0.1

15 2 0
                                    

[SAO PAULO, BARSIL, 2017]


Los rayos de luz traspasaban las suaves y blancas cortinas de la habitación chocando con mi rostro y provocandome molestia, pero estaba acostumbrada, la fuerte resolana de Brasil era así. Estirando el cuerpo con entusiasmo me siento en la cama recibiendo la brisa fresca que provenía de balcón.

Maldito, dejó las puertas abiertas

Pongo los pies en el suave tapete de la habitación recogiendo la camiseta del suelo para después pasarla por mi cabeza con pereza. Abro la puerta de la habitación sintiendo al instante las suaves caricias de Olly y Kitkat en mi pierna recibiendome con cariño, después de acariciarles la cabeza me dirigo a la cocina encontrándome a Kenma desayunando en la barra completamente vestido, él me mira, sus ojos bajan a lo poco que cubre su playera en mí cuerpo mostrando una sonrisa nerviosa

—Buenos días —sonreí acercándome a los estantes buscando una taza —¿qué harás hoy? —le pregunté pasando a su lado donde rápidamente me sirvió café

—Haré una transmisión en 10 minutos —respondió —¿Dormiste bien?, ¿cómo te sientes? —me mira  presionando su mano contra la mía

—No sé como sentirme al respecto, no me siento lista para volver —suspiré sorbiendo el café con delicadeza

—Sabías que la compañía y marcas solo esperaban tu mayoría de edad para poder contratarte y hacerte trabajar oficialmente

—Lo sé, es solo que.. —las palabras se arremolinan en mi boca dejándome confundida y frustrada —No quiero cometer un error

—Todo saldrá bien, lo hemos hablado muchas veces —en ese momento se pone de pie tomándo mis manos —yo prometí hacer lo que es correcto para tí

—¿Sabes cuántos problemas atrajiste cuándo decidiste está relación conmigo?, ¿cómo pudiste soportarlo?

—Lo hice por tí —besó mis palmas —toda esa controversia ha pasado, no me importan los medios ni las especulaciones, quiero que te sientas libre y tranquila

—¿Qué haremos si algo sale mal?

—Dejamelo a mí, cuándo llegues a Japón tu único deber es centrarte en lo que debes hacer, quizá para ese entonces las 72 horas se hagan realidad —la tranquilidad y seguridad en sus palabras me hacen sentir plena de la decisión tomada

Pero, ¿qué tan correcto podria ser lo que estaríamos por hacer?

—Me daré una ducha, deberías empezar a abrir transmisión —sonreí alejándome de él para tomar una tostada del estante

—Desayuna, procura estar lista cuándo el coche venga por tí, ¿de acuerdo? —comenta llevándose su taza al área de trabajo, asiento con una sonrisa tímida viéndolo adentrarse a la habitación y cerrando la puerta con fuerza.

En ése momento los pensamientos intrusivos vuelven. Hace más de 5 años que me alejé de Japón para volver a Alemania y por consiguiente instalarme en Brasil retrasando el inveitable momento de mi regreso, las manos me tiemblan y mi cuerpo se siente frío y pesado. Siento mi pasado, mis memorias y  realidad acercándose detrás de mí acechando con hambre de ansiedad y remordimiento

Después de terminar el desayuno me adentro a la ducha dejando que el agua fría baje por mi cuerpo para relajarme un poco y continuar  preparando los últimos detalles antes de mi salida, luego de elegir mi atuendo regreso a la cocina para servirles un tazón de croquetas a los gatitos qué parecen demasiado felices en sus cómodas camas

"LA APUESTA" (Haikyuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora