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Celia había partido de éste mundo dejando a sus progenitoras destrozadas.
La noticia de su partida era top mundial, miles de apartados dónde se leía "hija de la presidenta Claudia Sheinbaum muere" la indignación de pueblo estaba presente, el luto.
Pero también estaban las burlas, la indiferencia y los comentarios hirientes para las madres.

Celia no pudo conocer el mundo en su totalidad, estaba muy joven para morir por esa enfermedad sin remedio alguno.

El funeral fue pequeño e íntimo.

Gálvez se preparaba para observar el menudo cuerpo de su pequeña, llena de valentía se acercó al ataúd blanco con detalles religiosos, si bien Pardo no era católica, su otra madre si, colocando su creencia para que Celia, reinara en el cielo, según los católicos.

Con el corazón en la mano, las emociones al tope, la tristeza fluyendo se alejó de él para recordar todo desde un inicio.
El coraje también se incluyó en ella, Claudia jamás había demostrado interés, su romance siempre fue un secreto y su hija nunca pudo generar un lazo fuerte con ella.

Sabía que era el fin, jamás la vería de nuevo, así que intentaba memorizar el rostro de la pequeña.
Su cabello afro, ojos pequeños, sus manos moradas y su cara fina era lo que atesoraría Claudia por siempre, porque no había recuerdo alguno que la pudiese mantener en pie, y si había uno, era la muerte de su hija Celia.
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-Necesitamos volver a intentarlo, por Celia?- dijo Claudia mirando a Gálvez fijamente mientras la tomaba de las manos.
-Sé qué anteriormente respondí que si, pero debes saber algo- soltó su agarre.- Mi amor por ti terminó Claudia, nuestro momento ya sucedió. Acabamos de perder a nuestra hija y créeme que lo que menos quiero es estar de romance contigo. Te di toda mi vida, aún cuando sabía que tú estabas con mil mujeres más a mis espaldas, yo seguía confiando ciegamente en ti, nunca me importó tener a una nación entera en mi contra, dónde recibía burlas constantemente porque sabía que ese era el camino para que tú ganaras y no me arrepiento de absolutamente nada pero
-Prometo hacerte bien ahora, Xo.
-Es tarde Claudia, fui tu mayor confidente, guardé tus secretos, incluso cuando decidias tomar droga para aguantar los mítines- rió- pero eso se acabó te fuiste con Clara, cuando sabías que yo estaba dándote una hija, a veces extraño cuando me amabas, cuando podía estar muriendo pero si querías satisfacción sexual te lo daba, incluso si me lastimabas, pero ya no puedo aguantar- brotaban lágrimas de sus ojos cafés- no crees que es hora que tenga un final digno y feliz, Claudia?
-Xo...
-Es hora de mi final. Las cosas siempre pasan por alguna razón, y estoy agradecida de haber coincidido contigo aún con todas los líos. Te amé desde el bachillerato, y jamás lo dejé de hacer. Y si ahora no lo hago, no es por venganza por la situación de Clara, es porque no toleré ver a mi hija llorando preguntando porque solo tenía a mamá. Eso me dolió más que nada, Clau.
-Como último acto de amor te dejaré ir Xochitl, no puedo obligarte más a que sufras, te agradezco por haber compartido gran parte de tu vida conmigo. Discúlpame por hacerte daño a ti y a Celia. Espero algún día puedas perdonarme.
-Estás perdonada, pero no quiero ser tuya
-Entiendo.

Claudia Sheinbaum

Siempre fuí la encargada de mi discursos durante los mítines, a 2 años de la muerte de Celia, me aleje de Xochitl, aún extraño sus hermosos ojos y sus palabras llenas de amor, cómo aquellos años.

Hoy, mi último día en el poder presidencial, le dejaba muchas cartas que jamás le enviaré, llenas de arrepentimiento, llanto y dolor.

Mi hermosa Xochitl.

"Querida Gálvez

Es difícil para mí escribir estas palabras, pero sé que debo hacerlo. Aunque ya no estamos juntas, mi corazón todavía late por ti.

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⏰ Última actualización: Jul 29 ⏰

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El amar y el querer- Clauchitl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora