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Claudia Sheinbaum.

Llegué a la reunión y a lo lejos estaba Xochitl Gálvez. La saludé, se veía radiante. Yo tenía un suéter color rosa, con un pantalón de vestir color negro y tenía mi cabello suelto. Mi sonrisa podía hacer notar mis encías. Por qué estaba tan feliz? Creo que era Xochitl quien provocaba ciertos sentimientos.

Ella tenía su cabello totalmente suelto, una tipo bufanda azul y un saco negro.

Esa mujer me generaba coqueteo.
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En la reunión no se abordó mucho, solamente los puntos más importantes y a resaltar. Estaba cansada, no había podido dormir. Noté que xochitl tenía completamente postrada su atención y mirada conmigo.

Ella era tan obvia.

Terminó la reunión, ambas salimos juntas, había medios afuera.

Comenzaban las preguntas y de nueva cuenta los chistes de doble sentido por parte de Gálvez.

-Aman a Xochimilco?- preguntó el periodista.
-Ahí nos enamoramos, ahí nos enamoramos- respondió Xochitl bromeando mientras me miraba.
-Llevanos ahí a la próxima Avelindo.- jugueteé.

Sentí su indirecta tan rápida y profunda. Estaba segura que era para mí.

En algún momento del bachillerato habíamos ido a Xochimilco por una investigación, habíamos dormido juntas, pues la noche nos había alcanzado, dejándonos a la deriva. Un día inolvidable, y que al parecer ella recordaría por siempre.

Las preguntas seguían, sentía como Xochitl me observaba, percibía el calor de su cuerpo. Podía apostar que su mirada saldría en aquel video del reportaje. No me incomodaba, al contrario me hacía sentir importante. Cómo si fuera mi esposa, ese sentimiento dónde admiras y te admiran, aquél que lo es todo. Dónde existe la cómplicidad, de lo mutuo y lo bello.

Ella se había convertido en mi todo, de alguna manera siempre habíamos estado juntas en esto, desde el bachillerato y su apoyo incondicional me hacia ver Miles de facetas, e inclusive, sentimientos encontrados.
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Xochitl Gálvez

Me había enterado acerca del divorcio de Sheinbaum con su esposo. Era un idiota, quién en su sano juicio dejaría ir a una mujer tan brillante cómo ella?

Me tomé un respiro del trabajo, tomé mi celular y busqué entre mis contactos su nombre, anhelaba verla.

Estaría mal por su divorcio?

Me preguntaba, pensar tan sólo que aquél hombre la pudo haber echo llorar era suficiente para estremecerme del coraje.

La llamé y ella contestó de inmediato.

-Hola Xo
-Hola Clau, estás bien, cómo te encuentras?
-Estoy bien Xo, porqué la pregunta?- cuestionó.
-Vi que pasaste por tu divorcio- comenté apenada
-Oh, si así es. Lamento no habertelo dicho, pero justo eso estaba checando. Me encuentro bien afortunadamente, es algo que ya pedía a gritos.
-Ya veo, te gustaría salir hoy? Claro si no tienes inconvenientes o temas pendientes.
-Sabes que siempre es un honor salir con usted, Gálvez- rió- te parece si voy a tu departamento?

Sólo asentí y colgué.

Tenía que colocarme lo mejor que tuviese, arreglarme.

Era una "amistad" especial para mí.

El tiempo se había ido volando, cuándo menos lo esperé el timbre estaba sonando, con delicadeza me dirigí a la puerta, al abrirla ahí estaba ella, tan hermosa como era costumbre, aquellos rizos que me cautivaban, su porte.
Simplemente Sheinbaum era increíblemente preciosa.

-Adelante, linda.- dije mientras le daba un afectuoso abrazo- estás en tu casa. Siéntete cómoda. Es un honor que estés por acá.
-Agradecida por tu invitación Gálvez. Tal vez ya deberíamos irnos, podemos perder la reservación, así que andando- ordenó con seguridad.

El amar y el querer- Clauchitl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora