probable es que el hombre que le hizo daño a Joe vuelva.

— Es verdad. ¿Podremos ayudarlos?

— Thomas dice que si y confiamos en Thomas.

Se miraron a los ojos por unos segundos para después sonreír levemente.

*

— Feliz Navidad, Ox, Mitch. — Joe sonrió de oreja a oreja cuando lo abrazaron.

*

— Están diferentes. — dijo Gordo mientras daba una calada de su cigarro.

— ¿Eh? — preguntó Ox mientras que Mitch solo dejó de lado un libro que Thomas le había prestado unos días atrás.

— Se mueven diferente. — aclaró.

— Tal vez sea porque estamos creciendo. — dijo Ox mirando levemente a su hermano.

— Es más como... confianza. Se mueven con altura.

— Es una cosa de lobos. — respondió Stiles restándole importancia.

— No son lobos.

— Bastante cerca de serlo. — comento Ox mirando al mayor.

— ¿Lo hizo, cierto? — sus ojos se entrecerraron.

— ¿Quién? — preguntaron al unísono.

— Thomas. Les ofreció la mordida.

Oyeron a Rico soltar una risotada desde atrás del taller. Tanner y Chris respondieron con algo a los gritos.

— Ox. Mitch. — los alertó.

— Es nuestra decisión. No lo hará hasta que cumplamos los dieciocho, pero aun así es nuestra decisión. — dijo Stiles de manera seria.

— Solo... mierda. — estaba molesto — Solo piensen en las consecuencias. Serán perseguidos por el resto de su vida. Hay cosas allí afuera, monstruos y gente que no quiere otra cosa mpas que sus cabezas en una pica.

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