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Tenía que mantenerse serena si quería que las cosas se mantuvieran a su favor como hasta ahora, tenía que conservarlo de esa forma, su mente y sus ideas tenian que acomodarse pieza por pieza, pero primero tenía que encontrar esas piezas.

Tontos exámenes.

Sabía que no era mala estudiando, normalmente siempre se mantenía entre los mejores de la clase, pero eso no significaba que disfrutara de esa pila de libros esperándola en casa para robarse parte de su vida

Después de salir de la ducha y secar su cabello, acomodó un par de libros en su escritorio. Entonces cuando estaba a punto de empezar a estudiar, su celular vibró.



[NUMERO DESCONOCIDO]

▪︎Ya estoy en el punto, ¿llegarás pronto?

▪︎Disculpa, ¿quien habla?

▪︎¿tengo que explicar todo?, soy Tsukishima

▪︎¿como tienes mi número?

▪︎¿eso te interesa ahora?, oye solo quiero mi bicicleta de vuelta, sal rápido

Elina frunció el ceño, ¿como había conseguido su número?, negó para si misma y bajó rápidamente de su habitación, avisó a su tía que saldría antes de salir corriendo. La noche era fría y ella apenas llevaba puesto una blusa holgada

Caminó con rapidez arrepentida de haber ayudado a ese arrogante rubio, y se maldijo a sí misma por ser tan considerada con él, pero vaya que no servía de nada, la tontería estaba hecha.

—¿Elina?

Mierda

Sugawara iba saliendo de su casa con un par de bolsas de basura, las dejó rápidamente en el contenedor y se acercó a la chica

—Buenas noches Sugawara —saludó ella

—¿a donde vas?, ¿no sientes frío? —se preocupó

—estoy bien no te preocupes, solo iré a hacer un pendiente —aseguró nerviosa

—te acompañaré, es muy noche para que vayas sola —se ofreció tomando la bicicleta —debiste traer una sudadera, ten la mía —el peligris se quitó la suya entregándosela —tengo una manga larga así que estaré bien —siguió caminando despreocupado

Elina por el contrario estaba algo sonrojada por la acción, ¿cuando empezó a tener tanta confianza?, era inesperado pero a la vez tierno y eso le provocó un cosquilleo en el estómago.

—¿a donde te diriges?

Eso la despertó de su sueño

—Ah, bueno —empezó a ponerse algo nerviosa —yo iba a dejar..—pero pronto las excusas dejaron de ser válidas

—¿Tsukishima? —Sugawara vió al rubio desde lejos y se acercó

Las maldiciones en la mente de Elina no cesaron, no había otra opción más que acercarse hasta llegar a donde él se encontraba y calmar los nervios que se sobreponian

—¿qué haces por aquí? —preguntó Sugawara

Tsukishima miró por un segundo a Elina quien permaneció estática

"LA APUESTA" (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora