🚨NOVELA CON TEMAS SENSIBLES Y SERIOS.
SI ERES SENSIBLE NO LEER.Xóchitl Gálvez.
Llegué a mi casa, pude notar que papá estaba borracho de nuevo, eso era habitual en mi casa, lamentablemente yo no podía hacer más para evitar este tipo de situaciones, pues no estaban en mi control.
Aquél hombre estaba acostado en un sillón, mientras mi madre cocinaba. Aterrada, me dirigí a mi recámara, atormentada, pues yo ya sabía que sucedería después.
Comencé a sacar mis papeles de la mochila, el bachillerato me estaba matando y la situación en mi hogar aún más. El miedo, los nervios me comenzaban a invadir, papá había despertado, pasé saliva y suspiré, los gritos comenzaban a escucharse en toda la casa. No salí y sólo decidí recostarme en mi cama mientras apretaba mis puños, estaba segura que mis nudillos se encontraban blancos de la fuera y el coraje.
Mis lágrimas comenzaban a salir.
-Estúpida zorra, recoge eso!- gritaba Papá.
Sólo apretaba mis ojos, orando por qué no se adentrara a mi cuarto.
El llanto de mamá se intensificaba igual que el mío.Me levanté; estaba decidida a salir a defender a mi madre, estaba cansada de todos estos maltratos diarios, me arriesgaría, aunque sé que mamá lo perdonaría, cómo era costumbre.
Sali, con miedo, con cautela.
-Suelta a mi madre!- ordené
Mala idea, muy mala idea.
Aquél hombre escuchó mi reclamo y se dió la vuelta lentamente hacia mi. Podía sentir el bochorno y el nerviosismo recorrer mi espina dorsal.
-Qué dijiste, perra?- dijo en un tono fulminante.
-Lo que escuchaste!- contestéÉl se dirigió conmigo y absolutamente como lo supuse, no dudó en golpearme con el puño cerrado en mi ojo derecho. Mierda, éste había dolido más que el de la vez anterior.
Me incorporé, aún quería confrontarlo, pero ya era inútil.
-Estúpida bastarda, mira lo que haz de hecho- dijo antes de soltarme una patada en mi estómago.
Este golpe solo me hizo retorcer de dolor en el suelo. Terminó de golpearme y se dirigió de nuevo con mi madre, lo sabía. Iba a desquitarse con ella, para después abusarla.
.
La situación en mi casa no era impedimento para asistir a mis clases, pues además de ser una distracción era mi mayor motivación para estudiar, lograr ser alguien en la vida e irme de casa a luchar por los derechos de todas aquellas mujeres que sufrieran lo mismo que yo o mi madre. Con todo el dolor del mundo, solo me coloqué un poco de hielo por la mañana para dirigirme al instituto.Al llegar me encontré a aquella mujer linda e inteligente, una de mis mayores aspiraciones, la alumna más brillante Claudia Sheinbaum Pardo.
La manera en que caminaba, su porte, simplemente ella hacía que cualquier varón se rindiera a sus pies, e inclusive yo.Éramos un poco amigas, debido a las entrevistas que tenía que hacer o simplemente por su popularidad, ya que estaba metida en defender los derechos estudiantiles, toda una guerrera, pensé para mis adentros.
-Hola Claudia!- me dirigí para saludarla. La abracé y le di un beso en su mejilla.
-Hola Xochitl linda, un gusto verte de nuevo. -me saludó devuelta.Claudia Sheinbaum.
Siempre era un honor saludar a Xochitl, sabía algunas cosas de ella, como su situación en casa o que ella era una alumna tan brillante, al igual que yo.
Pude notar un gran moretón en su ojo derecho. Había vuelto a pasar.
-Qué te pasó en ese ojo Xo?- dije intrigada.
-Me golpeé.- dijo apenada.
-Sabes que es imposible engañarme Gálvez, fue el de nuevo?- dije preocupada. Odiaba a su padre.
-Si, pero no es nada grave
-Por dios Xochitl, claro que lo es! Acaso no te das cuenta, un día puede matarme, y si no es a ti puede ser a tu madre
-Lo sé! Pero no puedo hacer más.Sentía como apretaba mis puños, tenía ganas de ir a confrontar a ese hombre. No me importaba que fuera su padre y tuviera el doble o incluso el triple de fuerza que yo, pero odiaba con mi alma que tocaran a mi Xochitl.
-Xo- tomé sus manos, entrelazadolas con las mías- no estás sola, no mereces ese trato, prometo, que cuando esté un poco estable te sacaré de casa, no quiero que nada malo te suceda.
-Agradezco tu ayuda Clau- dijo mientras se le asomaban un poco las lágrimas
-Ven acá- le extendí mis brazos, dando a entender que le podía dar una abrazo.Ella correspondió.
La abracé y podía sentir el calor de su cuerpo, pero también esa angustia y preocupación que la estaba consumiendo, noté que estaba llorando, solo la abracé con más fuerza, necesitaba un apoyo, un hombro en el cual apoyarse.
Si algo que más odiaba era la violencia injustamente o el abuso a las mujeres, y no podía permitirme ver a mi amiga en ese estado.
Ella y yo éramos tan diferentes, yo era de una familia pudiente y estable, en cambio, Xochitl no era asi, estaba en una situación vulnerable, de todas las formas posibles.
La quería bastante, le tenía un gran aprecio y me sentía indignada al no poder hacer algo más que limpiar sus lágrimas.
-Yo sé que la situación por la que pasas diariamente es difícil Xo, pero yo sé que lograrás salir de ahí, no puedo prometerte llevarte a mi casa porque sabes que en estos momentos es complicado, pero si pudiera, lo haría sin pensarlo.- intenté explicar mientras la sostenía.
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Así eran todos los días, escuchar las agresiones y verla golpeada me frustraba y mataba por dentro.Xochitl era una mujer hermosa, me parecía sumamente interesante, si ella fuera un hombre, sería el amor de mi vida. Estaba segura de eso.
Xochitl Gálvez.
La manera en cómo Claudia apoyaba a los demás y se preocupaba era lo que me cautiva de ella. Yo sabía que ella anhela poder ayudarme pero no era posible.
Tenía tantas dudas cómo una jóven de mi edad, veía a las mujeres con sus novios o quejarse de el varón que amaban, pero mi caso era distinto. Por alguna razón no me sentía atraída hacia ningún hombre, pero la conexión con esa mujer era diferente, pero no sabía que era ni como explicarlo, no era conexión para mejor amiga, era algo más.
Pero no sabía si era debido a la situación en casa.
Pero sabía que Claudia era hermosa, y me encantaba su cabello chinito. La amaba en todas sus facetas, aunque ese fuera mi mayor secreto.
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El amar y el querer- Clauchitl.
RomanceXochitl Gálvez, Claudia Sheinbaum. Ambas candidatas a la presidencia, un odio entre ellas era su única conexión, o al menos era lo que se aparentaba y de lo que se hablaba en los medios de comunicación. Sentimientos profundos e inevitables para amba...