"LA APUESTA" (Haikyuu)

15.

Después de que Shimizu me avisara que ya todos se encontraban fuera del auditorio y dentro del autobús volví con la esperanzada de que el golpe fuera menor pero no fue así, sobre todo con Oikawa siguiendome detrás.

—Caminaré sola a partir de aquí, no quiero que me sigas más —le reclamé y corrí

Lo hice para que no me vieran con él y el ambiente empeorara, tampoco miré atrás, no me interesaba saber si permanecería ahí o se iría, lo que hiciera ya no me importaba, mi juramento estaba hecho.

—¡¿que es lo que esperas de mí?!

—de ti nada, Solo estoy esperando que esa cosa que nos ata ambos desaparezca

No lloraré, no dejaré que vean mi espíritu derrumbarse, no puedo dejar qué vean la realidad del asunto, por qué no era su problema, sino el mío. Subí al autobús y cerré los ojos ante el recuerdo de lo ocurrido.

Estando cerca de los suburbios pedí bajar en la parada cercana antes que ellos se desviaran al restaurante para poder llenar el estómago y retrasar el trago amargo.

—¿No comerás con nosotros Elina? —preguntó Shimizu una vez que se percató de mi parada

—he comido algo antes, así que perdónenme —respondí

—Si, debe estarlo después de escaparse a comer con sus amigos del Ahoba Jōsai —susurró Tsukishima

—Tsukki —lo regañó Yamaguchi golpeandolo con su hombro

Viendo el humor en el autobús y las lágrimas silenciosas de los demás no era razonable responderle con un comentario estúpido, incluso me sorprendía lo poco afectado que se veía. Bajé del autobús una vez que me despedí y seguí mi camino

Minutos después, mi teléfono volvió a vibrar

[...]

—¿Si padre?

—¿estás ocupada?, ignoraste mis llamadas

—Ahora no..

—Envíe el formato a tu escuela

—¿Quieres qué viaje a la capital?

—Es hora de que vuelvas, pero antes deberás hacer algo por mí.

Escuché cada una de sus instrucciones y las acepté, pero lo último que dijo era algo que cambiaba mis planes y por un momento tuve miedo

El día llegó demasiado pronto.

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El día anterior había sido una montaña de emociones negativas, pero estar hoy aquí parada con éste uniforme, sosteniendo esta carpeta con papeles y tener que soportar la atención de los adultos me hizo saber que existen cosas que harán el sentimiento aún peor.

—Señorita Hibarida —llamó el entrenador del Shiratorizawa —su padre nos ha informado que se hará cargo del informe

—Espero no haya problema con eso —alcé la mirada con seriedad y confianza, justo como mi padre había pedido, además no iba sola, el señor Hitaki estaba a mi lado

—Porsupuesto que no, después de todo, de las personas que trabajan para su padre decidió enviarla a usted, estoy segura que hará un buen trabajo

—Haré mi mayor esfuerzo para cubrir las expectativas tanto suyas como las de la organización