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Siempre se hace difícil dejar sin nombre algo que sientes haber creado, por qué el definirlo te provoca una liberación, seguridad, alegría y tranquilidad. Pero ahora tengo la sensación de que el nombrar la situación no me corresponde.

No creo que debas pensarlo demasiado, hasta donde sé, solo tienen una relación deportiva, y terminará tan pronto se vayan de la Academia —Las palabras de Kageyam otorgaban tranquilidad a mis pensamientos. Era increíble la manera que me encontraba pidiéndole información sobre los acontecimientos que habían ocurrido entre Elina y Akaashi, no sabía como sentirme, pero el responder a mis dudas seguramente abrirían paso a una claridad en lo profundo de mis temores —Hoy que salimos a correr no parecían nada fuera de lo común, Keiji Akaashi es un tipo muy serio y parece estar dedicado solo en su deberFinalizó volviéndose a la habitación preparándose para dormir

Dime una cosa —lo llamé haciendo que se detuviera —¿crees que Elina acepte mis sentimientos? —la vergüenza se apoderaba de mi cuerpo a medida que escuchaba las palabras salir de mi boca

Kageyama, con una expresión cansada se acercó a pasos lentos para chocar su palma en mi hombro, un suspiro se alejó de su boca antes de enfrentarme

No quieras definir una relación con Elina —sentí su mano oprimiendo mi hombro —para ella el definir algo es formalizarlo, volverlo serio y trabajado —el volúmen de su voz disminuyó a medida que más chicos se acercaban al pasillo —créeme que después de Oikawa no querrá eso, el no definirlo lo hace libre y divertido para ella, y si te soy sincero, Elina es una chica que se aburre fácilmente de las cosas constantes —dicho eso deslizó su mano de mi hombro alejándose del pasillo

Eso era lo que Kageyama me había aconsejado desde la última concentración, la mañana antes de que la desagradable pelea entre ellos dos ocurriera, después de eso la distancia era notoria

¿Hacerlo libre y divertido?, ¿mantenerlo en una relación no formal?

No sé por que pienso estas cosas cuando al final del día Elina y yo jamás hablamos de nuestros sentimientos. Es cierto que disfrutabamos de nuestra compañía, solíamos tener momentos especiales y nuestra comunicación era buena, con risas, seriedad, nostalgia, coqueteo ocasional sin la necesidad de obtener proposiciones, solo el sentimiento de querer estar juntos y usarnos como apoyo

Mierda, como una maldita relación no formal.

***

—¿Es enserio?, ¿no hay torres de Telefonía en Miyagi?, estoy seguro de que ya escuché eso antes —la voz de Kuroo me hace volver a la realidad

—Todas las torres de telecomunicaciones de aquí parecen la torre de Tokio para la gente del campo —respondió Daichi a la defensiva

—Que grosero eres Kuroo además estamos en Saitama —secundé la defensa de mi compañero

La concentración ahora era en la escuela Shinzen, el clima parecía fresco, el respirar estos aires transmitían un sentimiento reconfortable en el pecho, el aire era liviano y acariciador junto con los sonidos de los árboles chocando sus ramas entre sí, nada podía desequilibrar este ambiente.

Desde lo más alto de las escaleras parecía bajar Lev Haiba a toda velocidad gritando el nombre de Shoyo y saludando con emoción, desde nuestra posición el tranquilo Kenma regañaba a su compañero haciéndole cerrar la boca, pero aún en aquel punto alto otra figura se asomaba dejándose posar en la barandilla de las escaleras, el viento golpea mi cara recibiendo la vista de de Elina en aquella cima. En ése momento ella se convirtió en el viento abrazador, en la sinfonía de los árboles y el brillo resplandeciente del sol, solo su presencia lograba mover toda mi balanza.

"LA APUESTA" (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora