14. Parte dos de "El amar y el querer".

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Queridos lectores:
Primeramente les agradezco el inmenso apoyo que está teniendo mi historia. Ésta sería la continuación de la misma, sin embargo para evitar confusiones, y realizar doble trabajo seguiré escribiendo por acá.
Me es muy grato seguirles dando este tipo de contenido.
Me encantaría seguir en contacto con cada uno de ustedes, así que les doy mi Instagram.

IG: z0w1delr3y

Los espero.
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Claudia Sheinbaum.

-No quieren los contratos, al parecer Walmart no está interesado en negociar- dije jugando con el bolígrafo.
-Te lo han dicho?-preguntó
-No, sólo lo supongo.- dije mirándola fijamente a los ojos.
-Ahí está, no hay nada certero. Deberías relajarte, estás muy tensa.- Sé levantó y se dirigió conmigo.

Tornó sus manos en mis hombros y comenzó a masajearlos.

-Eres muy exigente contigo misma, Pardo. Debes de bajar eso o morirás de estrés- rió- estoy bromeando, te necesito conmigo, no sé que será de mí ante tu ausencia.

La mujer seguía dándome un masaje, me relajé y cerré mis ojos.

-Vamos a dormir, ya es muy tarde Claudia.- dijo volteando la silla hasta quedar frente a frente.- Ven, dame la mano.

Ella extendió su mano, y yo la tomé.

Subimos las escaleras hasta llegar a nuestra habitación.

-Estoy cansada Xochitl-suspiré- no sé si esto está siendo lo correcto.
-A qué te refieres cielo?
-Todo, las inversiones, nuestra relación.
-Nuestra relación?- dijo subiendo el tono
-Si, me refiero a que no hay tiempo para nosotras, es decir, sé que te molesta Brugada...
-Ya iniciarás con tu amiga- dijo levantándose de la cama.
-Xochitl espera- la persegui
-Ahora vas a defenderla?
-Xo, sabes que no es así.
-Cómo pretendes que reaccione, sabes cómo es mi situación respecto a esa mujer. La manera en que te mira, cómo te toma en los medios de comunicación-dijo con cierta confusión.
-Ella es mi compañera de trabajo, es la jefa de gobierno de nuestra Ciudad.
-Lo sé Claudia, simplemente no le tengo confianza
-No confías en mí?- dije alzando una ceja.

Brugada nos había traído muchos problemas, y mi gobernatura también. Nuestro matrimonio estaba mal, posiblemente era por el poco tiempo que teníamos una con la otra.

Desde el bachillerato habíamos conectado especialmente, es cómo si fuera mi opuesto perfecto, sin embargo nuestra situación había cambiado, todos juzgaban a Xochitl, y eso me afectaba a mi, la manera en que era señalada me hacia pensar que dejarla era lo ideal oero me detenia, no quería perder a la mujer que más amaba.
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Xochitl Gálvez.
-Renuncio a la política Sheinbaum. No puedo seguir en ese tipo de situaciones.

Los pasos de mi contraria contra el piso de madera se escuchaban en toda la sala.

-Se puede saber a qué sé debe tal decisión, Gálvez?- dijo Claudia deteniéndose para observarme.

Tenía un traje sastre de color azul marino, se veía preciosa, y la amaba, pero no podía seguir con los ataques hacia mi persona.

-Se terminaron mis 2 meses cómo senadora. Los ataques aumentan y me gustaría centrarme en nuestra relación, te parece correcto?- dije con cierta duda, temía su respuesta.
-Tienes planes para nosotras?

Claudia en una relación era una mujer linda y dulce, pero laboralmente todo cambiaba, la determinación que tenía era impresionante.
Era mi esposa pero también mi compañera de trabajo, lo que aumentaba la presión en mi, pues increíblemente lo hacía el doble de complicado.

-Si, cómo verás, tu y yo además de ser compañeras laborales, somos esposas.- ella interrumpió.
-Dejamos de ser compañeras laborales desde que rechazaste ser city manager o cuando seguiste declinando en contra mía, Gálvez.

Su mirada se volvió fulminante.

-Tu más que nadie sabes cómo son las cosas dentro de un movimiento político Claudia, y lamentablemente yo sólo era un títere. Pero volviendo a nuestro tema central.
-Hablalo, dímelo, te escucho.

La mujer se sentó en el escritorio, quedando totalmente enfrente mío.

-Tengo planes, mis hijos se han ido, me retiraron su apoyo, necesito que me hables cómo tú esposa y no cómo tú trabajadora.
-Okey Xo.- continúo- entiendo, mis hijos se fueron al extranjero, es complicado.
-Clau, ya no te siento cerca, pero te amo más que nadie. También me duelen mucho tus golpes o palabras hirientes.- dije al punto de llorar.

Pardo me miraba desconcertada.

-Cielo, lamento suficientemente haberte tratado así y hacerte sentir de esa manera con mis tratos estrictos. Simplemente no sé cómo reaccionar, no soy tan inteligente como pretenden.

Ella tomó mi mano.- Qué puedo hacer por ti?- dijo.

Estaba dudosa sin decirle lo siguiente o tomarlo como algo sin importancia para lograr evadir el tema.

Me decidí y estaba dispuesta a plantearselo.

-Quiero que seamos madres de un hijo sólo nuestro, Pardo.

El amar y el querer- Clauchitl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora